Día del Migrante

Migración con nombre de mujer

  • Márgenes y Vínculos publica 'Mujeres haciendo historia. Migrantes narrando vidas', donde recoge las experiencias de nueve personas llegadas de otros países

Janet Martínez, Sihama Kasmi, Francisco Mena y Ana Emilia Abreu en la presentación de la publicación

Janet Martínez, Sihama Kasmi, Francisco Mena y Ana Emilia Abreu en la presentación de la publicación / Erasmo Fenoy (Algeciras)

Ana Emilia Abreu ha vivido en sitios tan dispares como su Cuba natal, Canadá, Hungría y España y si no fuera por su hijo seguiría el periplo iniciado en 1991, justo cuando comenzó el duro periodo especial en tiempos de paz en la isla. En todos ellos, asegura, se ha sentido acogida e integrada y se considera una “ciudadana del mundo”. Y con esa experiencia a sus espaldas, recuerda a quienes le quieran escuchar que las migraciones son algo natural, “siempre han estado ahí. Si yo hablo español es por algo”.

Ana es una de las nueve personas que relatan su vida en la publicación Mujeres haciendo historia. Migrantes narrando vidas, que acaba de editar la Fundación Márgenes y Vínculos. Un trabajo que recopila las experiencias de algunas de las participantes en el programa Mujeres inmigrantes en igualdad, desarrollado en Algeciras y Ceuta, con el objetivo de mostrar a la sociedad la realidad de la inmigración, “lo difícil que es verte obligado a dejar tu país y las dificultades que te encuentras”, ha explicado el presidente de la Fundación, Francisco Mena, en la presentación del trabajo.

Historias como la de Sihama Kasmi, procedente de un pequeño pueblo marroquí, que llegó hace once años a un país del que no sabía nada, a vivir con un marido al que tampoco conocía, y que reconoce que durante los primeros años lo pasó mal por desconocer el idioma, “era como si fuera sordomuda”. El aprendizaje de español le abrió paso y las clases de pintura se han convertido en otra puerta abierta a un país en el que “ya tengo muchas amigas y me siento en casa”. Una casa en la que está cumpliendo su sueño de estudiar “para evitar así repetir la misma historia de sufrimientos, humillaciones y vulneraciones de derechos de las miles de mujeres sin estudios”.

Otras mujeres llegan dejando atrás a sus hijos, como tuvo que hacer la boliviana Sinthia Torrico, que no pudo traer a su hija a España hasta cuatro años después de llegar. O Pamela Cinthia Núñez, que tiene en Argentina a sus dos hijos. También fue difícil para las que pudieron traerlos, como la brasileña Blanca Cardoso, porque “no me llegaba con lo que trabajaba” para mantenerlos. “Es bueno conocer estas historias, mostrar lo que dejan detrás de las personas que vienen a buscar un nuevo futuro”, destaca Francisco Mena.

Márgenes y Vínculos ha escogido el Día del Migrante para presentar el trabajo realizado, con textos de varios autores y fotografías de Andrés Carrasco y financiado por el Ministerio de Trabajo y la Unión Europea. Historias para mostrar lo dura que es la migración y que “es un fenómeno que nos enriquece a todos”, culmina Mena.

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