Las pértigas en pesca salvan tortugas

La formación y tener los materiales adecuados son las herramientas imprescindibles para evitar que la pesca accidental de animales merme la población de especies que puedan estar en peligro de extinción. En Algeciras ya están concienciados porque, además, los patrones de los palangreros con base en el puerto de Algeciras Torreblanquilla y Arcángel San Rafael recibieron hace poco formación para ayudar a la recuperación de tortugas bobas (caretta caretta).

Técnicos de la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM), contratada por la Fundación Biodiversidad, ofrecieron una jornada formativa a los pescadores para minimizar el impacto que la pesca accidental tiene sobre las tortugas marinas con el objetivo de preservar esta especie en extinción. Además de formación, se les entregaron materiales para ayudar al corte del sedal.

Las jornadas de formación ya han pasado por Galicia, Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia y ahora también Andalucía, donde han pasado por Garrucha, Almería, Roquetas de Mar, Adra, Motril, Estepona, Algeciras, Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda. En todos estos puertos mostraron cómo liberar las tortugas atrapadas en las redes a las tripulaciones de unas 500 embarcaciones en total.

Desde la Fundación CRAM contaron que la problemática principal que pone en peligro la supervivencia de las especies de tortugas marinas es la captura incidental por el arte de pesca de palangre. La tortuga muerde el anzuelo en busca de alimento y queda enganchada, de forma que si el pescador la iza a bordo de la embarcación, puede causarla lesiones severas. Si el pescador corta el sedal, dejando un margen de hilo considerable, la tortuga puede tragárselo y producirle lesiones intestinales hasta causarle la muerte. Para evitarlo, los técnicos de la fundación han facilitado los conocimientos y unas pértigas para cortar sedales a ras de boca y liberar al animal sin subirlo a la embarcación. Las pruebas realizadas han puesto de manifiesto que el anzuelo que queda clavado en la boca no pone en peligro su supervivencia y con el tiempo lo acaba desprendiendo.

Hace algún tiempo, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía también distribuyó pértigas entre los pescadores con el mismo objetivo del proyecto Life+ Indemares.

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