Una directiva obliga a Algeciras a hacer un mapa estratégico de ruido

Europa exige a los municipios con más de 100.000 habitantes que evalúen la contaminación acústica · El Consistorio tiene hasta el 30 de septiembre para entregar este informe al Ministerio

Trabajadores ejecutan unas obras en Algeciras.
Trabajadores ejecutan unas obras en Algeciras.
E. Correa / Algeciras

14 de mayo 2012 - 01:00

El Ayuntamiento de Algeciras tiene que entregar un mapa estratégico de ruido al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para su recopilación y comunicación de información pertinente a la Comisión Europea. Fuentes del Ministerio aclararon a Europa Sur que el 30 de junio arranca la recepción de los mapas que no concluirá hasta el 30 de septiembre. Medio Ambiente tiene hasta diciembre para comunicarlos a la Unión Europea.

Un mapa estratégico de ruido (MER) es un instrumento diseñado para evaluar la exposición al ruido, es decir, es diferente a lo que se ha venido denominando como mapa de ruido o mapa de niveles sonoros.

Algeciras por contar con más de 100.000 habitantes será uno de los 63 municipios de España que deberá aprobar dicho estudio. El MER no es un fin en si mismo, ni con su elaboración concluyen las obligaciones de las administraciones responsables, sino que constituye el punto de partida respecto al cual aplicar las medidas de mejora progresivas para mejorar la calidad acústica en las ciudades. Su elaboración corresponde a las administraciones competentes, siendo en el caso de las aglomeraciones de más de 100.000 habitantes, el propio Ayuntamiento el responsable.

El Plan de Acción Local de Algeciras del programa Agenda 21 aprobado en marzo de 2011 recoge que del único estudio sobre ruido fue elaborado por la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en el año 1999. De él se extrae que de la comparación de los índices de ruidos soportados en Algeciras con ciudades de más de 50.000 habitantes se observa que, los niveles sonoros en Algeciras en el año 1999 se encontraban ligeramente por encima de la media del resto de municipios andaluces de más de 50.000 habitantes y por encima de los niveles de ruido aceptables. El informe también reconoce que aunque no dispone de datos, se entiende que esta situación se habrá agravado en la actualidad debido al crecimiento de la población, de tráfico rodado y la ampliación de infraestructuras y polígonos industriales.

Además, en el Diagnóstico Ambiental se identificaron y describieron las fuentes antropogénicas de ruido en Algeciras, apareciendo el tráfico rodado, como la principal fuente al ser éste el responsable del 70% de la contaminación acústica que se genera en la ciudad.

De hecho, los estudios acústicos que existen en la ciudad reflejan que los ciudadanos algecireños soportan niveles de ruido superiores a los aceptables.

En este sentido, la Directiva europea obliga, un año más tarde, el 30 de junio de 2013, que las aglomeraciones de más de 100.000 habitantes deberán aprobar sus Planes de Acción para la mejora progresiva de la calidad acústica a través de medidas correctoras, preventivas o protectoras. La Asociación Española para la Calidad Acústica (AECOR) expuso con motivo de la celebración el 25 de abril del Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido la necesidad de que "las administraciones den una adecuada respuesta a los ciudadanos afectados por el ruido de manera acorde a la normativa europea".

Así, los mapas estratégicos de ruido permitirán a la administración y al ciudadano conocer el grado de contaminación acústica en sus ciudades y serán la base para diseñar, un año después, medidas para corregirlo.

El gerente de AECOR, Felipe Merino, advirtió también que "es probable que la mala situación económica de las administraciones haya dificultado su realización o cumplimiento, aunque esperamos que todos finalmente entreguen su diagnóstico al Ministerio". Algunas de las medidas que se pueden contemplar en los planes estratégicos son la instalación de barreras antirruido, redistribución o reorganización del tráfico, limitación del paso de determinados vehículos, de la velocidad, soterramientos o peatonalización de viales, limitación de horarios para carga y descarga o recogida de residuos, entre otras.

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