El sello de un artista callejero

Hay un grafiti en Algeciras que llama la atención sobre el resto. No es un dibujo realizado con aerosoles al uso, es mucho más original que eso y sorprende por su sencillez. Se trata de un dibujo que lleva tiempo en una esquina de Gesto por la Paz.

Una pared blanca inmaculada sirve de lienzo para el retrato de un hombre con bigote que además está enmarcado. No tiene firma por lo que su autor es desconocido. Para la gente que circula por esta zona puede pasar desapercibido pero cuando se fijan ya no pueden dejar de observarlo. Sin duda, es como una pequeña obra de arte que engrandece el trozo de pared donde está expuesta.

Ahora que tanto se habla de Bansky, el artista callejero que causa sensación en todo el mundo, parece que hay un Banksy algecireño, salvando las distancias. La popularidad de este artista británico se ha disparado a límites insospechados. Es desconocido y sus dibujos no dejan indiferente.

El Diccionario de la Real Academia incluye grafiti como artículo nuevo en el avance de la vigésima tercera edición y lo define en su segunda acepción como letrero o dibujo circunstanciales, de estética peculiar, realizados con aerosoles sobre una pared u otra superficie resistente. De esta forma, este arte salta de las paredes y edificios a la Real Academia de la Lengua y de ahí vuelve a pie de calle. La mayoría de los grafitis son firmados con seudónimos por eso de que los bandos municipales multan a sus autores. Muchos prefieren no desvelar la autoría aunque sea falsa. Son los que juegan al despiste y eso es lo que triunfa en este mundillo, y si no que se lo digan a Banksy, el grafitero más famoso del mundo, que fue nominado a los Oscars en 2010 por su documental Exit Through the gift shop y supuestamente fue quien causó un revuelo pintando en una pared de Los Ángeles a un grupo de soldados de La Guerra de las Galaxias custodiando un Oscar que era la imagen del artista de Bristol.

En Algeciras hay grafitis en un sinfín de paredes muertas que resucitan para bien o para mal con estos dibujos. No obstante, ni los dibujos ni los mensajes llaman mucho la atención de los transeúntes. Como el arte callejero debe despertar el interés de quien lo admira, el de la esquina de Gesto por la Paz es un sencillo y buen ejemplo de ello. Se desconoce su autor pero no importaría saber qué le motivó a hacerlo.

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