Algeciras ha perdido a uno de sus hijos predilectos y la Cultura del país a uno de sus más grandes creadores: cantaor flamenco, recuperador de cantes antiguos, compositor de más de 1.500 canciones, novelista, poeta, humorista, articulista y hasta filósofo, el legado de Florencio Ruiz Lara, Flores, el gaditano o Flores de Algeciras, no tiene parangón posible con nadie.

En el ámbito del flamenco fue un renovador valiente y osado y en el plano literario, desgraciadamente menos conocido, ha sido un hombre orquesta, que nos ha donado monumentales novelas de cortes muy distintos: western, novela social, novela religiosa, novela humorística y costumbrista, todas ellas cargadas de moralejas y consejos éticos y morales. Nos ha legado grandiosos poemarios llenos de sentimiento y emoción; nos ha regalado libros misceláneos llenos de chistes, reflexiones, proverbios, anécdotas, dibujos, poemas y testimonios de su intensa vida; nos ha legado artículos periodísticos y semblanzas de los grandes de nuestro flamenco y copla; documentos inéditos en formato de libro que deberíamos recuperar; y sobre todo nos ha dejado en herencia su capacidad enorme de trabajo, su forma de ser siempre humilde y generosa y su simpatía y buen humor de los que siempre hacía gala, incluso en los momentos difíciles que la vida te reporta.

Con un siglo a sus espaldas (1921-2021) ha terminado la centuria de Flores. Ahora nace su leyenda.