El espíritu de la Navidad cobra vida un año más en Pelayo
preámbulo La Pascua llega a esta barriada antes que a ningún sitio
Los vecinos arman el Belén Viviente que asombra a cientos de visitantes. En esta edición la venta de almanaques y mantecados va destinada al Comedor del Carmen
Todo el mundo quiso estar ayer en Pelayo. La razón, su Belén Viviente. El Misterio que un día soñaron los vecinos de esta barriada cumple estos días cuatro años. Además presume de que en tan poco espacio ha logrado ser un acontecimiento sin precedentes en la ciudad.
El tiempo se ha detenido en la barriada, sobre todo en la finca propiedad de Pepe Clavijo, que la cede para esta acción tan altruista. El enclave es perfecto para transportar a los cientos de visitantes al nacimiento del Niño Jesús. Decenas de personas vestidas de la época, una decoración muy cuidada, animales, la noria de agua, no falta un detalle. Este año el único que estuvo ausente fue el sol aunque mientras no llueva, confirman los vecinos, el milagro no se detiene.
La Navidad ha llegado a Pelayo antes que a ningún otro sitio pese a que es difícil en los tiempos que corren ver a tanta gente unida e ilusionada. Del mismo modo, los visitantes que quisieron ser protagonistas de la inauguración -los que prefieren contárselo a los amigos y a la familia en primera persona a que se lo cuenten- vieron cumplidos sus deseos. Muchas personas procedentes de municipios de toda la comarca tuvieron clara la agenda de la festividad del Día de Andalucía. No obstante, alguno confesaron que repetirían cuando el Belén Viviente abra en horario de tarde-noche ya que pese a ser lo mismo es diferente. Como años atrás los vecinos de Pelayo han optado por el horario de mañana para los domingos día 9 y 16 y por el horario de tarde para los sábados 8 y 15 de diciembre, que abrirá de siete de la tarde a nueve de la noche.
El Belén Viviente con mayúsculas cuenta además con novedades. Es más grande y hay más personajes. Por supuesto, hubo cola y a veces lenta pero las cámaras y smartphones lo agradecieron. Asimismo, fue complicado aparcar. Es el precio de este Misterio.
Por un rato nadie quiso hablar de la sempiterna crisis y eso que en esta edición la recaudación de la venta de almanaques y de mantecados irá destinada al Comedor del Padre Cruceyra.
Los artífices comentan año tras año que el premio a tanto esfuerzo ya lo han recibido. Este Belén Viviente como dicen muchos no tiene precio y en cualquier caso lo más importante es que mucha gente pueda verlo y disfrutarlo.
Por otra parte, el edificio del antiguo Hospital Militar en la calle Alfonso XI acoge desde ayer y hasta el domingo una nueva edición de la exposición y venta de dulces navideños de conventos "¡Qué rico, Dios mío!", que organiza la Sagrada Mortaja con la colaboración del Ayuntamiento.
Este año se encuentran a disposición del público 137 productos procedentes de catorce conventos de Cádiz, Málaga y Sevilla.
Esta cita, ya tradicional en los preámbulos de la Navidad algecireña también llega amparada por la labor social.
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