El caos diario para acceder al ambulatorio Menéndez Tolosa

Acceder al ambulatorio Menéndez Tolosa, en la zona centro, supone un auténtico calvario para algunos usuarios. Principalmente, si éstos acuden a Pediatría, y arrastran el consiguiente carrito de bebé, o van en silla de ruedas. El primer obstáculo radica en las escaleras que llevan desde la plaza a la entrada principal. No existe rampa alguna por lo que, para sortear la barrera, los usuarios deben dar un rodeo y enfilar el centro de salud desde el lateral por la avenida Blas Infante.

Una vez en la puerta continúan las dificultades. A la izquierda hay habilitada una pequeña y estrecha rampa que deriva en una puerta que suele estar cerrada. Los minusválidos difícilmente pueden completar su recorrido sin ayuda y lo mismo les ocurre a los que llevan un bebé, a no ser que utilicen el carrito como ariete.

Una vez dentro queda la última prueba por superar si uno va a cualquier planta superior y necesita utilizar uno de los dos ascensores. La recepción está cada mañana atestada de usuarios, ya que allí se encuentra el mostrador que atiende las citas previas y las urgencias. Las colas a veces llegan hasta el exterior del ambulatorio, por lo que moverse puede resultar tan incómodo como alcanzar la barra de una discoteca un sábado.

Cuando uno ya ha atravesado la sala y está junto a los ascensores, debe esperar que uno de ellos llegue vacío ya que junto al carrito o silla de ruedas apenas cabe un par de personas. Una vez en la planta y, tras ser atendido, toca de nuevo afrontar este caos pero a la inversa.

El Área Sanitaria reconoció ayer a este diario los problemas de accesibilidad, que achacó a la antigüedad del centro. El SAS recomendó utilizar más el servicio telefónico Salud Responde para evitar el colapso en la entrada. Asimismo, recordó que ya se ha dado luz verde a la remodelación del Menéndez Tolosa, por 2,5 millones, que resolverá entre otras deficiencias la del acceso al ambulatorio.