Construcciones más destacables de Algeciras (II)
Observatorio de La Trocha - Nuestra aquitectura
Algeciras cuenta con un edificio dieciochesco de trascendental importancia: la capilla de Nuestra Señora de Europa
Nuestra ciudad contaba con un elegante acueducto que salvaba la vaguada del río de la Miel
Construcciones más destacables de Algeciras (I)
Junto al edificio del hospital de la Caridad se alza la capilla de San Antón, también conocida como de la Caridad o del Carmen. Este templo formaba parte del complejo hospitalario. Fue edificada en 1754 y en su exterior destaca la fachada principal, orientada al sur, construidas con sillares de piedra, descubiertos bajo el enfoscado que los cubrió durante décadas. Como se puede apreciar, hay dos tipos de sillares, los de la mitad inferior bien podrían proceder de la puerta de Tarifa, de la Edad Media, los de la parte superior parecen haber sido labrados ex profeso para la fachada. Esta fachada se corona con una espadaña de tres vanos, reconstruida totalmente. En su interior destacan sus bellas hornacinas con pilastras acanaladas con capiteles de estilo corintio o compuesto y frontispicios triangulares, y su retablo de tres calles, con columnas con capiteles dorados; se cubre con bóveda de cañón. Esta capilla es la gran desconocida tanto de los algecireños como de los turistas que se pasean por nuestra ciudad.
Si Algeciras cuenta con un edifico dieciochesco de trascendental importancia tanto histórica como arquitectónicamente hablando, este es la querida capilla de Nuestra Señora de Europa, la cual estuvo a punto de desaparecer en 1978 debido a la salvaje especulación inmobiliaria y al desprecio de las autoridades municipales de aquel entonces. Este pequeño templo comienza a construirse en 1769 sobre los cimientos del antiguo oratorio que existía en los terrenos del cortijo de los Varela. Se concluyó en torno al año 1773.
En su exterior destaca su fachada compuesta por dos cuerpos: el inferior de estilo barroco, con relieves y medallones, y de estilo clásico, con cuatro columnas de orden jónico, el superior. En su interior es preciso mencionar su elegante cúpula de media naranja con las imágenes de los doce apóstoles y con cuatro medallones en cada una de sus pechinas, con la imagen de los cuatro evangelistas. Tras la hornacina de su altar podemos admira el precioso techo del camarín de la Virgen con relieves inspirados en un palio. Está catalogado como BIC.
Entre las calles Cayetano del Toro y Segismundo Moret se levanta la capilla del Santo Cristo de la Alameda, actualmente desacralizada; un pequeño edificio en el que destacan su fachada con elementos barrocos y rococós y la cúpula de la nave orientada al este, con molduras rococós en sus pechinas. Fue construida en 1776 y poseía varios exvotos y pinturas murales alusivas a la mar. Todo se perdió en el asalto sufrido en 1931. Tras varias décadas de usos diversos y, luego, de abandono, se restauró para ser sede del museo de arte sacro. En un futuro muy próximo será sede del museo en el que se expondrán piezas del patrimonio de Antonio Viñas Roa, donado a la ciudad.
Nuestra ciudad contaba con un elegante acueducto que salvaba la vaguada del rio de la Miel para aportar agua desde las Minillas, en las sierras de El Cobre, hasta la ciudad, donde se distribuía por diferentes minas a fuentes situadas en la plaza Baja, en la plaza Alta y en la calle Fuente Nueva, entre otros lugares. Fue construido entre 1777 y 1783, siendo su arquitecto Pablo Casaus y su maestro alarife, Pablo Díaz. Consistía en una sucesión de arcos de medio punto sostenidos sobre pilares prismáticos, construidos en sillares de piedra y en ladrillo.
Debido a su longitud, al poco tiempo de su construcción se le dotó de varios arbotantes que aseguraban el equilibrio de la delicada construcción; décadas después se sustituyeron por contrafuertes triangulares. Estuvo en pie hasta finales de los años cincuenta del pasado siglo, en que se desplomó en su mayor parte en una sola noche de temporal, debido a estar resentida la estructura por las vibraciones de las locomotoras del tren que pasaba bajo uno de sus arcos, no muy lejos del cauce del rio. En 1987 otro fuerte temporal hizo que se desplomaran dos arcos y su pilar correspondiente, de los pocos que quedan en pie; por desgracia, no fue reconstruido y hoy día observamos el contrafuerte aislado. Solo quedan de aquella majestuosa construcción unos seis arcos, parte de los cuales están emparedados entre viviendas y otro, cruza la calle Vicente de Paúl.
Entre 1841 y 1845 se construyó otro acueducto que complementaba al anterior en la propia barriada de El Cobre, este de menor altura, también con arcos de medio punto sobre pilares y contrafuertes, construidos en piedra y ladrillo. Esta construcción ha llegado hasta nuestros días bastante completa; aunque, lamentablemente, más de la mitad de su longitud se encuentra emparedada entre viviendas, el resto es visible y se halla rodeado de una zona ajardinada. Es una construcción muy interesante y debería quedar totalmente exenta y visible para ser admirada por propios y extraños.
En 1734 el ingeniero militar Juan de Subreville construyó el fuerte de la Isla Verde, que poseía tres baterías. Desempeñó un papel fundamental en la batalla de Algeciras de 1801 y a lo largo del siglo XIX experimentó varias reformas, pero en 1919, pierde su uso militar y es cedido a la Junta de Obras del Puerto. Medio arruinado, a partir de 2006 comienza su restauración que habrá de concluir este año 2023, según el proyecto de la APBA. Posee un recinto amurallado, reconstruido en parte, con troneras en algunos sectores; se han reconstruido su puerta de acceso y otras dependencias. En su interior se alza un faro de planta poligonal, que data de 1863, obra de Jaime Font.
Es un monumento de enorme importancia histórica y está catalogado como BIC. En el parque del Centenario se encuentran los restos de otro de los fuertes que se construyeron en el primer tercio del siglo XVIII en Algeciras y su bahía: el fuerte de San García. Se encuentra arruinado, con pocos muros en altura, y en 2006 se llevaron a cabo pequeñas labores de restauración, que recuperaron en gran parte las dependencias del polvorín. Esa preciso continuar esta restauración para su puesta en valor, ya que es otro elemento de nuestro patrimonio histórico que merece ser visitado.
En el sendero del río de la Miel, para salvar el cañón que forma este río, se construyó a finales del siglo XVIII o principios del XIX un puente de piedra con un arco de medio punto con dovelas; bastante estrecho y con un tablero dispuestos en dos planos inclinados, pavimentado con guijarros. El paisaje en el que está enclavado es de una exuberante vegetación.
Del siglo XVIII son, en su origen, los edificios del antiguo Hospital Militar y Gobierno Militar, aunque muy modificados en las siguientes centurias. El edificio que fue sede del Hospital Militar es uno de los más antiguos de Algeciras, pues ya aparecía cartografiado en un plano del marqués de Verboom de 1724. Originalmente contaba con solo dos plantas, pero en los siglos XIX y XX se le añadieron dos más, por lo que se tuvieron que construir unos gruesos contrafuertes en la fachada posterior que da a un patio interior. En él destaca su escalera de acceso a la planta alta, cuya bóveda se sostiene con una estilizada columna de orden toscano; también era reseñable su pequeña capilla con bóveda de medio cañón muy rebajada, y en cuyo altar mayor se abrían tres hornacinas.
Era muy interesante la puerta de entrada a su sacristía, de madera labrada muy ornamentada. En el centro se abre un pequeño patio, alrededor de cual discurren unas galerías acristaladas en sus plantas baja y alta. Hoy día se apoyan en pilares prismáticos; no obstante, en la construcción primitiva había unas arcadas con arcos de medio punto sobre columnas toscanas. Cuando dejó su uso hospitalario, se desacralizó su capilla y se eliminó la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, de mármol blanco, sobre un pedestal que se alzaba en el centro de este patio; también se modificó su fachada, dotándola de pequeñas molduras en sus vanos. Fue sede de la facultad de Derecho y ahora está ocupado por dependencias municipales.
En cuanto al edificio que fue hasta hace poco tiempo sede del Gobierno Militar, se construyó en el primer cuarto del siglo XVIII, con la denominación de cuartel del Pozo del Rey; allí se alojó un destacamento de caballería. Debió de ser un típico caserón de paredes encaladas con varios vanos. Sus fachadas se modificaron en dos ocasiones; en la reforma de los años cincuenta se le dotó de un aspecto más clásico, en consonancia con la moda arquitectónica de aquellos años. Luce cornisas, pequeños frisos y molduras en sus ventanas, balcones y puertas. En su interior se abre un patio cuadrangular con pérgolas. Actualmente se halla abandonado.
Del último cuarto del siglo XVIII existe en la calle Cristóbal Colón, nº 11, un elegante edificio que actualmente se halla en proceso de restauración; fue antaño sede del consulado belga. En su fachada destacan la rejería del gran balcón corrido y de sus miradores de cada extremo, asimismo los frisos, las cornisas y el frontón semicircular que adorna sus vanos. En su interior se abre un elegante patio columnado con arcadas de medio punto sobre columnas de tipo toscano.
Ya del siglo XIX podemos apreciar el edificio que fue sede de la escuela de arte, sito en la esquina entre las calles Sevilla y San Antonio. En él destacan la rejería de sus balcones y su patio interior con arcadas de medio punto sobre columnas de orden toscano en su planta baja y una galería adintelada con pilares en la planta alta. Tras varios años de abandono, fue rehabilitado como centro comercial, pero en la actualidad acoge a diversas las sedes de algunos partidos políticos.
En la calle Muñoz Cobos nº 1 se levanta el edificio que antiguamente fue sede del Gobierno Militar hasta 1918 para luego convertirse en sede de la Comandancia de Obras de Ingenieros Militares. Su fachada ha sido modificada al menos en tres ocasiones, pero en su interior conserva un elegante patio con arcos de medio punto sobre columnas de tipo toscano y enlosado con losas de mármol blanco. Es un edificio de gran valor histórico. Hoy día se halla cerrado. Estos tres edificios son representativos de la arquitectura burguesa algecireña de los siglos XVIII y XIX.
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