Algeciras

La Escuela de Música de La Piñera acaba el curso con cerca de 50 alumnos

  • El recurso formativo se despliega en el barrio, lugar con dificultades de acceso a la enseñanza musical

La profesora Anna Chirova al piano junto a su alumno Driss, en el concierto fin de curso.

La profesora Anna Chirova al piano junto a su alumno Driss, en el concierto fin de curso. / E.S. (Algeciras)

La rusa Anna Chirova y los algecireños Domingo Gutiérrez, Juan Díaz y Carmen Montoya están obrando el milagro. La primera de ellas es la profesora de piano. Domingo es violonchelista. Juan Díaz se encarga de lenguaje musical y Carmen Montoya está trabajando el coro. Todos ellos son los docentes de la Escuela de Música de La Piñera, una iniciativa alojada e impulsada por la parroquia del Espíritu Santo y que hizo también suya la coordinadora Barrio Vivo. Ésta es una barriada de la zona sur con pocos recursos y dificultades de acceso a este tipo de enseñanzas. En estos días están terminando su segundo curso con casi 50 alumnos a su cargo, si bien el verano rebaja la asistencia hasta los 18 antes de que llegue el merecido descanso y cesen las clases durante el mes de agosto. 

Domingo Gutiérrez es uno de los ideólogos del proyecto: "La verdad es que tenía en mente hace mucho tiempo la tarea que José Antonio Abreu llevó a cabo en Venezuela. Él creó allí el Sistema Nacional de Orquestas Sinfónicas Juveniles. Lo básico es llevar la enseñanza musical a los lugares que tuvieran un acceso complicado a ella. La Piñera es uno de esos sitios y aquí estamos".

Gutiérrez recuerda que el párroco del barrio, Pedro Gómez, se hizo un gran entusiasta de la propuesta en cuanto la conoció. Tres cuartos de lo mismo ocurrió con la coordinadora Barrio Vivo, que obtuvo el apoyo económico de la Fundación Cepsa a través de sus premios al Valor Social. Anna Chirova y Domingo Gutiérrez coinciden plenamente a la hora de hacer balance de estos dos años: "Lo mejor de todo han sido y son los alumnos. Su constancia y esfuerzo. Es increíble cómo progresan, cómo cumplen con creces todas nuestras exigencias. En gran parte de los casos, tiran de sus familias para estar aquí". 

Ellos no se plantearon esta experiencia solo como una transmisión de conocimientos musicales. Impulsan y trabajan muchos valores. Por ejemplo, el de la solidaridad. "Hasta que no llegase el próximo año, que es el tercero, no íbamos a hacerlos tocar juntos para que afrontaran ese momento con un poquito de experiencia. Pero ellos han querido hacerlo desde primero, es muy bonito ver esas ganas grupales, esa tolerancia entre ellos".

A Pedro Gómez, el párroco, no puede ilusionarle más cómo están marchando las cosas: "La Escuela es una alternativa muy importante para los chavales porque, además, no se deja de insistir en la educación en valores". 

Dos alumnos y sus violonchelos, en acción en la parroquia Dos alumnos y sus violonchelos, en acción en la parroquia

Dos alumnos y sus violonchelos, en acción en la parroquia / E.S (Algeciras)

Anna llegó a España desde Rusia con una oferta de trabajo. Ve claras diferencias entre ambos países en cuanto a la importancia que se le da a las enseñanzas musicales. Está en la escuela desde los principios en que se hizo una campaña de captación por los tres colegios públicos del barrio: Andalucía, Alfonso XI y Virgen del Pilar. "Hay que dar tiempo a esto, como a todo, pero ya tenemos tres alumnos que han demostrado un talento y habilidades muy singulares. Sin proceder de un ambiente musical, tienen capacidad para estudiar en un conservatorio profesional". 

Ha habido un salto de calidad, el instante en que algunos de los alumnos han podido llevarse instrumentos musicales a sus hogares para seguir practicando en ellos. "A partir de ese momento progresan volando", aclara Domingo. La escuela dispone ahora de 4 violonchelos y cuatro teclados. Dan clases dos días a la semana de cuatro a nueve de la tarde y, los sábados, de diez a dos. 

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