Las muertes por calor en Andalucía doblan ya la cifra del pasado verano
Los fallecimientos se concentran en las semanas de la ola de calor de agosto
Casi dos de cada tres casos han sido mujeres
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El calor y el frío extremos sirven también como empujones a la muerte. Este verano ha sido un ejemplo más. El número de fallecimientos atribuibles a las altas temperaturas ha sido en Andalucía de 303 personas desde la primera semana de junio hasta ayer, 31 de agosto. Esta cifra supone el doble que todo el pasado periodo estival de 2024, cuando perecieron 147 personas.
Las dos olas de calor del verano han sido determinantes. Así lo ha detectado el Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo) que publica el Instituto de Salud Carlos III. En el análisis de Andalucía se aprecia que los fallecimientos se han concentrado desde el 23 de junio al 6 de julio, cuando se produjeron 79 muertes, y desde el 11 al 24 de agosto, cuando murieron 159 andaluces. Son justo los dos periodos inmediatamente posteriores a las olas de calor de este verano.
El día que el calor propició el fallecimiento de más andaluces fue el 18 de agosto. Aquel día dieron el último suspiro en la comunidad autónoma 13 personas. Ha sido la jornada más aciaga en varios años a causa de unas temperaturas que en muchos puntos de Andalucía alcanzaron los 45 grados y rara fue la comarca cuya máxima bajó de los 40 grados. Habría que retroceder al 15 y al 18 de julio de 2022 para registrar una marca tan elevada de fallecimientos. Aquel verano, el de 2022, ha sido el estío más luctuoso desde 2019, con 447 muertes, seguido del de 2023 (397).
El sexo femenino es más vulnerable
De las estimaciones de fallecimientos por las altas temperaturas que publica el Instituto de Salud Carlos III cabe destacar varios datos más, algunos de ellos significativos. En primer lugar, que como es de esperar, la inmensa mayoría de las muertes se producen en la población con más de 65 años. Este año, según los datos señalados, alrededor del 97% de los 303 andaluces muertos había cumplido la simbólica de la jubilación.
En segundo lugar, que las altas temperaturas afectan más a las mujeres que a los hombres en los últimos momentos de vida. Que 190 de los fallecimientos se hayan registrado en el sexo femenino supone una proporción que se acerca a los tercios del total. Esa proporción se repite desde 2019 en Andalucía.
El frío es más peligroso para los andaluces
Es dable subrayar también que no son los andaluces, ni por asomo, las personas que más padecen el calor hasta el punto de recibir la puntilla de la muerte. El número de catalanes muertos este verano (666) más que duplican a los ocurridos en Andalucía. También ha sido mayor el número en Madrid (591), Galicia (391), Valencia (391) y Castilla y León (351). Los especialistas en Salud Pública achacan esta realidad a la preparación histórica de los hogares andaluces ante las olas de calor, de ahí la importancia los aparatos de aire refrigerado, ventiladores o los sistemas de ventilación cruzada en el interior de los inmuebles.
Es ésa la razón por la que, al contrario, las muertes atribuibles al frío suelen ser más numerosas que las achacables al calor. Es el motivo por el que, sin ir más lejos, este verano han sido 303 andaluces muertos y el último invierno fueron 469 personas las que fallecieron a causa de las bajas temperaturas, bajas extremas.
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