El otro tiempo de la catedral

Durante más de un siglo estuvo marcando, minuto a minuto, el devenir de la Catedral. Desde lo alto de la torre, fue testigo en su tiempo del rezo de las horas de los canónigos y, más tarde, de las celebraciones más solemnes, de la llegada de nuevos obispos y de diversos hechos o momentos históricos. Por eso, el antiguo reloj de la Catedral se ha ganado por derecho propio formar parte del museo que expone buena parte del patrimonio que durante siglos han atesorado los canónigos gaditanos. En la Casa de la Contaduría podrá verse dentro de poco el mecanismo que hacía andar las manillas del reloj de la Torre de Levante antiguamente.

La pieza está siendo intervenida actualmente en Algeciras, en el Departamento de Ingeniería Industria y Civil de la Escuela Politécnica Superior. A finales del año 2010, el reloj fue desmontado de su emplazamiento original por el mal estado que presentaba. Después de un proceso de intervención a cargo del reconocido relojero José Luis Pavón y el ajustador José Martí, en septiembre del año siguiente la pieza volvió a funcionar. Eso sí, ya sería a través del motor eléctrico que se instaló en 1996, y no con el sistema original.

Estas piezas originales quedaron entonces en ese departamento de la Universidad de Cádiz. Hasta que hace unos meses se retomaron los trabajos, que se van a limitar a la limpieza, resanado y adecentamiento, podría decirse, de las piezas que conformaron en su día la maquinaria que marcó el paso del tiempo en el templo referente de la diócesis.

Diego Navarro, técnico adscrito a ese departamento, lidera estos trabajos que tienen como fin exponer la maquinaria en el museo de la Catedral. No en vano, la pieza que actualmente se encuentra en Algeciras estuvo funcionando desde 1851 hasta los años sesenta del siglo pasado, aproximadamente, por lo que tiene su valor. Navarro destaca que la mayoría del mecanismo está realizado con forja, incluyendo también piezas de metal y de bronce.

Por el momento, la actuación permitirá que esta pieza del siglo XIX no acabe perdiéndose ni olvidándose, al recibir ahora este tratamiento y pasar a formar parte -se prevé que a partir del próximo mes de enero- de una de las salas del museo catedralicio para que pueda ser contemplado por los visitantes y conocer de esta forma cómo funcionó en otro tiempo el reloj de la Torre de Levante.

En un futuro, la intención o el deseo sería poder restaurar a fondo la maquinaria de 1851 y volver a ponerla en funcionamiento, una operación que por su elevado coste no se puede afrontar actualmente.

Diego Navarro, por tanto, está inmerso ahora en la limpieza de todas las piezas y en el arreglo de las partes de metal y bronce que se mezclan con la forja. Más adelante realizará dos o tres reparaciones que son necesarias y aplicará un barniz especial contra el óxido a toda la maquinaria. Por último, realizará un soporte que permita elevar el reloj para que en la exposición en el museo quede a la vista del público y pueda también colgar el péndulo tan característico de estas piezas.

Y finalizados todos estos trabajos en la Escuela Politécnica de la UCA en Algeciras, la maquinaria llegará a Cádiz para formar parte del catálogo del museo de la Plaza de Fray Félix, mostrando a los visitantes el otro tiempo que marcó minuto a minuto el devenir de la historia de la Catedral gaditana.