La comida casera, el mejor reclamo
La tortilla de patatas, la ensalada de pasta o los filetes empanados son los platos estrella del día de playal día playero Los bañistas prefieren llevarse la comida de casa. Ir a los chiringuitos todos los días resulta una idea "alocada"
Con las sombrillas, las toallas y las pelotas, la familia se traslada a la playa para pasar un día refrescante y hacer frente, así, a la ola de calor que azota la comarca. Los chiringuitos se llenan de turistas, pero la comida de casa es el mejor reclamo para pasar este día playero entre los vecinos del Campo de Gibraltar.
En estos tiempos de crisis, comer todos los días fuera es una idea alocada. De ahí, que los que pisan frecuentemente la playa van provistos de comida, que, conservada en los tupperware, aguanta el sofocante calor de la bahía. Filetes empanados, tortillas de patatas o ensalada de pasta son los platos estrella del menú casero. "Nosotros que vamos casi todos los días a la playa no podemos comer siempre en los chiringuitos. Así que nos traemos la comida hecha de casa", confirma un grupo.
En una nevera los alimentos y las bebidas se mantienen frescos para la hora de comer. Normalmente, estos grupos de bañistas van a la playa con la idea de "echar el día entero"; por lo tanto, la comida es algo que no puede faltar. La sandía, igualmente, es la fruta que se lleva la medalla de oro, muy apreciada por ser muy refrescante. Muchos la colocan en la orilla del mar para mantenerla fresca durante la tarde.
Los más jóvenes, por otro lado, prefieren los bocadillos, un aperitivo más rápido y fácil de hacer. Muy variados de sabor y tamaño, los que triunfan son los de pavo, chopped, tortilla o mortadela. Para este elenco de la sociedad tan juvenil, los chiringuitos no entran en sus planes, prefiriendo guardar el dinero "para comprar cerveza o tinto de verano, hielo y chucherías" para acompañar el día playero.
Los chiringuitos, sin embargo, no notan mucho esta nueva tendencia. Son los fines de semana los días que más completo se puede encontrar. De la misma forma, son muchos los que optan por ir a comer sin la compañía de la arena en sus manos, a pesar de lo "caro que puede llegar a ser". Sin embargo, la comodidad, higiene y el menú llaman mucho la atención de grandes grupos que, por alguna ocasión especial, ese día prefieren "comer bien".
Por otro lado, la hora del café es un momento del día sagrado, crucial para los bañistas. El "euro, euro y medio" que puede costar un café no es ninguna excusa para no ir. Aunque quizá sea el agua el acompañante del día de playa que gane por goleada al resto.
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