MONUMENTOS Y EDIFICIOS HISTÓRICOS DE ALGECIRAS

Hoteles Anglo-Hispano y Londres

  • Capítulo 43. Nacidos incluso antes que el Reina Cristina, ambos establecimientos alcanzaron su esplendor durante la celebración de la Conferencia Internacional sobre Marruecos

Postal publicitaria editada por el Hotel Anglo-Hispano hacia 1898 (aunque fue comercializada por el hotel hasta la segunda década del siglo XX). En primer término aparece el pretil derecho del río de la Miel y, detrás, una locomotora tipo “American”.

Postal publicitaria editada por el Hotel Anglo-Hispano hacia 1898 (aunque fue comercializada por el hotel hasta la segunda década del siglo XX). En primer término aparece el pretil derecho del río de la Miel y, detrás, una locomotora tipo “American”.

Como se ha referido en el capítulo anterior, con la llegada del ferrocarril a Algeciras en 1892 y la construcción de una terminal ferroviaria al sur del río de la Miel que remataba en el llamado muelle de Madera, que era propiedad de la misma Compañía del Ferrocarril de Bobadilla a Algeciras, la zona meridional de la ciudad conocida como Campo del Sur o Villa Vieja, se revalorizó económica y urbanísticamente con la adquisición de parcelas por personalidades inglesas y gibraltareñas, aunque la presencia de propietarios de la colonia británica en esa zona de la ciudad está documentada desde mediados del siglo XIX.

A partir de la inauguración de la línea del ferrocarril, comerciantes y empresarios gibraltareños comenzaron a edificar sus mansiones de recreo en la meseta situada al otro lado del río, y empresas con capital inglés construyeron hoteles en este espacio cercano a la estación marítima y al muelle donde embarcaban o desembarcaban diariamente numerosos viajeros, especialmente de nacionalidad británica.

En 1901 se inauguró el Hotel Reina Cristina y diez años antes, en 1891, se tiene noticia escrita de la existencia del Hotel Anglo-Hispano, pues aparece en una nota del registro de la propiedad. Es muy probable que en ese año o en uno muy cercano se inaugurara también el Hotel Londres, erigido junto al Anglo-Hispano. Este emblemático hotel, aunque de construcción más modesta que el Reina Cristina, pronto se convirtió ―dada su estratégica situación al lado de la estación y del muelle donde atracaban los vapores de Gibraltar― en una institución de referencia para los viajeros que llegaban a Algeciras en tren o en los citados vapores. El Hotel Anglo-Hispano adquirió protagonismo en 1906, durante la celebración de la Conferencia Internacional sobre Marruecos celebrada entre enero y abril de ese año, cuando se hospedaron en él algunos periodistas, diplomáticos y militares de los que habían acudido para asistir a tan relevante evento internacional.

De los personajes destacados que se alojaron en este hotel en aquellos días, hay que mencionar al Capitán General de Andalucía, señor Delgado Zuleta, y al Gobernador de la Provincia de Cádiz, señor Llamas. En los meses que duró la Conferencia, los salones del Hotel Anglo-Hispano fueron lugares de encuentro entre periodistas y políticos españoles y extranjeros que debatían animadamente sobre los temas tratados en los días previos en las sesiones celebradas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Unos años antes, en 1903, se hospedó en el Hotel Anglo-Hispano el poeta nicaragüense Rubén Darío, que había llegado a Algeciras en tren procedente de Madrid. Este destacado literato escribió lo que sigue: “Desde que llegué a Algeciras sentí que ya no me encontraba completamente en España. No descendí en la estación sino a la entrada del muelle, a un paso del Hotel Anglo-Hispano y del Hotel Cristina, dos establecimientos ingleses... En el hotel me encuentro que todo es inglés. En el salón de lecturas casi todos los diarios son de Londres...”

Fotografía de los Hoteles Londres y Anglo-Hispano tomada en 1902. En el primero de ellos se están llevando a cabo las obras para la instalación de la marquesina que, años más tarde, se cerraría para convertirla en comedor del establecimiento. Fotografía de los Hoteles Londres y Anglo-Hispano tomada en 1902. En el primero de ellos se están llevando a cabo las obras para la instalación de la marquesina que, años más tarde, se cerraría para convertirla en comedor del establecimiento.

Fotografía de los Hoteles Londres y Anglo-Hispano tomada en 1902. En el primero de ellos se están llevando a cabo las obras para la instalación de la marquesina que, años más tarde, se cerraría para convertirla en comedor del establecimiento.

El emblemático edificio estuvo funcionando como hotel hasta los años setenta del siglo XX. En 2005 comenzaron las obras de restauración por parte de la empresa que lo había adquirido. En 2007 el Ayuntamiento aprobó una modificación del Plan General de Ordenación Urbana con el fin de permitir el cambio de uso del inmueble. En 2008 se inauguró de nuevo como local de oficinas y despacho de abogados con el nombre de “Bufete Anglo-Hispano”. Actualmente es la sede del Consulado del Reino de Marruecos.

El Hotel Londres, situado, como se ha dicho, junto al Hotel Anglo-Hispano, debió iniciar su andadura al mismo tiempo que el Anglo, en los días en que se puso en funcionamiento el ramal ferroviario del puerto, aunque con pretensiones más modestas que su vecino. Este hotel mantuvo el nombre de Londres hasta principios de los años treinta cuando comenzó a denominarse Hotel Término, nombre que, sin duda, hacía alusión a estar ubicado en la terminal ferroviaria que unía Madrid con Algeciras. Se mantuvo abierto hasta finales de los años ochenta del siglo XX cuando se cerró y se abandonó el cuidado del inmueble. A principios de los noventa se arruinó una parte del edificio teniendo que ser demolido por completo.

Descripción de los dos hoteles

El Hotel Anglo-Hispano es un inmueble de planta casi cuadrada con tres pisos. Se edificó sobre un basamento con el fin de nivelar el terreno que habilitaba en la parte delantera una terraza. En su origen mostraba cierres de hierro fundido y tres vanos que alternaban con ventanas con arcos escarzanos en los pisos primero y segundo, mientras que en la planta baja se abría la puerta principal flanqueada por dos ventanas con arcos de medio punto a cada lado. El edificio estaba rematado con una balaustrada metálica y pilastras que sostenían jarrones, esquema que se repetía en el antepecho de la terraza delantera. A finales de los años veinte se suprimieron los jarrones de la parte alta de la fachada y, a finales de los cincuenta o principios de la siguiente década, se remodeló totalmente eliminando los cierres de hierro de los pisos primero y segundo que fueron sustituidos por balcones. El Hotel Anglo-Hispano se ha de encuadrar en el estilo victoriano final con elementos regionalistas que se pueden contemplar en la fotografía adjunta, en la que aparece el hall, y en la que la escalera principal está flanqueada por arcos peraltados, en la parte inferior, y angrelados en la superior.

Una vista del Hotel Londres tomada hacia el año 1929. Véanse, en la planta baja, la marquesina cerrada y acristalada que se utilizaba como comedor (Colección de Javier Castro). Una vista del Hotel Londres tomada hacia el año 1929. Véanse, en la planta baja, la marquesina cerrada y acristalada que se utilizaba como comedor (Colección de Javier Castro).

Una vista del Hotel Londres tomada hacia el año 1929. Véanse, en la planta baja, la marquesina cerrada y acristalada que se utilizaba como comedor (Colección de Javier Castro).

El Hotel Londres ―luego Hotel Término― era, en un principio, un edificio de planta rectangular compuesto de dos pisos del mismo estilo victoriano final que su vecino el Hotel Anglo-Hispano. En el piso superior se disponían dos cierres de hierro fundido y tres ventanas con balcón corrido. La fachada estaba rematada por una balaustrada metálica con pilastras que sostenían jarrones. En 1902 se le añadió una marquesina abierta en la parte delantera que, hacia 1920, se transformó en un habitáculo cerrado y acristalado que se usó como comedor al que se superpuso una estructura igualmente acristalada que hacía la función de terraza. En esta fecha se añadió, también, una nueva planta. A finales de la década de los cincuenta se remodeló todo el inmueble que perdió los elementos característicos de la arquitectura inglesa. Se le añadió una cuarta planta, se eliminó la terraza y se construyó en mampostería el espacio destinado a comedor adquiriendo el hotel un aspecto macizo y de estilo indefinido.

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