Ataque yihadista en el corazón de Algeciras

El sacerdote herido en Algeciras: "La mano de María Auxiliadora me ha salvado la vida"

  • "Yo estaba oficiando la eucaristía cuando entró ese hombre. No gritaba, pero le vi la mala intención", relata Antonio Rodríguez, vicario parroquial de San Isidro, tras recibir el alta hospitalaria

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El sacerdote Antonio Rodríguez con sus compañeros en la casa Salesiana de Algeciras

El sacerdote Antonio Rodríguez con sus compañeros en la casa Salesiana de Algeciras / E.S.

Antonio Rodríguez Lucena, vicario parroquial de San Isidro de Algeciras, no tiene duda de que "la mano de María Auxiliadora" fue la que evitó que falleciera en el ataque yihadista que sufrió la tarde del miércoles mientras oficiaba la eucaristía en la parroquia de San Isidro.

Tras ser herido, el cura de 74 años de edad fue ingresado y operado en el Hospital Punta Europa de Algeciras, pero este mismo jueves ya recibió el alta médica. Ya en el seno de la comunidad salesiana, donde se repone, Antonio Rodríguez rememoró lo ocurrido en declaraciones al programa radiofónico Herrera en Cope. Así, explicó que estaba oficiando la eucaristía cuando vio a este joven marroquí acceder a la iglesia y dirigirse hasta el altar. "No gritaba, pero le vi la mala intención", resumió el sacerdote salesiano.

El padre Antonio no recuerda en qué momento fue agredido con el machete pero sí que fue en mitad de la iglesia. Y en ese momento optó por huir, buscando el exterior de la iglesia, que da a la plaza de San Isidro. Y explica que el agresor ni atacó al resto de los feligreses que estaban en ese momento asistiendo a misa, ni intento rematarle

Antonio Rodríguez de vuelta en la casa salesiana Antonio Rodríguez de vuelta en la casa salesiana

Antonio Rodríguez de vuelta en la casa salesiana / E.S.

Pasadas unas horas tras el ataque y ya con el alta hospitalaria en la mano, Antonio Rodríguez lanzó un  mensaje de tranquilidad al ser preguntado por su estado: "Me queda un poquillo de sustillo, pero he visto la mano de María Auxiliadora y de San Juan Bosco salvándome la vida". Y explica que el ataque le causó heridas en el cuello, pero sin tocar ninguna arteria esencial que pusiera en peligro su vida.

A partir de ahora lo que le toca es descansar, algo que agradece pero sólo hasta cierto punto: "Yo estoy perfectamente bien, aquí descansando. Pero ahora vienen días ajetreados y voy a tener que dejarle mucho trabajo a mis compañeros de la comunidad salesiana", recalcó. 

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