Algeciras

A juicio por blanqueo de dinero de la droga con falsos premios de lotería

  • La Fiscalía pide entre 8 y 2 años de prisión para trece personas

  • Varios acusados tenían propiedades no justificadas por su situación laboral

Uno de los registros de la investigación del blanqueo, en 2012

Uno de los registros de la investigación del blanqueo, en 2012 / Fran Montes

El extraño ingreso en metálico de un premio de lotería en una cuenta bancaria alertó a la Guardia Civil en 2012. E. B. M. había ingresado medio millón de euros en billetes de 200 y 50 euros, empaquetados y plastificados, en una entidad bancaria. Para justificar la procedencia del dinero portaba una certificación de una administración de loterías, había tenido suerte: era el titular de quince décimos premiados con 1,5 millones de euros y el lotero se los había abonado en metálico. La certificación venía además avalada por un sello de conocimiento a la firma de otra entidad bancaria.

Tras el singular golpe de suerte y el todavía más sorprendente pago en efectivo de un premio tan cuantioso estaba el intento de blanquear capitales procedentes del narcotráfico, argumenta la Fiscalía en su escrito de acusación. Así lo tratará de demostrar en el juicio que tendrá lugar en una fecha por determinar en la sección algecireña de la Audiencia Provincial, en el que trece personas se enfrentan a penas de entre ocho y cuatro años de prisión por los delitos de blanqueo y falsificación de documento oficial.

Después de ingresar el dinero, el acusado realizó dos contrataciones de depósito a plazo fijo, una a su nombre y otra al de su mujer, M. J. N. G. También compró bonos ICO. Y los agentes de la Guardia Civil empezaron a tirar el hilo, interviniendo los teléfonos de los sospechosos.

Ese hilo les llevó a otra persona, R. G. B., que también había hecho un ingreso en efectivo de 930.000 euros justificado de idéntica forma que el primero: otro premio de 1,5 millones de euros al mismo número. Portaba una certificación de la administración de lotería.

Los supuestos premiados presentaron certificaciones de lotería que estaban falsificadas para justificar los ingresos en metálico

Ambos certificados eran falsos, prosigue la fiscal. Esos premios no habían sido vendidos por esa administración y constaba que los premios reales habían sido pagados mediante cheque y transferencia. De hecho, ninguna administración efectúa pagos en metálico. Los documentos habían sido confeccionados presuntamente por otra tercera persona, J. L. B. P. Al registrar su domicilio, los agentes encontraron varias certificaciones de premios de loterías y sellos de caucho.

En la trama había más implicados. Los dos supuestos premiados habían contactado con P. C. T., S. G. B., J. P. R. y J. L. M. para buscar a una persona que pudiese confeccionar documentos aceptados por una entidad de crédito para justificar ingresos en metálico.

Entró en juego también S. P. S., trabajadora de una entidad bancaria que sería la encargada según la investigación de estampar el sello de conocimiento de firma en los certificados, “a sabiendas de su falsedad, mediante el cobro de una cantidad”. La finalidad de ese sello era reforzar su apariencia de legalidad cuando se presentase ante otra entidad financiera. Otro acusado, H. E. M., aconsejó a los premiados sobre el proceso a cambio de una compensación económica. Todos ellos, asegura la fiscal, sabían la procedencia ilícita del dinero.

La investigación constató que seis de los acusados (la primera pareja, el segundo premiado y su mujer M. J. M. A., y J. M. R. R. y N. P. S.) habían acumulado un patrimonio que no se justificaba en sus actividades laborales, profesionales o empresariales. El listado es largo: plazas de garaje, coches, motocicletas, embarcaciones, motos acuáticas... Uno de los acusados, a través de una empresa de la que era socio único y administrador, había adquirido también varias fincas. A los cuatro primeros les fueron bloqueadas cuentas bancarias con elevadas cantidades de dinero y a todos se les intervino dinero en efectivo.

Seis de los acusados eran propietarios de garajes, múltiples coches, motocicletas, motos de aguas y embarcaciones

Uno de los detenidos había trabajado como estibador y otro trabajaba en una empresa de servicios dentro de la terminal de APM. En el registro de su domicilio le fueron intervenidos ocho documentos falsificados: eran órdenes de trabajo para la extracción de contenedores del interior de la terminal. De hecho, este empleado había llegado a usar al menos un documento de este tipo, mediante el que extrajo un contenedor que fue abierto posteriormente en el exterior de la terminal. En el registro de la empresa anteriormente mencionada se intervino un documento con datos identificativos de un contenedor que había sido depositado en la terminal de Algeciras procedente de Centroamérica (“cantidad 100, destino final!!”).

Los dos supuestos premiados se reunieron además con una persona que había sido condenada a seis años de prisión como autor de un delito contra la salud pública tras ser detenida por participar en la extracción de cocaína de la terminal de contenedores.

La Fiscalía pide 6 años de prisión y multa de cuatro millones de euros a E. B. M., M. J. N. G., R. G. B., M. J. M. A., J. M. R. R. y N. P. S. por blanqueo de capitales. Por este mismo delito pide cuatro años para el resto de los acusados (excepto J. L. B. P.) y multa de 1,5 millones de euros. Además, para E. J. B. M., R. G. B., J. L. B. P. y S. P. S. pide dos años de prisión y una multa de diez euros diarios durante diez meses por falsedad documental. Todos los bienes y el dinero intervenido quedarían decomisados.

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