Un guardia civil niega su implicación en una red que cruzaba droga desde Ceuta a Algeciras con su supuesta connivencia

Seis de los siete acusados por tráfico de hachís han confesado los hechos en la Audiencia de Ceuta y han señalado al agente, destinado en el puerto, como el facilitador de los pases de droga hacia la Península

Dos guardias civiles siguen en prisión por ayudar a mover hachís de Ceuta a Algeciras

Un agente de la Guardia Civil en el puerto de Ceuta.
Un agente de la Guardia Civil en el puerto de Ceuta. / Europa Press

Siete personas, entre ellas un agente de la Guardia Civil destinado en el puerto de Ceuta, se sientan esta semana en el banquillo de los acusados en un juicio por tráfico de drogas que conecta directamente con Algeciras. Seis de los procesados han admitido su participación en la red y han señalado sin titubeos al agente, A.L.H., como el responsable de permitir el paso de coches cargados de hachís hacia la Península. Él lo niega todo.

La vista oral, que se celebra en la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz con sede en Ceuta, arrancó este martes con un relato coral de confesiones que apuntan hacia un mismo nombre. Según la Fiscalía, el guardia civil formaba parte esencial de una organización que transportaba droga en vehículos con dobles fondos, cuya carga final tenía como destino el Campo de Gibraltar. Algeciras aparece de forma reiterada en la investigación: era el punto de llegada de los coches que sorteaban los controles portuarios con la supuesta complicidad del acusado, según informa El Faro de Ceuta.

De acuerdo con el Ministerio Público, la organización estaba compuesta por un núcleo que se encargaba de conseguir los vehículos, distribuir la carga, seleccionar a los conductores y coordinar los embarques, siempre ajustados a los turnos de trabajo del agente para evitar inspecciones. "Actuaban concertadamente y de manera coordinada", dice el escrito de acusación, que señala la responsabilidad directa del guardia civil por "incumplir su deber" e intervenir activamente en la operación delictiva.

Varios de los acusados han declarado que el agente, que también hacía trabajos de bricolaje y chapuzas fuera del servicio, acudía a una ferretería de uno de ellos. Sabían cuándo estaba de turno y aprovechaban su presencia para embarcar con tranquilidad. En las conversaciones intervenidas por la Guardia Civil, uno de los implicados llegó a decir: “Hay que esperar a que vuelva el guardia de vacaciones”.

Los pases —como denominaban a los transportes de droga— se preparaban meticulosamente y eran supervisados hasta su entrega final. En uno de los alijos intervenidos en Algeciras, la Guardia Civil incautó 90 kilos de hachís escondidos en la defensa y el salpicadero del coche. El conductor, detenido en junio de 2023, ha confesado que esperaba cobrar 4.000 euros por el transporte y que confiaba en que todo saldría bien gracias al respaldo de “un guardia corpulento” que le permitiría embarcar sin ser inspeccionado. Ha identificado a ese guardia como A.L.H. durante el juicio.

Otro de los acusados, detenido con casi 20 kilos de hachís en marzo, ha explicado que se adelantó una hora al embarque y, al no estar aún de servicio el agente, fue descubierto. De ahí partió la pista clave: un reconocimiento fotográfico en prisión que dio lugar a la investigación dirigida por la Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de Ceuta, que culminó en junio de 2023 con registros en varias zonas de la ciudad autónoma y detenciones, incluida la del propio guardia civil.

Un agente de la Guardia  Civil registra un camión en el puerto de Ceuta.
Un agente de la Guardia Civil registra un camión en el puerto de Ceuta. / Europa Press

El acusado, solo frente al resto

Explica El Faro de Ceuta que A.L.H. es el único de los procesados que niega los hechos. Su estrategia de defensa, sin embargo, se ha ido resquebrajando con las confesiones del resto, que lo han colocado en el centro de la trama como facilitador indispensable. Para la Fiscalía, su papel fue “la pieza fundamental del tablero” que permitía que los vehículos con hachís cruzaran el puerto sin ser detectados. Pide para él cinco años y medio de prisión y veinte de inhabilitación.

En el juicio han declarado también varios guardias civiles, entre ellos dos que, de forma llamativa, están actualmente en prisión preventiva por otras causas relacionadas con el narcotráfico: las operaciones ATAM-Macetero y Hades. Aunque comparecieron como testigos, lo hicieron desde la cárcel de Alcalá Meco, esposados y por videoconferencia. Ambos trabajaron en el puerto de Ceuta y describieron las precarias condiciones en las que se desarrollan los controles: apenas personal, el densímetro averiado desde hace tiempo y una sola herramienta fiable, el perro antidroga. "Revisamos a ojo. Es muy difícil detectar nada", confesaron.

Uno de ellos, arrestado por participar en la trama del narcotúnel descubierto este año, hizo una comparación directa con el Puerto de Algeciras: “Allí tienen todo el tiempo del mundo para revisar. Aquí, si el barco no sale, la naviera presiona a la Delegación del Gobierno”. Una presión que, según apuntan, ha contribuido al auge de los delitos en esta frontera marítima.

El relato de la Fiscalía incluye casi una decena de pases de droga presuntamente amparados por el agente acusado. En todos, los embarques coincidieron con sus turnos. La mercancía atravesaba el Estrecho y llegaba a Algeciras sin ser interceptada. La ruta, ya conocida por los investigadores, es una de las más utilizadas para introducir hachís desde Marruecos. De hecho, uno de los acusados confesó que en aquella época consumía de todo: “No sabía lo que hacía”, ha declarado, tras iniciar un proceso de desintoxicación.

La vista continuará este miércoles con nuevas declaraciones.

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