Inicio de las obras del muelle de la Galera o de Alfonso XIII (1913-1916) (II)

ESTAMPAS DE LA HISTORIA DEL CAMPO DE GIBRALTAR

La I Guerra Mundial tuvo una influencia negativa en el desarrollo de las obras del puerto de Algeciras

El muelle adolecía de algunos problemas de calado que imposibilitaban el atraque de buques de gran porte

El Muelle de la Galera (1908-1913): Ministerio de Guerra contra Fomento (I)

Draga de cuchara trabajando en las obras de dragado del muelle de la Galera.
Draga de cuchara trabajando en las obras de dragado del muelle de la Galera.
Antonio Torremocha

17 de junio 2023 - 00:10

Las obras del muelle de la Galera, iniciadas en mayo del año 1913, comenzaron con el ensanche del antiguo muelle Comercial y la voladura y el dragado de los escollos existentes en torno a las piedras de la Galera y la Galerilla que podían dificultar el tránsito de embarcaciones.

En marzo de 1913 el ingeniero–director de la Junta de Obras dio cuenta a esta dc haberse iniciado, en la Marina, la construcción de los primeros bloques para las obras del nuevo muelle. No obstantes, el comienzo de estos trabajos y la aprobación de los sucesivos proyectos de reformado y ampliación no estarían exentas de complicaciones. Los períodos de crisis política, de decaimiento de la economía de la Nación o las amenazas de huelgas obreras, provocaron que las obras, a veces, se retrasaran o se paralizaran. Estos problemas se solventaron, frecuentemente, gracias a la intervención del ingeniero-director (acordando con los trabajadores) o del diputado por el distrito de Algeciras, José Luis de Torres Beleña ante el Ministro de Fomento. Lo cierto es que, merced a la intervención de estos personajes fueron muy escasas las etapas en las que se paralizaron los trabajos.

Aprobada definitivamente la ejecución de las obras del muelle de la Galera o de Alfonso XIII el 12 de mayo de 1913, se acometió la construcción de los muros norte y sur, el segundo de ellos continuación del muro de encauzamiento de la margen izquierda del río, así como el relleno de la zona interior del muelle. Al año siguiente de haber empezado las obras, el ingeniero-director, al referirse a la construcción del muro sur del muelle, señala que, "aunque desabrigado todavía por no existir el rompeolas de la Isla Verde, ha resistido muy bien los grandes y repetidos temporales, y ello se debe a que los cimientos se encuentran a bastante profundidad". En la primavera del año siguiente visitó las obras que se estaban realizando el Ingeniero Jefe del Servicio Central de Puertos y Faros, Manuel Díez. Este propuso que se aumentara el ancho del muelle, dada la naturaleza de las mercancías cuyo tráfico se esperaba realizar por el puerto de Algeciras. En la sesión del 8 de marzo de 1913 el ingeniero-director expuso la necesidad de adquirir dragas para excavar las zanjas de los cimientos sobre los que deberían colocarse las bases de los muros exteriores del muelle, así como grúas capaces de levantar los bloques que habrían de construirse.

Visita del Jefe del Servicio Central de Puertos y Faros, señor Manuel Díez, a las obras del muelle de la Galera. Año 1914
Visita del Jefe del Servicio Central de Puertos y Faros, señor Manuel Díez, a las obras del muelle de la Galera. Año 1914

A raíz de esta reunión, la Junta comenzó a hacer gestiones en el puerto de Barcelona para lograr la cesión o compra de algunas grúas; con el de Almería para alquilar la draga de ese nombre que trabajaba en las obras del aquel puerto y con la Junta de Obras del Puerto de Cádiz para lograr la cesión de otra que estaba a su servicio. Hay constancia de que en el mes de julio ya estaba trabajando en las obras del muelle de la Galera la draga “Almería”, dedicada al relleno de la piedra de la Galera y a excavarse la zanja de cimentación del muro del lado sur. Sin embargo, la falta de medios auxiliares adecuados, sobre todo de una grúa capaz de levantar y transportar bloques, y de buzos, estaba ocasionando alguna demora en los trabajos. Como la draga "Almería" se consideraba insuficiente para los trabajos que se habían de realizar, se hicieron gestiones acerca de la Junta de Obras del Puerto de Cádiz para la adquisición o el alquiler de la draga de rosario denominada "Montañés" de la que era propietaria. En la sesión del 14 de enero de 1914 se tomó el acuerdo de alquilar la citada draga por un precio de 1.000 pesetas mensuales.

Elaboración de bloques para la construcción del muelle de la Galera. Año 1914.
Elaboración de bloques para la construcción del muelle de la Galera. Año 1914.

La I Guerra Mundial tuvo una influencia negativa, como no podía ser de otra manera, en el desarrollo de las obras del puerto de Algeciras. A principios del año 1916 los trabajos estaban cercanos a su paralización por falta de recursos y materiales. La Junta, ante la imposibilidad de lograr por sus medios el desbloqueo de las subvenciones, solicitó la mediación del Gobernador Militar del Campo de Gibraltar, que logró evitar la paralización de los trabajos con lo que ello hubiera podido representar para los numerosos obreros contratados. Estando próxima la aprobación del 2º reformado del muelle, se temía en la Junta que las obras se retrasaran al verse afectadas por la situación poco desahogada por la que atravesaba la Nación. El 20 de enero de 1916, aún no se había aprobado por la Superioridad el segundo proyecto reformado y, en la sesión del día 14 de febrero, la Junta hizo un desesperado llamamiento a las autoridades del Ministerio de Fomento para que se aprobara con la mayor brevedad posible el proyecto de reformado en trámite. Un mes más tarde, el diputado José Luis de Torres comunicó a la Junta de Obras del Puerto que el segundo proyecto reformado del muelle había sido, por fin, aprobado, y que con tal aprobación se podrían terminar las obras del primer trozo del muelle.

A mediados del año 1916, la Junta contaba con el siguiente material flotante dedicado a las obras del muelle de la Galera: la draga "Almería", la draga "Priestman", propiedad de la Jefatura Provincial de Obras Públicas, los remolcadores "Carmen" y "Luz de Levante", que se utilizaban para el transporte de diversos materiales, además de una barcaza para maquinaria de buzos y varias chalanas para el transporte de piedras.

Chalanas transportando escollera para las obras del muelle de la Galera. Año 1916.
Chalanas transportando escollera para las obras del muelle de la Galera. Año 1916.

En el mes de octubre de 1916 las obras del muelle de la Galera se hallaban muy adelantadas. A pesar de los momentos críticos en que el retraso en la percepción de las liquidaciones puso en peligro la continuidad de los trabajos, estos se desarrollaron con escasas interrupciones entre 1913 y 1916. Incluso, en algunos períodos, la Junta había procedido a contratar a cierto número extra de trabajadores que, unidos al personal fijo, hizo disminuir en gran parte la crisis laboral que aquejaba a la ciudad por aquellos meses. El 13 de octubre de 1916 el ingeniero-director comunicó a la Junta que se proseguía la construcción del muro trasversal del muelle, que continuaban los dragados y que los norays habían sido ya pedidos. No obstante, la cercana finalización del primer trozo del muelle de la Galera tendría unas consecuencias negativas: aquel otoño la Junta se vio en la necesidad de despedir a una parte de los obreros que habían trabajado en los destajos de la obra del muelle, unos seiscientos. Para intentar paliar este problema social, el ingeniero-director presentó, con carácter de urgencia, el día 15 de noviembre, los siguientes proyectos para su aprobación por la Junta y posterior envío al Ministerio de Fomento: "Proyecto de servicio de alumbrado, retretes y accesorios", "Proyecto de contención de arenas de la dársena" y "Proyecto de obras accesorias y complementarias".

Finalizadas las obras de infraestructura del primer tramo del muelle de la Galera al final el verano de 1916, era necesario proceder a la dotación de los equipamientos imprescindibles para poder hacer operativo el muelle recién construido y estos proyectos tenían ese cometido. Como refiere el ingeniero-director en un informe a la Junta, "estos proyectos tienen por objeto la terminación del primer trozo de muelle de la Galera y cumplimentar lo ordenado por la Superioridad a fin de dotar al muelle de algunos de los elementos más necesarios para su explotación". Ciertamente, una vez acabado de construir el primer tramo del muelle, para su explotación por la Junta y que pudieran atracar los buques dedicados al comercio de importación y exportación (Algeciras sería, en los años siguientes, uno de los principales puertos de España de exportación de corcho) era necesario dotarlo de medios para poder amarrar los navíos y alumbrado para las diversas operaciones comerciales que se acometerían.

Chalanas de obras de la Junta atracadas en la dársena de Villanueva.
Chalanas de obras de la Junta atracadas en la dársena de Villanueva.

Por Real Orden de 4 de diciembre de 1916 se aprobó el primero de los proyectos antes mencionados y por otra del 14 del mismo mes el segundo. Se tiene constancia documental de que los trabajos se iniciaron con rapidez, al menos la instalación eléctrica, la colocación de norays y otros elementos de amarre, además del tendido de una tubería para el servicio de aguada concedido a la “Sociedad Fomento de la Bahía de Algeciras”.

El primer tramo del muelle de la Galera o de Alfonso XIII, que acababa en las piedras de la Galera y la Galerilla, estaba terminado a mediados del año 1917. Sin embargo, para hacerlo operativo se necesitó la aprobación de nuevos proyectos de dotación de alumbrado y puntos de amarre. La puesta en servicio del muelle multiplicó pronto la recaudación por arbitrios (general de pasajeros y mercancías, servicio de grúas, atraque, muellaje, etc…) de la Junta de Obras del Puerto de Algeciras, que, de un total de 778,65 pesetas mensuales recaudadas en marzo de 1916, pasó a 3.402,31 pesetas en agosto de 1917 y a 7.480,34 en agosto del año siguiente.

No obstante, el muelle adolecía de algunos problemas de calado que imposibilitaban el atraque de buques de gran porte y que habían obligado a ejecutar con antelación dos proyectos de dragado que resultaron insuficientes. Por tal motivo se presentó un Tercer Proyecto de Dragado que fue aprobado, en dos partes, por Real Orden de 26 de junio de 1918, autorizándose a que se ejecutaran por el sistema de administración con un presupuestos de 24.832,65 y 23.797,89 pesetas respectivamente. Aún no se habían rematado las obras del primer tramo del muelle, cuando ya se había comenzado a gestionar el proyecto de ampliación del mismo, que preveía su prolongación en dirección noreste hasta el conocido como bajo de los Patrones, al mismo tiempo que se habían iniciado los trámites para la construcción del Rompeolas de la Isla Verde.

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