El sector de Administración General del Estado de CSIF Cádiz denuncia la sobrecarga de trabajo que sufre la plantilla de Sanidad Exterior del Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) situado en el Puerto de Algeciras. Este departamento, encargado del control de alimentos de terceros países que entran en la Unión Europea, casi ha cuadruplicado en una década el volumen de mercancías que controla (de 29.000 partidas anuales en 2010 a las 68.000 partidas de 2018 y con proyección de alcanzar las 80.000 este año), mientras que mantiene prácticamente el mismo número de trabajadores (21 inspectores, siete técnicos y ocho administrativos).

CSIF subraya que no solo se han multiplicado los expedientes, sino que también casi se ha triplicado el tiempo que se tarda en cerrar estos expedientes por el aumento de la carga burocrática que han de realizar los funcionarios.

El sindicato alerta de los perjuicios que conlleva esta "mala gestión del personal" por parte de la Administración del Estado: "Las empresas sufren cada vez más retrasos en la entrada de sus mercancías en el Puerto de Algeciras e incluso acaban desviando sus partidas a otros puertos del Estado", destaca CSIF, que hace hincapié en el grave problema que ocasionaría para la economía del Campo de Gibraltar el hecho de que se pierdan estas empresas mercantes y navieras.

CSIF también denuncia que esta situación provoca la pérdida de derechos laborales de los funcionarios. De hecho, el sindicato ya ha trasladado en varias reuniones con la Subdelegación del Gobierno el incumplimiento de los acuerdos pactados con los sindicatos desde hace 12 años y la implementación incompleta del plan de mejora para el personal. "La Administración sólo pone parches cara a la galería que no hacen sino empeorar la situación", lamenta. 

La Central Sindical se espera que la Administración abandone su “desidia y falta de previsión” y que cumpla con sus compromisos, aumentando la plantilla definitiva de forma proporcional a la carga de trabajo, cubriendo las vacantes de forma eficiente y evitando la rotación constante de personal, que una vez formado, se acaba yendo a otros destinos (tanto por la finalización de los contratos del personal interino como por la fuga de funcionarios, que prefieren otros destinos).

El PIF de Algeciras controla un tercio de todas las importaciones de España, con una carga de trabajo 16 veces mayor que la media nacional.