La verdad de los mayas

Occidente ha atribuido a los antiguos mayas la profecía de que hoy tendrá lugar el fin del mundo. Si está usted leyendo esto habrá podido confirmar que se trata de un pronóstico errado. Los mayas, en realidad, jamás predijeron tal cosa. Lo cuentan los propios mayas, los actuales. Todo lo sucedido ha sido una distorsión alimentada por el morbo del apocalipsis.

Es la valoración de una persona que ha sabido y ha querido escuchar a los mayas. Y lo ha hecho. La de Curra Berrocal, la presidenta de la asociación algecireña Gaia. Berrocal ha estado con Gaia en una acción de voluntariado en Guatemala, la antigua Mesoamérica. Y allí ha podido conocer la verdad de un pueblo indígena que lucha por sus derechos, lo que de verdad se esconde tras el oráculo cliché.

En concreto Gaia trabajó con mujeres de la localidad de Patzún, donde el 95% de la población es indígena maya. Ofreció formación en masaje relajante y en empoderamiento femenino, esto es, el proceso por medio del cual las mujeres incrementan su capacidad para configurar sus propias vidas, una suerte de concienciación sobre sí mismas y de su estatus. Se visitaron diferentes comunidades indígenas.

"La experiencia ha sido maravillosa porque en la convivencia hemos compartido la cultura maya, en estos días tan cuestionada", explica Berrocal. "Nuestra visión, después de aprender muchas cosas de su espiritualidad, es que es un pueblo con grandes conocimientos", añade. "Y por supuesto no dicen que el día 21 de diciembre se acaba el mundo", remata.

"Es un pueblo que ha sufrido recientemente una guerra civil y que tiene una herida muy reciente. El pueblo indígena maya ha luchado por tener derechos en un sociedad en la que son mayoría y creo personalmente que se lo merecen", también indica la presidente de Gaia.

Por cierto, que lo de fin del mundo tiene que ver con uno de los calendarios mayas. Está dividido en periodos que se llaman baktun. Lo que ocurre hoy, lo que ha sucedido, es que se ha pasado del baktun número 13 al 14. Una especie de cambio de año, o década, para nosotros. Lo saben los expertos en la civilización maya. Y los propios mayas. Sólo había que escucharlos y conocerlos, como ha hecho Gaia, preocupada por el futuro de este pueblo, un futuro que, por qué no, puede empezar un día como hoy.