El muladar ilegal donde se acumulan docenas de cadáveres de caballos en las inmediaciones de la barriada de Pajarete, en Algeciras, se ubica sobre una loma cuya propiedad es del Ayuntamiento (prácticamente la mitad del terreno) y de varios particulares, según fuentes consultadas por Europa Sur. 

El cerro, de unas 350.000 hectáreas no cuenta con ningún tipo de vallado ni cerramiento ni vigilancia, a pesar de haberse convertido en un vertedero donde numerosos propietarios de equinos dejan los restos de los animales después de morir o bien los abandonan a su suerte cuando enferman o desean deshacerse de ellos. 

Siete años sin poner solución

El Ayuntamiento de Algeciras conoce la existencia de este muladar desde, al menos, comienzos de 2016, cuando una oyente del programa de radio Hoy por hoy en la Ser, que dirige el periodista Juan Manuel Dicenta, dejó un mensaje de voz donde denunciaba la existencia del "cementerio equino", el cual había encontrado durante un paseo por los alrededores de la conocida Cuesta del piojo. 

"Cuando llegué a lo alto, dejé el camino, torcí a la izquierda atravesando el campo y encontré muchos montones de escombros, feo, feo, pero lo que me dejó horrorizada fue un cementerio equino", narraba esta oyente hace más de siete años. "Conté siete cadáveres descompuestos... Un hedor repugnante. A unos metros hay un pequeño arroyo donde beben toda clase de animales, incluido un rebaño de ovejas que ahí pastan", concluía. 

Dicenta entrevistó entonces a Juana Cid, concejala de Salud del Ayuntamiento de Algeciras en aquel momento, quien anunció en antena que desconocía este asunto. "Normalmente nos avisa el Seprona o algún ciudadano que lo haya visto. Enseguida acude la empresa y lo retira. Desgraciadamente, hay gente que deja morir a los caballos porque no pueden mantenerlos", explicó Cid.

Una vista tétrica: caballos muertos y vivos en la parcela de Pajarete.

Nuevos cadáveres

La existencia del muladar volvió a salir a la luz el pasado mes de agosto, cuando Agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía inspeccionaron la zona a raíz de un pequeño incendio de pasto desatado bajo una torre de alta tensión que atraviesa la parcela, tal y como publicó Europa Sur. 

Horas después de saltar la noticia, el Ayuntamiento de Algeciras, a través de la Policía Local, aseguró que mantenía abierta una investigación para esclarecer el origen del cementerio ilegal. "El cuerpo municipal de seguridad ciudadana llevaba sobre el asunto unas semanas", precisó el Consistorio a requerimiento de este periódico.

"En un primer momento -informó el Ayuntamiento-, por parte de la Policía Local, se intentó averiguar si había alguna identificación ganadera para estos restos, resultando ser infructuosa, procediendo posteriormente a la identificación por lector de chip, siendo también inexistente", explicaron a través de una nota de prensa. 

"De la misma forma, los restos óseos fueron retirados por servicios municipales de forma urgente en aras de protección y salubridad. En concreto, se encontraron ocho equinos, una vaca, un burro y un buitre todos ellos en descomposición", agregaron. 

Sin embargo, el pasado 28 de septiembre, cuando Europa Sur volvió a visitar la parcela, encontró, una vez más, restos de equinos en distintos estados de putrefacción junto a varios buitres, uno de ellos también muerto sobre uno de los caballos, como puede comprobarse en las fotografías que acompañan a esta publicación.

En algunos puntos del cerro, además, se acumulan vertidos de aguas fecales, o aguas residuales urbanas con olor a fecales, donde sobrevuelan los mosquitos.  

Vertidos de aguas fecales entre los restos de los caballos, en Pajarete.

Riesgo de incendios

Según ha explicado a este medio José Miguel Bellido, presidente de la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía (Aamaa), los agentes del Campo de Gibraltar trasladaron sus averiguaciones, hace alrededor de un mes, a la Delegación Territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural en Cádiz, competente en la materia, para que continuaran con la investigación. 

Desde la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul también se va a realizar un seguimiento, añade Bellido, "porque por esa parcela pasa una línea eléctrica y puede ocurrir que algún buitre u otras carroñeras vayan a depredar un cadáver y colisionen con los cables". Y agrega: "De hecho, el incendio que se produjo allí fue por una electrocución de un ave rapaz: al caer al suelo, su plumaje ardiendo provocó el fuego".

Entre tanto, el muladar de Pajarete, a pocos metros del centro comercial Puerta Europa, adonde cada día acuden cientos de vecinos, y al cabo de la Cañada de los Tomates, continúa sin control a pesar de suponer un riesgo para la salud y el medio ambiente.