Una mina de silicio en la basura

Cada cosa en su sitio. Hace 20 años, cuando la única separación de residuos que estaba implantada en España -y de una forma muy primitiva- era la del vidrio, pocos podían pensar en la fuente de recursos que hoy se pueden obtener de casi cualquier desperdicio. La denominada basura electrónica es otra de las muchas familias de residuos con recogida selectiva surgidas en los últimos años y que ya está plenamente implantada en el Campo de Gibraltar mediante la red de puntos limpios.

La Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar gestiona esta tipología a través de su empresa comarcal Arcgisa. Se trata de una fuente de recursos de importantísimo valor. El plástico y metal de las carcasas de los aparatos electrónicos es reciclable, pero el verdadero tesoro está en el interior y se llama silicio. Este material, muy escaso en la naturaleza, forma parte de las conducciones eléctricas de los microchips. Por tanto, su recuperación se antoja vital para el mundo desarrollado.

La gestión de Arcgisa en la recogida de la basura eléctrica y electrónica revela un crecimiento del 32% respecto al trimestre anterior. Durante los meses de julio, agosto y septiembre se retiraron un total de 54,7 toneladas, mientras que en el anterior trimestre fueron 41,8 toneladas. Los municipios que más residuos de este tipo recuperan en el Campo de Gibraltar son los de Jimena y Castellar, que comparten un punto limpio y que, además, es gestionado por Arcgisa.

Con estos últimos datos, la ratio comarcal por habitante y año se sitúa en 0,6 kilos.

En lo que va de año, y como se ha referido anteriormente, los municipios de Castellar y Jimena encabezan la lista de mayor recuperación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, con 44 toneladas, seguidos de Algeciras, con 39,3; Los Barrios, con 27,04; Tarifa, con 25,59 y San Roque, con 0,26 toneladas.

Las ratios de recogida de los municipios en los que el servicio urbano es prestado por Arcgisa son mucho mayores que en el resto de los municipios. Esto se debe a que dicho servicio separa los residuos electrónicos del total de los enseres, con lo que la aportación no sólo procede de los depositados directamente por los ciudadanos en sus puntos limpios, sino también de los separados por los trabajadores que realizan la recogida de residuos urbanos.

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