Sociedad

Multitudinario funeral del párroco Antonio Rodríguez en la capilla de los Salesianos de Algeciras

Un momento del funeral del padre Antonio Rodríguez.

Un momento del funeral del padre Antonio Rodríguez.

La ciudad de Algeciras ha despedido este miércoles al padre salesiano Antonio Rodríguez Lucena en un multitudinario funeral oficiado en la capilla del Colegio Salesianos de la ciudad. 

Rodríguez, quien sobrevivió al ataque yihadista que Yassine Kanjaa perpetró el pasado 25 de enero a dos iglesias de la ciudad algecireña -que se saldaron con la muerte del sacristán de la iglesia de la Palma, Diego Valencia- pereció el pasado lunes 9 a los 75 años como consecuencia de un cáncer. 

La capilla de los Salesianos ha estado completamente llena de personas que han acompañado a la comunidad en la despedida del párroco, que ejercía el ministerio sacerdotal en la parroquia de San Isidro desde el 1 de agosto de 2011. Antes, entre 2002 y 2009, lo hizo en la comunidad salesiana de La Línea, ciudad desde la que también se han desplazado muchos de los asistentes al oficio religioso.

Nacido en Écija, su trayectoria nunca le llevó a su localidad de nacimiento, aunque ha sí pasó por distintas localidades de la provincia de Sevilla, como Morón de la Frontera o Sanlúcar la Mayor (1980 y 1971).

Antonio Rodríguez Lucena nació el 29 de abril de 1948. Fue bautizado en la Parroquia de Santa Cruz. Se incorporó a la inspectoría salesiana de Sevilla el 16 de agosto de 1963, cuando tan sólo contaba con 15 años. Ese mismo día ingresó en el seminario de los salesianos de la localidad gaditana de San José del Valle. Un años después realizó su primera profesión, renovándola el 17 de julio de 1967 y realizando la profesión perpetua el 16 de agosto de 1970.

Era diplomado en catequética, maestro de enseñanzas de Primarias e instructor elemental. El noviciado lo llevó a cabo entre San José del Valle y Alcalá de Guadaíra (1967-1970). Y los estudios de Teología los hizo entre 1970 y 1979 entre Turín (Italia), Sanlúcar la Mayor y Sevilla.

El padre Rodríguez Lucena fue ordenado sacerdote en la Catedral de Sevilla el 30 de octubre de 1977 por monseñor Rafael Bellido Caro, obispo auxiliar de Sevilla. Previamente, el ocho de junio, fue ordenado diácono por monseñor Antonio Montero, quien también fuera obispo auxiliar hispalense.

El primer destino del sacerdote fue San José del Valle, donde estudiaba Filosofía. En septiembre de 1967 pasó al Hogar San Fernando de Sevilla como maestro y asistente. Estuvo un año. Este mismo encargo lo ejerció entre 1968 y 1970 en Alcalá de Guadaíra.

Prosiguió sus estudios en la localidad italiana de Turín. Allí estuvo como estudiante de Teología entre septiembre de 1970 y septiembre de 1971. Continuó su formación un año más en Sanlúcar la Mayor. Entre 1979 y 1980 desempeñó el encargo de formador en los Pequeños Hogares de Sevilla. Seguidamente, y durante tres años, hasta 1983, estuvo destinado en Morón de la Frontera. Durante tres años, hasta 1986, fue consejero en Badajoz y coordinador de Pastoral. Entre 1989 y 1990 fue capellán militar en Sevilla. En 1991, y tan sólo durante un años, estuvo destinado por primera vez en Algeciras, donde ejercía como consejero de los Salesianos.

Durante cinco años (1992-1997), fue director del seminario de San José del Valle. Otros cinco años, hasta 2002, los pasó en Mérida (Badajoz) como consejero y encargado de la casa de Puebla.

En 2002, llegó al Campo de Gibraltar, concretamente a La Línea de la Concepción, donde fue coordinador de Pastoral y vicario. Este encargo se alargó hasta 2009. Por un periodo de dos años, hasta 2011, regresó a Sevilla capital para ser administrador de la obra y ecónomo.

Finalmente, el 1 de agosto de 2011 fue enviado a Algeciras como vicario parroquial y ecónomo.

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