El puente de la Conferencia

Cuando Algeciras fue elegida en 1905 como sede para la celebración de la Conferencia Internacional sobre Marruecos, la construcción de un nuevo puente sobre el río de la Miel fue considera una obra prioritaria, puesto que el del Cristo de un solo ojo (luego llamado Puente Viejo), que presentaba varios escalones en sus dos frentes (véase la fotografía panorámica con los dos puentes) no permitía el paso de carruajes desde los hoteles y mansiones ubicadas en la zona meridional de la ciudad donde se hospedaban los delegados de las naciones participantes.

En la sesión del 18 de octubre de 1905 el alcalde exponía la necesidad de construir "un puente de hierro en el lugar del antiguo de mampostería…., porque es sabido que el indicado puente es el que ha de facilitar a los carruajes el interrumpido acceso a los principales hoteles y a las casas construidas en la parte sur de la ciudad". La Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras se comprometió a donar los materiales necesarios para la construcción del puente cuyo proyecto se debió al Ingeniero Jefe de la Provincia, Enrique Martínez, en tanto que el Ayuntamiento aportaría 11.269 pesetas para los gastos derivados de las obras.

Entre los meses de noviembre de 1905 y mediados de enero de 1906 se construyó el llamado puente de la Conferencia mediante una estructura de hormigón armado enrasada con los márgenes del río sobre vigas metálicas y con pretiles abalaustrados decorados con macetones sobre pilastras.

Sin embargo, el nuevo puente pronto iba presentar problemas. El 3 de abril de 1914 el Alcalde ordenó suspender el tráfico por el puente por el mal estado en que se encontraba. La reparación, valorada en 1.800 pesetas, fue realizada por la Junta de Obras del Puerto.

Pero, entretanto que se procedía a la redacción del proyecto del nuevo puente y se llevaban a cabo las obras de construcción del mismo, la Junta ordenó al Ingeniero Director que presentara una solución de urgencia para comunicar ambas orillas del río. El redactor del proyecto justifica la necesidad de tender unas pasarelas provisionales para que no estuvieran aislados el centro de la ciudad y el muelle de la Galera con respecto al barrio meridional donde se ubicaban la Estación del Ferrocarril, el muelle de Madera y los principales hoteles.

La pasarela peatonal, situada aguas abajo, delante el hotel Anglo Hispano, que estaba sostenida por pilotes, constaba de tres tramos, los laterales de 2 metros de ancho y 5,50 metros de luz y el central de 1,60 metros de ancho y 6,50 metros de luz. La segunda, más ancha y resistente en la que se utilizaron las vigas de hierro recuperadas del arruinado puente de la Conferencia con el añadido de un piso de madera, se colocó sobre los estribos del mismo puente una vez demolido. El costo total de las dos pasarelas proyectadas era de 10.086 pesetas. Existe constancia de haberse terminado ambas en abril de 1921.

El 22 de junio de 1922 se presentó el proyecto de construcción de un puente de mampostería en sustitución del demolido de la Conferencia. Su autor fue Juan Menéndez Campillo, Ingeniero Subdirector del Puerto. El lugar elegido era el mismo que había ocupado el puente antiguo, pues se consideraba que esa ubicación favorecía la comunicación de la Estación del Ferrocarril y el muelle de Madera con la población a través de las calles Alameda y Almodóvar del Río.

El tipo de puente adoptado era el de un arco parabólico de hormigón armado, rebajado al 1/10, con tímpanos macizos, bóveda continua y aceras en parte voladas. Los cimientos serían de hormigón hidráulico, los estribos de mampostería ordinaria con mortero hidráulico y el resto de hormigón armado. La forma parabólica de arco rebajado con una luz de 21 metros era una solución que oponía menos resistencia a la corriente en caso de avenidas violentas y que, por tanto, evitaba los peligros de sufrir desperfectos estructurales como los del puente anterior. Una balaustrada calada constituida por ocho tramos separados por pilares de sección cuadrada remataba ambos laterales proporcionando una sensación de levedad al conjunto.

En la sesión de la Junta celebrada el 10 de febrero de 1923 el Director del Puerto, Cástor Rodríguez del Valle, informó a la Comisión Portuaria que se estaba acometiendo el replanteo de las obras en el muro de encauzamiento en ambas orillas. En noviembre informaba a la Junta haber sido desmontadas las pasarelas provisionales en evitación de accidentes por el mal estado en que se encontraban. Las obras del nuevo Puente de la Conferencia se prolongaron a lo largo de tres años, estando finalizadas en el verano de 1926 cuando se abrió al tráfico de carruajes y de personas.