MONUMENTOS Y EDIFICIOS HISTÓRICOS DE ALGECIRAS

Teatros Principal y de Variedades

  • Capítulo 11. En el siglo XVIII, la ciudad carecía de un lugar apropiado para representar espectáculos teatrales, que se celebraban en teatrillos improvisados en plazas o corrales

Postal de principios del siglo XX en el que aparece el Teatro de Variedades

Postal de principios del siglo XX en el que aparece el Teatro de Variedades

En los primeros tiempos de la nueva Algeciras, entre 1724 y 1736, en la ciudad se representaron comedias con el fin de ayudar a sufragar los gastos generados por la construcción de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Palma, lo que se volvió a repetir, a partir de 1748, para colaborar en las obras del Hospital de la Caridad. Sin duda, la numerosa guarnición que se fue instalando, por esos años, en la ciudad representaba un público ocioso proclive a acudir a este tipo de actuaciones teatrales. Sin embargo, a lo largo del siglo XVIII se carecía de un local apropiado para representar espectáculos teatrales.

Estos eventos deberían celebrarse en teatrillos improvisados instalados en algunas de las dos plazas con que contaba la ciudad o en los corrales de las casas principales. Lo cierto es que, como señalan Ana María Aranda y Fernando Quiles, la primera sala adaptada a la celebración de esta clase de espectáculos fue la de Santiago Cassingen, abierta al público desde finales del siglo XVIII. Este teatro se hallaba situado en la calle Ancha, esquina con la calle Rocha. Debía tratarse de una sala bastante grande, pues consta que “en ambas fachadas se localizaban veinte y nueve vanos de diferentes dimensiones y clases; de los cuales trece tienen herrajes”.

Hacia 1845, Pascual Madoz dice de este local: “Hay además en esta ciudad un teatro reducido, de propiedad particular, que generalmente se halla cerrado gran parte del año”. En 1851 había dejado de funcionar con carácter definitivo, procediendo sus propietarios a vender el edificio.

El Teatro Principal

Sus nuevos dueños remodelaron el inmueble en 1875, quedando reducida la sala de espectáculos a la mitad de su tamaño y ocupando, la parte que daba a la calle Rocha, con otro edificio, con lo que el nuevo teatro perdió la fachada que miraba a esa calle (como puede apreciarse en la fotografía de hacia 1909 que se adjunta). El teatro consistía en una edificación de tres plantas de estilo historicista, de ladrillo visto, con tres calles en la fachada principal, la central más alta que las dos laterales, las cuales culminaban en una especie de crestería con pináculos.

La calle Ancha en torno a 1909. A la izquierda, la fachada del Teatro Principal, frente a la actual Subdelegación de la Junta de Andalucía La calle Ancha en torno a 1909. A la izquierda, la fachada del Teatro Principal, frente a la actual Subdelegación de la Junta de Andalucía

La calle Ancha en torno a 1909. A la izquierda, la fachada del Teatro Principal, frente a la actual Subdelegación de la Junta de Andalucía

En la planta baja, la fachada presentaba tres vanos adintelados, uno para la puerta principal, rematados con frontones triangulares; en la planta intermedia se abrían cuatro ventanas con arcos de medio punto, los dos centrales pareados, y en la planta superior, una ventana –también acabada en arco de medio punto– con moldura, en la calle central, y dos óculos circulares en las calles laterales. Flanqueando la puerta de entrada disponía de sendos faroles muy artísticos.

Conocido como Teatro Principal, en él se representaron comedias y zarzuelas de compañías nacionales y obras preparadas por grupos de teatro locales, así como conciertos de música e, incluso, en sus últimos tiempos, sesiones de cinematógrafo. En su número 85, publicado el 28 de abril de 1921, el semanario El Duende de la Comarca recogía la siguiente noticia: “Se ha empezado a proyectar en el Salón Principal una de las mejores series americanas que se titula El Terror del Rancho, viéndose muy concurrido el salón con un escogido público. El día 4 actuará un cuadro de varietté precedido de justificada gran fama llamado Los Gari-Uset que sólo harán tres representaciones”. Este teatro fue demolido en el año 1927.

El Teatro de Variedades

Como refiere Pérez-Petinto, hacia 1875 el vecindario numeroso de la población exigía un mayor local, y para satisfacer esta necesidad, se instaló en uno de los jardines del Paseo de Cristina, en el año 1881, el llamado Teatro de Variedades, construido todo de madera, en el que sólo actuaban en los meses de varano. Según una crónica publicada en 1921 por el ya citado semanario El Duende de la Comarca, el Teatro de Variedades se trajo desde Cádiz, siendo sus propietarios Fermín Muñoz y Juan Antonio Duarte, este último alcalde de la ciudad por esas fechas.

El local prefabricado en madera se instaló, primero, en el lateral derecho dando su frente al Real de la Feria, aunque al año siguiente se trasladó a su definitivo emplazamiento en uno de los jardines del Paseo de Cristina, con fachada mirando a la actual Avenida Blas Infante, donde hoy se halla el edificio de Sindicatos, que era propiedad del alcalde. La instalación del teatro en los jardines de Cristina vino a incrementar la polémica sobre el uso por los particulares de unas parcelas que habían sido cedidas por el Ayuntamiento en usufructo, pero que los beneficiarios empezaban a utilizar como si fueran de su propiedad.

El edificio consistía en una nave de planta rectangular cubierta con tejado de tejas planas a dos aguas que vertían sobre dos naves laterales de menor altura. En el centro del tejado presentaba una sobreelevación con estrechos vanos para ventilación de la sala. Los aleros frontales del tejado se ocultaban bajo una graciosa crestería. Las puertas de acceso, así como las tres ventanas con arcos apuntados que había en la parte superior de la fachada y los tres rosetones distribuidos en la misma, mostraban reminiscencias góticas. Este teatro se usaba, sobre todo, durante el verano, en la feria de junio, y en los días de carnaval. También era utilizado, en contadas ocasiones, para la celebración de bailes, como sucedió en el transcurso de la Conferencia Internacional sobre Marruecos de 1906, cuando el día 15 de febrero de ese año tuvo lugar un baile organizado por la Sociedad Casino de Algeciras en honor del Cuerpo Diplomático y el personal de prensa acreditado en ella.

El diario ABC de Sevilla, en su edición del día 16, hacía referencia a este evento diciendo que “los diplomáticos, ostentando muchos de ellos vistosos uniformes; los generales, jefes y oficiales de la guarnición, los periodistas, los comerciantes y las personas de más viso de Algeciras hállanse confundidos y bailan con las señoritas de la población..” Consta que en el año 1912 el artista local, José Román, decoró su interior con motivos alusivos a la feria.

La existencia del Teatro de Variedades tuvo su final el 12 de junio de 1912, cuando un pavoroso incendio, iniciado en el proyector de cine, lo convirtió en un montón de cenizas. El corresponsal del diario La Época y concejal del Ayuntamiento, señor Morilla, envió la siguiente crónica para su publicación en la edición del día 13 de junio: “El teatro de verano, en el que se daban funciones de cinematógrafo, ha sido pasto de las llamas, al terminar la última sección (sic), cuando quedaban 40 ó 50 personas, que milagrosamente pudieron salvarse. Tenía una sola puerta, y la cabina estaba situada encima de la misma dificultando la salida. Se han distinguido en el salvamento las fuerzas de Covadonga, de la Guardia civil y varios paisanos, quienes sacaban de las barracas adosadas al cine á las personas que en ellas se hallaban durmiendo. Son unánimes las censuras a las autoridades por haber consentido el funcionamiento de un espectáculo que ha estado tan a punto de producir una catástrofe por las malas condiciones en que estaba instalado.”

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