Construcciones más destacables de Algeciras (III)

En 1897 se concluyó la construcción del edificio que estaba destinado a ser sede del Ayuntamiento. Del proyecto inicial solo se llegó a construir una tercera parte y mucho más sencilla, por falta de dinero. En este edificio, en el que se mezclan el eclecticismo con ciertos elementos regionalistas y modernistas, destaca el salón de plenos, cuyas paredes están revestidas con azulejos cerámicos que representan diversos lugares de nuestra ciudad; datan de los años 1928 a 1930. El techo imita un artesonado de madera, aunque está realizado con un derivado de uralita teñido de color marrón. Desde el punto de vista histórico es muy interesante, ya que en él se celebró la Conferencia Internacional sobre Marruecos en 1906.

En la barriada rural de Los Guijos aún se mantiene en pie un pequeño puente con dovelas y pilastras de piedra, con estrecha calzada, que salva el arroyo del Pícaro. Fue construido en 1874 como parte de la carretea a Cádiz. Resulta interesante como testimonio de la ingeniería civil de las vías de comunicación del siglo XIX; pues, por desgracia, el coetáneo y parecido puente del Matadero, de 1880, cinco veces más largo, fue demolido en 1983.

Otra obra de arquitectura civil muy destacable es el faro de Punta Carnero, situado donde en el siglo XVIII se levantaba un fuerte, volado por los ingleses en 1810. Fue edificado bajo la dirección de Jaime Font entre 1864 y 1874, inspirado en el de Chipiona, aunque de menores proposiciones. Consiste en una torre cilíndrica con varios vanos abiertos en su paramento. Desde esta zona se divisa una espléndida panorámica de la Bahía de Algeciras y del Estrecho de Gibraltar. Es un lugar de indiscutible valor paisajístico y, por ende, turístico.

Adentrándonos en el siglo XX nos encontramos con el elegante edificio del Hotel Reina María Cristina, construido en 1901, aunque en 1928 sufrió un devastador incendió, por lo que tuvo que ser reconstruido entre 1930 y 1932, esta reconstrucción cuenta con una planta más. Pertenece a la arquitectura colonial británica; no obstante, posee ciertos elementos del regionalismo de los años treinta cuando se reconstruyó. Destacan sus hastiales, sus galerías porticadas, con arcos de medio punto o adinteladas, así como su torreón poligonal y su espléndido patio interior con columnas y arcos peraltados.

Fue uno de los mejores hoteles de España a principios del siglo XX. Durante la Segunda Guerra Mundial sirvió de alojamiento a espías alemanes, italianos y británicos. Tanto los primeros como los segundos utilizaron túneles y pasadizos que atraviesan los jardines del hotel para tener acceso a la costa, que antaño se hallaba a los pies de la meseta sobre la que se alza este complejo hotelero. Por lo tanto, es de gran interés histórico, arquitectónico, paisajístico y ecológico, ya que sus jardines cuentan con diferentes especies vegetales. En él se alojaron personajes tan ilustres como Federico García Lorca, Winston Churchill o Alfonso XIII. De igual manera, fue escenario de algunas películas en los años sesenta, setenta y ochenta.

Junto a los jardines de este hotel se halla el parque de las Acacias, que fue catalogado parque botánico en los primeros años de su creación. En estos jardines se levanta el caserón de míster Smith, vicecónsul británico y consignatario de buques. Actualmente es sede de la Mancomunidad de Municipios del Campo de Gibraltar. Data de los años 1903 a 1904 y pertenece, igualmente, a la arquitectura británica y en él destacan sus galerías porticadas con arcos de medio punto, sus hastiales y su patio interior con arcos de tipo carpanel sobre cuatro columnas de orden toscano. Desgraciadamente, en su última desafortunada reforma se eliminaron las balaustras del piso superior de este patio y se sustituyeron por pretiles de cristal y acero.

Es muy reseñable el soberbio edificio de la familia Gaggero, que fue sede durante poco tiempo del hotel Sevilla y también del instituto de Enseñanza Secundaria, entre otros usos. Se encuentra entre la calle Segismundo Moret y José Santacana; data de 1925 y pertenece al estilo del eclecticismo modernista de inspiración neobarroco. Perdió en los años sesenta el torreón que lo coronaba en su esquina semicurva. En él destacan sus frontispicios, las balaustradas, las ménsulas de los balcones laterales y también las “peinetas” o copetes con pináculos que coronan el pretil de su azotea.

Un ejemplar de la arquitectura regionalista no desdeñable es la esquina de una casa de la calle Monet, nº 2. Este edificio data de 1887, pero en 1930, en su chaflán, que mira hacia la calle Duque de Almodóvar se construyó un precioso mirador acristalado de forma semicilíndrica, coronado por un cuerpo cilíndrico de menor tamaño coronado por una cúpula. Todo el conjunto se halla revestido de azulejos vidriados policromados.

Una de las construcciones más importantes de nuestra ciudad por su originalidad, único ejemplo del estilo neogótico, es la capilla del antiguo asilo de ancianos de San José. Actualmente se halla abandonada y reclama una urgente intervención que la salve de su ruina, algo que Algeciras no se podría permitir. En ella destacan sus vidrieras modernistas, el retablo de estilo neogótico y las tracerías de algunos de sus arcos ojivales y de los balconcillos de su presbiterio. Se cubre con bóveda ojival. Data de 1916, cuando este estilo estaba en pleno auge.

De los años veinte del siglo XX permanecen dos ejemplos de la arquitectura industrial de Algeciras, caracterizada por sus arcos escarzanos y paramentos de ladrillo visto, que denotan la gran influencia de la arquitectura británica en esta zona. Estos edificios son la antigua corchera de Armstrong, situada en la calle Pablo Díaz, cerca del soterrado cauce del río de la Miel, actual avenida de Agua Marina, y la antigua fábrica de hielo y de electricidad, situada en un callejón a la entrada de la calle Fuente Nueva.

De la arquitectura racionalista de los años treinta del siglo XX, Algeciras muestra orgullosa la insigne obra de su mercado de abastos, construido entre 1933 y 1935 por el ingeniero Eduardo Torroja y el arquitecto Manuel Sánchez Arcas. Consiste en un edificio de planta octogonal cubierto por una cúpula de hormigón armado de 47, 80 m de diámetro, consistente en un casquete semiesférico muy rebajado, apoyado en ocho pilares perimetrales, en cuyo centro se abre un gran lucernario también octogonal.

De los años cuarenta y cincuenta, época en la que la arquitectura intenta inspirarse en modelos clásicos del Renacimiento, podemos admirar algunos edificios que obedecen a estas directrices artísticas. Se encuentran en el paseo de la Hispanidad: En primer lugar, la Comandancia de Marina, desde cuyo torreón los marineros se comunicaban con los buques de la Armada por medio del código de banderas o señales ópticas con reflectores, en este edificio destaca su gran frontispicio y su soportal con semicolumnas, arcos de medio punto y sus pináculos a modo de pequeños obeliscos. Data de finales de los años cincuenta, del pasado siglo.

En segundo lugar, otro edificio de parecidas características es el de la Aduana, en el que destacan su gran puerta con arco de medio punto y la serie de ventanas con el mismo tipo de arcos en la parte superior, que nos recuerdan vagamente a las de la fachada de la universidad de Alcalá de Henares. También se colocaron pináculos de tipo escurialense en sus extremos superiores. Data de mediados de los años cincuenta del pasado siglo. Cierra esta serie el edificio de la antigua sede la Junta de Obras del Puerto, construido en la misma época y de parecido estilo arquitectónico, en el que resalta su gran pórtico con terraza sostenida sobre pilares de ladrillo visto. En los años setenta se amplió a su izquierda y derecha, y actualmente se está construyendo una nueva edificación de estilo totalmente vanguardista, tras demolerse esta ampliación.

En 1945 se concluyó la ermita de Ntra. Sra. de los Milagros, también conocida como ermita del Crucero Baleares, de la familia Cervera. Es una capilla de arquitectura muy original, inspirada en la ermita de Santa Ana de Chiclana de la Frontera. De base octogonal, está circunvalada por una galería cuyo soportal se adorna con arcadas de arcos de ojivales apuntados; su terraza superior se rodea de merlones y almenas y el edificio se cubre con una cúpula de media naranja sobre un cimborrio, donde se abren varios lucernarios estrellados. En su interior se muestra una maqueta del crucero Baleares a modo de exvoto y un panel con la lista de nombres de los fallecidos en 1938 en el naufragio del buque. Merece ser visitada.

A comienzo de la Segunda Guerra Mundial el Gobierno español decidió construir la llamada Muralla del Estrecho. una línea defensiva formada por una serie de búnkeres, construidos en hormigón armado. Destacan, entre los que se mantienen en buen estado de conservación, los del parque de El Centenario, restaurados dos de ellos para ser visitados, y también los de la playa de Getares. Son de gran valor histórico. Relacionadas con estas construcciones se levantaron las pantallas militares en un tramo de la pista militar nº 7 que bordea, por un lado, la carretera que conduce a Pelayo, y por otro, junto al profundo barranco que se orienta hacia la bahía de Algeciras.

Se encuentran en los montes de Getares, en el cerro de El Campanario, datan de 1942 y fueron construidas por el comandante Enrique Letang con el fin de camuflar la carretera que conducía a un acuartelamiento, hoy abandonado, para no ser divisado por los enemigos desde el mar. Miden tres metros de altura y trescientos de longitud y están construidas en hormigón, imitando las irregularidades de las rocas. Desde esa zona se contemplan unas espléndidas vistas panorámicas de la bahía algecireña y si andamos algunos kilómetros más adelante, en un recodo, se puede observar una impresionante panorámica de nuestra bahía y del estrecho de Gibraltar. Zona de alto valor paisajístico, histórico y turístico. Están protegidas por la Ley 16/1985 del Patrimonio Histórico Español.