La extraordinaria corrida de La Palmosilla que Talavante eligió para Algeciras y no quiso torear

De Justo salió a hombros, Borja Jiménez se vació y De Miranda rozó la tragedia en una tarde marcada por la bravura de los toros de Tarifa

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Espectacular remate de un toro de La Palmosilla en uno de los burladeros de Las Palomas.
Espectacular remate de un toro de La Palmosilla en uno de los burladeros de Las Palomas. / Miren Puente

La corrida la había reseñado Talavante. Él y su hombre de campo. En primavera, con mimo. Toro a toro. Y lo que se lidió este viernes en Las Palomas fue, sencillamente, una maravilla. Una corrida de La Palmosilla que se recordará muchos años en Algeciras, no solo por su presentación y por el juego de varios de sus ejemplares, sino también por el misterio que la envuelve: fue la tarde en que el extremeño firmó los toros pero no se atrevió a venir a torearlos.

Había desconcierto en el paseíllo. “¿Talavante no venía hoy?”, preguntaban algunos desde el tendido. Otros miraban el cartel con extrañeza: ni rastro de Marco Pérez, ni del titular ausente. Solo Borja Jiménez mantenía su sitio. Le acompañaron finalmente Emilio de Justo y David de Miranda. Tres toreros donde iban a ser otros. La Fiesta también tiene estas carambolas.

La historia es conocida: una lesión de Marco Pérez en Alicante abrió la espita. La empresa fichó a David de Miranda para cubrir el hueco, pero eso no bastó para salvar la taquilla. Las ventas no repuntaron y Talavante, dicen, se apeó del cartel por “molestias”. El parte médico es prolijo: contusión pulmonar, condensación, lesión condrocostal. Pero este domingo torea en Segovia. Y en Algeciras no. Cada cual que saque sus conclusiones.

Escalofriante quite por gaoneras de David de Miranda al tercero de La Palmosilla.
Escalofriante quite por gaoneras de David de Miranda al tercero de La Palmosilla. / Miren Puente

La plaza registró poco más de un tercio. Una pena, porque lo que ocurrió en el ruedo justificaba mucho más. El encierro, con el hierro de Tarifa y la impronta de la familia Núñez Cervera, fue un lujo: serio, bien hecho, bravo, con fondo. Una corrida de toros, con todas las letras. Hacía años que La Palmosilla no lidiaba una corrida completa en Las Palomas. Ha vuelto por la puerta grande.

El primero fue Viñeto, un burraco guapo, de clara ascendencia Osborne. Lo saludó Emilio de Justo con verónicas suaves, muy templadas, y un quite por chicuelinas al paso lleno de gracia. Pero el puyazo fue excesivo: el toro sangraba hasta la pezuña. Aun así, mantuvo la clase. De Justo, siempre en seda, sin tirones ni voz impostada, lo llevó con largura. Faena de muleta medida y clásica, aunque se pasó de faena. Estocada y oreja. El toro fue ovacionado en el arrastre.

Emilio de Justo con el guapo burraco de La Palmosilla que abrió plaza, de nombre 'Viñeto'.
Emilio de Justo con el guapo burraco de La Palmosilla que abrió plaza, de nombre 'Viñeto'. / Miren Puente

Rescoldito, el segundo, salió con brío y se emplazó frente a la Puerta Grande como retando. Borja Jiménez no se arredró. Lo dejó crudo en varas y comenzó la faena casi sin tiempo: el toro le atacó mientras aún tenía la montera en la mano. Primera tanda al natural. El sevillano lo toreó con exposición, dejándoselo llegar. Faena de más a menos, como si el toro fuese perdiendo gas o el torero claridad. Mató trasero y saludó ovación. El debut de Jiménez en esta plaza, con el gesto torero de hacer el paseíllo desmonterado, se saldaba con dignidad.

El tercero fue Vinatero, el más geniudo. Lo recibió David de Miranda con delantales y una revolera. Pero lo memorable vino después: un quite por gaoneras, capote a la espalda, y el toro lo atropelló con violencia seca. La chaquetilla manchada de sangre. Por suerte, sin herida. De esos milagros que también suceden. La faena fue tremenda: cercanías, valor seco, estatuarios, manoletinas con el viaje cambiado. Estocada hasta la bola. Oreja. El público de pie.

En un quite por gaoneras, el toro de La Palmosilla atropelló con violencia seca a David de Miranda.
En un quite por gaoneras, el toro de La Palmosilla atropelló con violencia seca a David de Miranda. / Miren Puente

El cuarto, Estornino, fue un toro de bandera. Colorado, musculado, de galope largo y embestida humillada. Era un caramelo para el toreo largo. Pero Emilio de Justo no terminó de verlo. Lo trató con corrección, pero sin la distancia que pedía. Le cortó las dos orejas, sí, pero el que merecía premio era el toro, que se fue al desolladero sin vuelta al ruedo. Fue una cicatería del palco.

Apreciado, el quinto, fue el otro gran toro de la tarde. Castaño, bravo, con chispa. Borja Jiménez lo brindó a Paco Ruiz Miguel y le echó el alma. Fue más corazón que técnica, más emoción que templanza. Pero fue de verdad. El presidente le negó la segunda oreja y hubo bronca. El público pidió dos vueltas al ruedo a cambio, y él las dio. Se dejó la piel, y no es frase hecha.

Borja Jiménez, que debutaba en Las Palomas, fue durante toda la tarde una demostración de valor seco.
Borja Jiménez, que debutaba en Las Palomas, fue durante toda la tarde una demostración de valor seco. / Miren Puente

El sexto titular salió derrengado y fue devuelto. En su lugar, Cartonero, un sobrero de 580 kilos. Grandón, fiero. Derribó al picador Paco Félix González, que salió volando. La plaza se sobrecogió. Luego David de Miranda comenzó la faena con estatuarios, helando el ambiente. Pero el toro duró poco. Faena a menos. Estocada eficaz y ovación.

Entre toro y toro, el viento cambió a levante. Bochorno, humedad, y la música del recinto ferial llegaba como una radio mal sintonizada. Aun así, la corrida flotó en el aire. Emilio de Justo vestía un terno caña encendido, idéntico al que usó Fandiño en su última tarde. Hay colores que no se olvidan.

Salida de hombros de Emilio de Justo cuando ya había caído la noche en Las Palomas.
Salida de hombros de Emilio de Justo cuando ya había caído la noche en Las Palomas. / Miren Puente

Solo De Justo salió en volandas. Pero los verdaderos triunfadores llevaban roja y blanca. Viñeto, Rescoldito, Vinatero, Estornino, Apreciado y Cartonero: nombres que valen por una feria. La corrida que Talavante eligió pero no quiso torear.

Ficha del festejo

Tercer festejo de la Ferial Real de Algeciras 2025. Un tercio de entrada en tarde de levante, bochornosa. Toros de La Palmosilla, muy bien presentados. Todos fueron ovacionados en el arrastre, salvo el 6º bis. Extraordinarios 4º y 5º. El sexto salió derrengado y hubo que devolverlo. Emilio de Justo, de caña y oro, oreja y dos orejas; Borja Jiménez, de marfil y oro, ovación y oreja con fuerte petición de la segunda; David de Miranda, de verde botella y oro, y que debutaba en Las Palomas, oreja y ovación. Destacó en banderillas Fernando Sánchez y el picador Paco Félix González.

El último de la Palmosilla, 'Cartonero', derribó al picador Paco Félix González.
El último de la Palmosilla, 'Cartonero', derribó al picador Paco Félix González. / Miren Puente
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