Portadas de los edificios antiguos de Algeciras (II)

Observatorio de la Trocha

El centro de la ciudad cuenta con numerosos ejemplos de arcos de medio punto y arcos escarzanos

Portadas de los edificios antiguos de Algeciras (I)

La portada de Villa Smith.
La portada de Villa Smith.
Juan Carlos Martín Matilla

12 de enero 2024 - 02:00

Portadas con arcos de medio punto

En las casas Nº 4 de la calle Muñoz Cobos y en la Nº 8 de la calle Colón se han construido sendas portadas con jambas y arcos de medio punto, que remedan a las tradicionales. Sus arcos y jambas no son de piedra, sino simplemente de cemento que imitan las antiguas decoraciones. Es de destacar que la puerta de la casa Nº 8 de la calle Colón tiene decoradas las jambas con azulejos policromados y vidriados de motivos florales. También se construyó una nueva puerta en la casa Nº 20 de la calle General Castaños, imitando la original.

La puerta del edificio que es sede del Ayuntamiento de Algeciras muestra unas líneas clásicas muy simples. El vano está enmarcado por jambas con gruesos sillares de piedra y su arco de medio punto lo forman robustas dovelas del mismo material. Hasta 1979, en la clave de este arco había unos azulejos con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Los faroles originales que flanquean la portada, de hierro fundido, fueron eliminados en 2003 y sustituidos por otros fabricados en serie, sin ningún valor. Hace poco tiempo han sido instalados unos que imitan a los originales. Lo que es de agradecer.

La portada del Ayuntamiento de Algeciras.
La portada del Ayuntamiento de Algeciras.

La puerta del edificio Nº 17 de la calle Tarifa (el Edificio de la Botica) presenta un alto zócalo de piedra que llega a la mitad de la altura del vano; a partir de aquí dos baquetillas de azulejos blancos vidriados que enmarcan una cenefa de otros policromados con diversos dibujos orlan el vano y el arco de medio punto que lo cierra por la parte superior.

La casa 17 de la calle Tarifa.
La casa 17 de la calle Tarifa.

En el edificio Nº 15 de la calle Ruiz Zorrilla, de los años veinte del pasado siglo, y que quedó sin concluir, se abre una gran portada, que muestra un notable clasicismo. Dos grandes pilastras cuyos capiteles lo forman varias fajas de sección escalonada enmarcan un gran vano cerrado por la parte superior por un amplísimo arco de medio punto, cuya luz está adornada por una artística rejería de hierro fundido. Estas dos pilastras sostienen un entablamento con arquitrabe ,friso y cornisa. Todo el conjunto se mantiene en ladrillo visto, ya que el edificio no llegó a terminarse nunca.

En el edificio de la Aduana, sito en la avenida de la Hispanidad, de mediados del siglo XX, se encuentra una elegante portada de cierta monumentalidad, de inspiración renacentista. Dos pilastras de piedra sobre las que se levanta el entablamento formado por arquitrabe, friso y cornisa flanquean la puerta. Esta posee un arco de medio punto con la clave resaltada, apoyado sobre las impostas de sus jambas, también de piedra. Sobre la cornisa se extiende un frontón partido con molduras y en cuyo centro se abre un balconcillo cuya barandilla se apoya sobre una repisa en forma de concha convexa. Las dos pilastras se prolongan sobre el frontispicio hasta el entablamento del piso superior. El vano del balconcillo se enmarca entre gruesas molduras adornadas con una especie de casetones.

La Aduana de Algeciras.
La Aduana de Algeciras.

El edificio Nº 6 de la calle Pescadería, demolido en 1991,contaba con una portada con arco carpanel, formado por ladrillos que imitaban dovelas, pintados con alternancia de los colores azul y amarillo.

Portadas con arcos escarzanos

El arco escarzano como el carpanel, que dibuja una semielipse, es una variante del arco de medio punto muy rebajado. En nuestra ciudad abundaron los edificios con este tipo de arco en sus vanos.

El antiguo hospital de la Caridad, actual Museo Municipal, cuenta con una portada abierta en la calle Teniente Miranda en 1930, con gruesas jambas y arco de piedra, adornados con una fina baquetilla; las impostas lucen molduritas con motivo floral y en la clave del arco destaca la inscripción: “H.M. JUNIO 1930”, alusiva a la fecha de construcción de la ampliación del edificio.

En el edificio Nº 1 de la calle Teniente García de la Torre, esquina con la de Joaquín Costa (antiguo Hotel Rit) se puede ver una portada cuyo arco escarzano y jambas se decoran con una gruesa moldura de sección escalonada. Hago mención de ella por ser la única de estas características que se mantiene en la ciudad.

Entre las portadas con arcos escarzanos adornados por entablamentos, con molduras, frisos y cornisas; en primer lugar, debo citar la portada principal de la capilla de Nuestra Señora de Europa. De estilo barroco, la puerta se abre con un arco escarzano y flanqueada por dos gruesos contrafuertes de sección curva, con pilastras rehundidas que lucen varios elementos decorativos, entre ellos medallones sin terminar de labrar. El arco muestra en su clave la cabeza e incipientes alas de un querubín en altorrelieve en el centro de una gran moldura en forma de ala de mariposa con volutas. Sobre el relieve del querubín discurre una cornisa que sostiene una hornacina con cupulilla en forma de venera.

La portada de la villa Nº 34 de la calle Patriarca Doctor Pérez Rodríguez, demolida en 1990, estaba enmarcada por dos pilastras de sección escalonada en sus lados, coronadas por una ancha cornisa con molduras de varias fajas que se continuaba por encima de su arco escarzano. Sobre él, un frontón alabeado partido, con gruesas molduras, en cuyo centro se abría un óculo. Un copete de perfil sinuoso remataba la fachada.

La casa 28 de la calle Regino Martínez.
La casa 28 de la calle Regino Martínez.

La portada del edificio que antaño fue sede la de subdelegación del Banco de España y, actualmente acoge dependencias municipales, en la calle Regino Martínez, muestra un bello ejemplo del estilo modernista original del edificio, muy modificado posteriormente; luce un artístico friso rematado por una fina cornisa y decorado con relieves a modo de grutescos y volutas con el rostro de un animal en bajorrelieve en su centro. La puerta está flanqueada por dos pilastrillas sobre sendos medios plintos, resaltados por delgados paneles, rematadas por unas molduritas a modo de capiteles con caireles.

La casa modernista Nº 38 de la calle Emilio Castelar, demolida en 2002, presentaba el vano de su puerta, con el arco escarzano adornado con un friso con relieves de diseño vegetal y rematado por una delgada cornisa; las jambas del vano se adornaban con molduras a modo de pilastrillas de fuste acanalado, con molduritas a modo de capiteles, que se apoyaban en un alto zócalo decorado con molduras que imitaban el almohadillado de unos sillares.

La portada del edificio Nº 10 de la calle General Castaños, muy deteriorado, basa su decoración en una gran moldura que enmarca la puerta; sobre su arco escarzano se desarrolla un entablamento coronado por una fina cornisa festoneada y decorada con palmetas tanto en el centro de la parte superior como en los extremos inferiores, que se embellecen con estrellas en la parte alta. En el centro del entablamento destaca un dibujo geométrico y sus jambas se decoran con gruesas molduras acanaladas apoyadas sobre un zócalo revestido de baldosines de color grisáceo con vetas, de los que quedan unos pocos en su extremo derecho.

Para concluir este reportaje me referiré a aquellas portadas con soportales. Son muy pocas las que podemos encontrar en Algeciras. Uno de los elementos que confieren mayor distinción a los edificios son los soportales o pórticos que adornan sus fachadas. El origen más remoto de estas estructuras arquitectónicas se remota al mundo grecorromano. A lo largo de la historia de la arquitectura se han ido empleando para ennoblecer las construcciones y han llegado hasta la actualidad.

En el edificio del Hotel Reina María Cristina, de estilo colonial inglés, que data de 1901, pero reconstruido en 1930, podemos apreciar en su entrada principal un elegante soportal con arcos de medio punto adornados por gruesas molduras radiales a modo de dovelas. Estos arcos se apoyan en cinco columnas de orden toscano; actualmente los vanos están cerrados por cristaleras. Sobre este soportal se abre una amplia terraza, reformada en los últimos años.

La entrada al Hotel Reina Cristina.
La entrada al Hotel Reina Cristina.

En el edificio de la antigua Villa Smith, hoy sede la Mancomunidad de Municipios, contemporáneo del anterior, que se encuentra enclavado dentro del parque de las Acacias, podemos ver en la fachada principal un soportal compuesto por dos arcos de medio punto, adornados con molduras de varias fajas, sostenidos por una columna de orden toscano en su centro, y dos pilastras prismáticas adosadas a los muros laterales. En la fachada posterior, orientada al Este, se abre otro pórtico del mismo estilo, con tres arcos sostenidos por dos columnas en el centro y dos pilastras laterales. Sobre este soportal discurre una cornisa sobre la que se levanta la balaustrada de la terraza superior. Los balaustres no son los originales, sino que fueron colocados en una reforma a mediados de los años setenta del siglo pasado para sustituir a los originales de forma más prismática. Guarda gran semejanza con el edificio donde antes se encontraba el Ayuntamiento de La Línea de la Concepción, hoy Museo de Cruz Herrera, en los jardines Saccone.

La portada de Villa Smith.
La portada de Villa Smith.

En el edificio de los pabellones militares de suboficiales, situado en la avenida Virgen del Carmen, a los pies de la colina donde se levanta el edificio de la Escuela de Arte, el cual data de mediados del siglo XX, se encuentra un pórtico que sobresale con respecto al paramento de la fachada; en él se abren dos arcos de medio punto, sin molduras decorativas, sobre los que discurre una amplia cornisa de varias fajas que sirve de soporte al pretil de la terraza superior, formado por celosías de ladrillo y decorado con tres bolas, una a cada extremo y otra, en medio. En la parte inferior destaca un gran zócalo de lascas de piedra.

El elegante edificio de la Comandancia de Marina, de principios de los años sesenta del siglo pasado, presenta un soportal, de líneas clásicas, formado por cuatro medias columnas de estilo toscano, adosadas a sendas pilastras. Sobre ellas se sustenta el entablamento, con arquitrabe, friso y cornisa, que sirve de apoyo al amplio balcón corrido del piso superior. En los intercolumnios se abren tres arcos de medio punto constituidos por dovelas apoyadas en impostas y jambas. Las columnas descansan sobre plintos sin decoración. Muy parecida es la portada del edificio de la Asamblea Legislativa de Gibraltar.

En el edificio de la antigua Junta del Puerto, en el paseo de la Hispanidad, de mediados del siglo XX, destaca un amplio soportal con seis robustas pilastras de ladrillo visto y dos semipilastras adosadas al paramento del edificio, sobre ellas descansa el entablamento, con arquitrabe, friso y cornisa sobre la que sobresale un tejadillo bastante volado, cubierto de tejas. Este gran pórtico, que avanza con respecto al paramento, sirve de base a la terraza del piso superior, cuyo pretil tiene celosías de ladrillo. Las seis pilastras y las dos semipilastras se sustentan sobre un plinto revestido de lajas de piedra. Destaca la pequeña escalinata que da acceso al interior del soportal. En él se recuperan elementos de la arquitectura tradicional, somo las tejas y el ladrillo visto.

En el edificio de los sindicatos, sito en la avenida de las Fuerzas Armadas, nos encontramos con un amplio soportal adintelado, sobre dos pilastras exentas y otras dos adosadas al muro en ambos extremos. Tanto las pilastras como el dintel están decoradas con molduras en forma de paneles y de dovelas, respectivamente. Esta construcción data de principios de los años sesenta del siglo XX, de claro estilo funcional. Como nota curiosa, su fachada lucia originalmente un revestimiento de ladrillo visto, que años más tarde fue pintado de blanco. Para finalizar este recorrido por los pórticos de nuestra ciudad, comentaré los de dos edificios del siglo XX: El del edificio de Justicia de la plaza de la Constitución, de 1983, de estilo racionalista. Consiste en un gran soportal, con dos pilastras revestidas de marmolina; las paredes de su interior están cubiertas con azulejos policromados vidriados. La puerta de acceso al interior se abría a la izquierda, pero tras una reforma, se construyó en el frente. El otro es el de la sede la APBA, de 1995, en el paseo de la Hispanidad. De estilo racionalista y funcional, muestra dos sencillas columnas cilíndricas de metal y destaca su amplia escalinata de acceso.

Juan Carlos Martín Matilla es licenciado en Filología, vocal de Patrimonio de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la Sección 2ª Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura del Instituto de Estudios Campogibraltareños

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