La iniciativa para que la música de Paco de Lucía suene en las campanas de la iglesia de la Palma, promovida por Javier Ortega y rechazada por el Obispado de Cádiz y Ceuta, cuenta con el apoyo de varias caras conocidas del mundo del flamenco y del espectáculo en general. Paco Cepero, Tomatito, José Carlos Gómez, José Manuel Soto y el comunicador Agustín Bravo son algunas de las caras conocidas que han mostrado su apoyo a esta propuesta. 

El intento de que Paco de Lucía suene en el centro de Algeciras a través de las campanadas de la iglesia de La Palma sigue vivo a pesar de la negativa del Obispado de Cádiz y Ceuta para permitir que las campanas entonen la mítica Entre dos aguas, renombrada para esta ocasión como Plaza Alta. Además de esta campaña para recabar apoyos entre rostros conocidos, se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firmas para que todos aquellos ciudadanos que estén a favor de esta iniciativa puedan hacer llegar su voluntad al obispo, de forma que este reconsidere su negativa.

Además, el promotor de la idea, Javier Ortega, ha pedido audiencia con el propio obispo, Rafael Zornoza, para explicarle en persona que con esta iniciativa no se tocará la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural, sino que solo es necesario incluir un archivo en el software que controla el sonido de las campanas que hace que un instante antes de las 12 del mediodía, justo antes de la señal horaria, suenen los acordes de la composición de Paco de Lucía. "Físicamente no se hace nada de nada. Además son acordes de una composición apolítica, sin mensaje social alguno y completamente respetuoso con la religión y la fe”, ha desarrollado Ortega.

El promotor, que aún no ha recibido respuesta, se apoya en el hecho que estas notas musicales "son del agrado de todos, no conllevan mensaje alguno, ni político ni social, y es plenamente respetuoso con el sentido religioso". A su vez, considera que está en línea con el hecho que en muchas misas y por diversos motivos, se cuenta con la participación de cantos acompañados de música interpretada a través de órganos, panderetas, zambombas o guitarras, "con el agrado de los feligreses y en su mayoría organizados por los propios sacerdotes".