Algeciras

El eterno problema de los 'chipichangas'

  • La zona de La Marina está llena de transferistas que venden billetes de forma fraudulenta

  • La Autoridad Portuaria denuncia varias agresiones a sus agentes

El presidente de la Autoridad Portuaria de Bahía de Algeciras (APBA), Manuel Morón, fue contundente el mes pasado cuando fue preguntado durante la rueda de prensa de presentación de la nueva área de servicios de la OPE. "Es un problema endémico del puerto que llevo viviendo desde llegué aquí. Es una imagen tercermundista la que damos y afecta a los usuarios de nuestro puerto, pero eso ha dado ya lugar a un problema de orden público y seguridad en nuestro puerto". Morón se refería a los transferistas, popularmente conocidos como chipichangas, una derivación del término inglés ship shanlder, en castellano, provisionista de buques.

Hacen negocio captando clientes, ya sea fuera o dentro del puerto, para venderles billetes para la travesía del Estrecho. Muchas veces incurren en la falsificación o provocan un encarecimiento en el precio del billete. La escena no es difícil de contemplar. Basta con asomarse a la zona cercana al acceso central del Puerto. Un grupo de chipichangas espera en la acera de La Marina buscando a algún coche que tenga intención de cruzar hacia Ceuta o Tánger. Es la una y media de la tarde. No es precisamente un momento en el que haya poca gente transitando por la zona. Normalmente, los potenciales objetivos son fácilmente identificables. Les delata la matrícula o la carga del vehículo. En cuanto los ven, salen a la carrera hacia ellos, a veces incluso jugándose su propio pellejo mientras sortean el resto de coches que se interponen entre ambos. El fin es pararlos y conducirlos a la acera, donde los llevan a una de las agencias de viajes que tienen su establecimiento en la zona.

Este fenómeno da una imagen tercermundista y afecta a los usuarios de nuestro puerto"Desde el puerto se intenta informar a los viajeros para evitar que caigan en los engaños

Desde hace tiempo, tanto dentro como fuera del puerto, se les intenta poner freno por los desórdenes que causan, no solo a nivel económico. Hace menos de un mes, fue denunciada una agresión por parte de un transferista a un policía portuario cuando este lo interceptó. En los últimos años, las denuncias de este tipo de prácticas por parte de la policía portuaria se acercan a las 4.000.

La Autoridad Portuaria lleva años intentando evitar estas situaciones. Uno de los métodos es la comunicación. Si los viajeros vienen prevenidos de lo que les puede ocurrir es más sencillo evitar que se produzcan este tipo de situaciones. Fuentes portuarias explican que hace años una de las campañas promovidas por el Puerto consistió en la entrega de folletos en los que, entre otros contenidos como las rutas de viaje ideales, se instaba a los clientes a comprar en lugares de venta oficiales. Este mismo verano, a través de sus redes sociales recomendaron a los viajeros que llegaran a Algeciras con los billetes ya adquiridos, especialmente en los días de mayor tránsito, ya que el turno de embarque se otorga a partir de su presentación.

Las mismas fuentes aclaran que la Autoridad Portuaria también tomó medidas para evitar que las agencias de viajes que operan dentro del espacio del puerto pudieran colaborar de estas prácticas. Se arriesgan a perder su derecho a estar en la terminal marítima si se detecta de forma reiterada que tratan con chipichangas.

Los grandes afectados son las agencias de viajes y las propias navieras que venden billetes. Entre los vendedores de estas empresas, no hay una homogeneidad de versiones sobre lo que ven en el entorno, aunque todos coinciden en que los chipichangas están ahí siempre. Uno dice que "el año pasado apenas había dos o tres, pero ahora veo grupos de incluso quince en la rotonda de dentro del puerto". Otro, por contra, comenta que este año es igual que siempre. Una tercera explica que "este invierno sí he visto más de lo normal, pero creo que en verano están más controlados". Según una de las empleadas, "captan a los clientes con mentiras como que las taquillas de venta están cerradas y a veces incluso los sacan a la fuerza".

La APBA solo puede actuar dentro de su propio área y la zona de La Marina está fuera de la misma. El Ayuntamiento de Algeciras apunta a que acabar con este problema no puede venir de una actuación unilateral. Explica que es necesaria la cooperación dentro y fuera del puerto con todos los cuerpos de seguridad implicados -Policía Portuaria, la Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local- así como con las agencias de viajes.

Durante el fin de semana de mayor afluencia en la Operación Paso del Estrecho, una patrulla de la Policía Local vigiló la zona de forma permanente. Desde entonces lo hace puntualmente, ya que es imposible mantener a varios agentes destacados allí de forma constante. Todo esto condujo a la interposición de un elevado número de denuncias contra los transferistas.

El tiempo pasa y los chipichangas siguen actuando. A pesar de que muchos algecireños no saben de su existencia, son una parte inherente a la ciudad. Sin solución definitiva a la vista, el mejor antídoto es dificultar su actuación.

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