La mayor intervención de cocaína de la historia de España se salda con unas cifras de vértigo. La Policía Nacional y la Agencia Tributaria han intervenido en el Puerto de Algeciras un alijo de 9.436 kilogramos a una organización criminal que había ocultado las tabletas de droga entre un cargamento de bananas para una treintena de distribuidores de toda Europa.

El dispositivo conjunto de la denominada como Operación Nano, dirigida por la Udyco central con el apoyo de la Fiscalía Antidroga, permanece abierto -sin detenciones por el momento- a la espera de llegar hasta la raíz de la compañía encargada del envío de la droga desde Sudamérica hacia Europa. Tras el decomiso de la droga, se están investigando tanto a los responsables en Sudamérica como a los posibles contactos que la red tuviera en España.

Los responsables del operativo han presentado este viernes el cargamento en una nave fuertemente custodiada del Puerto de Algeciras y con las reservas que impone la investigación aún en desarrollo. El jefe superior de Andalucía Occidental de la Policía Nacional, Santos Bernal, el delegado especial adjunto de la Agencia Tributaria, José Carlos Arobes, y el inspector jefe de la Udyco central, Alberto Morales, han coincidido en subrayar el éxito del dispositivo tanto por la cantidad de droga intervenida como por el número de distribuidores europeos a los que se ha cortado el suministro.  

Detalle de los paquetes de cocaína.

La cocaína había sido expedida en un contenedor refrigerado que partió desde el puerto de Machala, en Ecuador, con destino a Portugal y que debía efectuar una escala en el Puerto de Algeciras. Las autoridades aprovecharon ese momento, el pasado miércoles 23, para intervenir e inspeccionar el envío. Aunque el destino del contenedor era Portugal, las autoridades estiman que dicho puerto sería solo la vía de penetración hacia Europa central. 

El contenedor cargaba 1.080 cajas de bananas. La primera capa estaba cubierta con mercancía legal, si bien a partir de un segundo nivel cada caja contenía apenas 15 kilos de plátanos que tapaban centenares de tabletas de cocaína, cada una identificada con los logotipos de sus distribuidores finales (con palabras como Raw, marcas comerciales o esvásticas).

El envío de droga para varias organizaciones, a modo de cooperativa, permite a los distribuidores reducir tanto el coste como el riesgo de decomiso al repartir sus partidas entre varias organizaciones criminales y se trata de una práctica "muy habitual", tal y como han precisado los investigadores. 

Los responsables de la operación han evitado aportar una valoración de la droga en el mercado. "Para nosotros, la droga vale cero una vez que ha sido retirada del mercado ilegal", ha zanjado Alberto Morales después de apuntar que el precio fluctúa en función de la demanda y la pureza del estupefaciente. 

Alberto Morales, inspector jefe de la Udyco central, presenta la aprehensión de cocaína.

Este alijo es el cuarto o quinto por importancia entre los decomisados en la historia de la Unión Europea (desde que se llevan registros) y supera por 686 kilogramos al considerado hasta ahora como el mayor cargamento de cocaína intervenido en España, con 8.750 kilos decomisados en abril de 2018, igualmente en el Puerto de Algeciras. Aquella intervención sí fue valorada por las autoridades en unos 3.000 millones de euros y se saldó con seis detenidos. 

La organización

La Agencia Tributaria inició la investigación el pasado mes de julio gracias a la información compartida con la Policía Nacional. Ambas fuerzas de seguridad determinaron la existencia de una organización criminal responsable de suministrar cocaína desde Sudamérica hasta Europa.

Los investigadores detectaron que el entramado disponía de una amplia red empresarial para el envío de la droga desde Ecuador hacia España a través de varios puertos españoles, principalmente Algeciras y Vigo.

La organización operaba a través de una empresa dedicada al comercio internacional de bananas en Machala (Ecuador). Desde allí enviaban la mercancía en contenedores marítimos a varias empresas españolas controladas por miembros de la propia red criminal.

El entramado era capaz de enviar 40 contenedores mensuales hacia Europa, de los que una parte estaban "contaminados" con la droga mezclada con la mercancía legal. Fue a partir de ese momento cuando las autoridades cercaron los envíos y se centraron en una partida de 15 contenedores cuya entrada estaba prevista para este mes de agosto. "De ellos, todos menos uno dieron negativo, hasta localizar este envío que supone un éxito rotundo en la lucha contra el tráfico de drogas", ha precisado Santos Bernal, responsable provincial del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar promovido por el Ministerio del Interior. 

Las autoridades han concluido que se trata de un golpe a la actividad de una de las organizaciones de narcotráfico más importantes a escala mundial, para lo cual ha sido precisa la colaboración internacional de la red de fiscales latinoamericanos..