Bobby Duncan es el fichaje más mediático de la Real Balompédica Linense en años. Este chico, nacido en Whiston (Inglaterra) hace 21 años, ya ha aparecido en varias relaciones de los jugadores a seguir en la Primera Federación 2022-23. Y es que no todo el mundo tiene en su currículum haberse enfundado, aunque sea en divisiones inferiores, las camisolas de Liverpool (con cuyo primer equipo llegó a jugar amistosos siendo casi un niño), Manchester City y Derby County, amén de la de la Fiorentina italiana, que pagó por su traspaso 1,8 millones de libras (algo más de dos millones de euros) en 2019. Ha vestido en 32 ocasiones la camisola de las categorías “sub” de la histórica selección de Inglaterra. Con todo ese bagaje pone cara de extrañeza cuando se le cuestiona si jugar en la Balona supone un paso atrás en su carrera. “Para nada”, responde en su idioma. "Es un reto".

Bobby Frederick Duncan es mucho más que el primo de toda una leyenda como Steven Gerrard (el actual entrenador del Aston Villa) como trató de hacer ver algún medio de alcance nacional cuando la Balompédica pudo por fin anunciar su fichaje. De la relevancia de esa contratación valga como ejemplo una anécdota: días antes, cuando este medio adelantó que el conjunto de La Línea tenía apalabrada su contratación algún compañero de profesión afirmó que a los redactores de este medio se les había “ido la cabeza”. “¿Cómo va a jugar Bobby Duncan en la Balona si tiene un valor de 800.000 euros en Transfermarkt que es la mitad del presupuesto del equipo?”

Lo cierto es que el atacante ya luce el ocho de los balonos. Es una firmísima promesa del balompié británico, al que han castigado las lesiones y alguna mala decisión. De la mano del presidente Raffaele Pandalone, de su representante en España y de su padre, que más que protegerle le miman, está decidido a hacer bueno aquel titular de la prensa de su país que le aventuraba como el futuro nueve de la selección inglesa. Introvertido, respetuoso pero también ambicioso, está seguro de que podrá hacer ver su mejor versión vestido de blanco y negro.

Cuentan los mentideros que Bobby Duncan estaba llamado a enrolarse en la Balona antes o después. Hace un par de años, en la etapa en la que Antonio Calderón se sentaba en el banquillo, su cesión estuvo a puntito de cerrarse. Pero los malditos flecos impidieron que se concretara. Ahora “han encajado” las circunstancias, según los términos que emplea el propio interesado. Se le ve implicado y convencido de que pertenece a un equipo que puede “hacer una muy buena temporada”, que será mejor si él logra dar ese paso adelante con el que tanto sueña.

“¿Un paso atrás jugar en Primera Federación y en la Balona? Para nada. Yo no lo considero así”, sentencia con vehemencia el atacante.

“España, junto con Inglaterra, es el mejor fútbol del mundo, es una gran oportunidad para volver a demostrar lo que puedo hacer”, advierte. “Tengo que responder a la confianza que depositó en mí el presidente, Raffaele Pandalone, Miró por mí para un proyecto muy bonito, es un reto para mí y vengo a dejar claro lo que valgo, luchar por minutos y dar lo mejor para el equipo. Quiero demostrar y demostrarme lo que valgo y ojalá eso sirva para que el equipo tenga una temporada llena de éxitos”.

"Un amigo en común nos puso en contacto con Pandalone... y las cosas sencillamente encajaron"

“La verdad es que hace un par de meses no me había siquiera planteado jugar en la Balona, pero sucedió a través de un amigo en común, que nos puso en contacto con Pandalone, tuvimos una reunión y las cosas... sencillamente encajaron”, explica con naturalidad.

“Todo ayuda y a mí siempre me ha gustado el fútbol español, pero también la cultura de su gente, pasé muchos años de mi infancia en España, este país es como un segundo hogar para mí y eso me ha ayudado a tomar esta decisión”, abunda.

Duncan es consciente de que en los pocos minutos disputado hasta ahora a las órdenes de Alberto Monteagudo no ha podido transmitir todo el fútbol que lleva dentro. Sabe que tiene que tirar de paciencia, pero promete “hacer goles, asistencia y dar mucho trabajo para el equipo”.

“Cada día que pasa estoy más feliz de haber tomado esta decisión”, acaba, convencido. “Hemos hecho ya varios entrenamientos, hemos jugado un par de partidos y sé que la Balona cuenta con muy buenos jugadores. Estoy convencido de que podemos hacer una muy buena temporada”.