La Guardia Civil interviene 25 kilos de hachís camuflados como videojuegos de Super Mario Bros en ruta hacia Algeciras

La droga, dividida en bloques envueltos en fotos del protagonista del famoso videojuego, fue hallada en el salpicadero de un Citroën C4

Un militar, entre los cuatro detenidos por llevar 152 kilos de hachís en coches de alta gama rumbo a Algeciras

Los agentes descubrieron 245 pastillas rectangulares, perfectamente camufladas y dispuestas como si fueran bloques de un videojuego.
Los agentes descubrieron 245 pastillas rectangulares, perfectamente camufladas y dispuestas como si fueran bloques de un videojuego. / Guardia Civil

Algeciras/La Guardia Civil de Ceuta ha desmantelado un intento de tráfico de hachís que, sorprendentemente, tenía una curiosa señalización en su cargamento: bloques de droga con la imagen de Super Mario Bros y la insólita leyenda limón seco en inglés. Unas marcas que, lejos de evocar diversión, ocultaban un cargamento de 25,65 kilos de hachís, dispuesto a embarcar rumbo a Algeciras durante la noche del lunes.

La intervención, realizada por miembros de la 1ª Compañía Fiscal y de Fronteras, junto con el Grupo Cinológico de la Comandancia de la Guardia Civil, se produjo en el control de vehículos que embarcan en los ferris hacia el puerto algecireño. El coche implicado, un Citroën C4 de matrícula nacional, llamó la atención de los agentes al parecer ocultar un cargamento de drogas en un lugar inusual: el salpicadero.

Al abrir el vehículo y llevar a cabo un minucioso registro, los agentes descubrieron un total de 245 pastillas rectangulares, que arrojaron el peso total de 25,65 gramos de hachís, perfectamente camufladas y dispuestas como si fueran bloques de un videojuego. Una peculiar forma de transportar la droga que, lejos de sorprender a los profesionales de la Guardia Civil, es un reflejo de las continuas innovaciones que los narcotraficantes emplean para burlar los controles.

El conductor del vehículo, un hombre de 29 años, con nacionalidad marroquí y residencia en España, fue detenido en el acto y se enfrenta a una condena de hasta cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública. Este arresto pone de manifiesto cómo las redes de narcotráfico siguen apostando por métodos cada vez más complejos, aunque los controles continúan demostrando ser efectivos.

El detenido se convierte en un nuevo eslabón en una cadena de tráfico de drogas que no cesa, pero que tampoco detiene a los agentes, quienes siguen luchando en la sombra contra un negocio multimillonario que afecta a las ciudades del Estrecho. Esta operación, además de incautar una considerable cantidad de droga, resalta las innovadoras (y hasta inquietantes) estrategias que los narcotraficantes utilizan, como si de un juego se tratara, para seguir alimentando el oscuro mundo del narcotráfico.

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