Sucesos

Los funcionarios de prisiones reclaman más seguridad para hacer frente a las agresiones

  • Los empleados de la prisión de Botafuegos secundan el paro de 15 minutos convocado por los sindicatos

Un momento de la concentración, a las puertas de Botafuegos.

Un momento de la concentración, a las puertas de Botafuegos. / Jorge del Águila

Los sindicatos de prisiones Acaip, CSIFTu Abandono Me Puede Matar (Tampm) han celebrado este viernes concentraciones de quince minutos a las puertas de todos los centros penitenciarios de España en demanda de más seguridad en las cárceles y que se cumpla el protocolo contra agresiones a funcionarios de prisiones.

Las protestas se han celebrado tras los dos episodios de incidentes graves ocurridos esta semana en Algeciras y Cuenca. 

CSIF ha expresado su apoyo a los compañeros heridos en la cárcel de Botafuegos, en la que un interno se abalanzó sobre dos funcionarios y "les agredió con violencia", así como al funcionario herido en la prisión de Cuenca por un preso reincidente con problemas psiquiátricos. El sindicato ha denunciado que "este tipo de episodios violentos se viven prácticamente a diario" y "no existen protocolos efectivos ante estas situaciones".

La CSIF reclama una oferta extraordinaria de empleo ante el déficit de más de 4.100 empleados públicos en las prisiones, añade el comunicado, que subraya el envejecimiento de la plantilla, con una edad media de 55 años, y que reitera la petición de que se reconozca a los funcionarios de prisiones como agentes de autoridad.

Por su parte el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar ha denunciado "la grave negligencia" que a su juicio supone que el interno que protagonizó la agresión en la cárcel de Cuenca fuera ingresado en este centro porque es de categoría 2.2, "la más baja de todas y no habilitada para internos clasificados en primer grado", dada su peligrosidad.

Ha detallado que este preso "ha protagonizado más de 50 incidentes regimentales muy graves" y este miércoles destrozó la celda y clavó un cristal en el cuello a un jefe de servicio.

Desde este sindicato explican que se trata de una persona con problemas mentales que protagonizó en agosto un incidente en la cárcel de Villena (Valencia) por el que tuvo que ser reducido con defensas de goma y tras el que fue traslado a la prisión de Estremera (Madrid), de la que salió en libertad en octubre con pulsera telemática.

Nada más salir rompió la pulsera pero se le interceptó y se le puso otra "sin comunicarlo convenientemente al juzgado, lo que supone otra negligencia", detalla un portavoz de Tampm, que explica que luego este preso intentó cometer una agresión sexual en Tarancón (Cuenca) por la que fue arrestado y tras la que un juez determinó su ingreso en la prisión de Cuenca, a pesar de sus condiciones y de que está más lejos de Tarancón que la de Estremera.

Fuentes de Instituciones Penitenciarias han detallado que este preso quedó en libertad, excarcelado, el pasado día 17, aunque con una medida de libertad vigilada que era la pulsera telemática, que efectivamente se arrancó, aunque saltaron las alertas pertinentes.

Se trata de una persona con patologías mentales, inadaptada al sistema, sobre la que el juzgado determinó que ingresara en la cárcel de Cuenca.

Las fuentes han precisado que el secretario general de Instituciones Penitenciarias ha estado en permanente contacto con el funcionario herido, que fue dado de alta y se encuentra bien.

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