La segunda mano como alternativa

Algunas asociaciones como la algecireña Betel recoge y vende artículos usados con fines benéficosl diversidad Ofrecen un amplio abanico de productos, desde ropa a mobiliario, pasando por electrodomésticos o antigüedades

Algunos productos de la tienda que regenta la asociación Betel en Algeciras.
Algunos productos de la tienda que regenta la asociación Betel en Algeciras.
M. C. Estévez / Algeciras

31 de julio 2011 - 01:00

Los productos de segunda mano suponen una alternativa a las compras habituales que cada vez resulta más atractiva para algunos consumidores. Los hábitos de consumo cambian y prueba de ello es el aumento en la venta de segunda mano. La población entendía que los artículos usados estaban destinados para los desempleados o las familias con escasos recursos.

En el Campo de Gibraltar la presencia de estos locales representan un porcentaje muy reducido. Algunas asociaciones organizan rastrillos para recaudar fondos. Otras, como la asociación de Algeciras Betel, ofrecen una salida a las personas con problemas de exclusión social. La entidad cuenta con dos rastros en la localidad donde venden los muebles que los vecinos donan. A posteriori, los restauran. Todo el dinero que obtienen va en beneficio de aquellos vecinos con problemas de drogadicción que quieren cambiar su situación. Una usuaria destacó el escaso coste de las prendas.

Otro ejemplo es Ambaes que hace 10 años fundó su propia empresa para la venta de muebles usados. La entidad llegó a un acuerdo con los propietarios del mobiliario para repartir las ganancias con los propietarios.

Cáritas también cuenta con tiendas para la venta de ropa usada en buen estado y limpia, en aras de lograr dinero para fines benéficos.

Pero existen otras alternativas como las empresas que se lucran de la compra y venta de productos. Muchas personas han visto en este tipo de venta una opción para ganar dinero y emprender su propio negocio. Actúan de intermediarios facilitando una plataforma de intercambio. Aquellos que atraviesan una situación económica complicada venden los artículos en usufructo para conseguir un colchón económico.

Los consumidores pueden, o bien ir a tiendas especializadas, o comprarlos en los mercadillos. Las ofertas en Internet alcanzan cotas de compra superiores a las de años anteriores. Numerosos usuarios aprovechan la gran difusión de la red para promocionar aquello que ya no utilizan y quieren desprenderse.

Los comerciantes ofrecen un amplio catálogo a buen precio. Los puntos de venta suelen llevar a cabo un riguroso control para determinar en todo momento la procedencia de los productos y evitar la venta de artículos sustraídos.

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