Monumentos y edificios históricos de Algeciras

La capilla de Nuestra Señora de Europa

  • Capítulo 23. El origen del templo se sitúa en el oratorio del cortijo Los Gálvez, donde se trasladó la Virgen que se veneraba en el santuario de Gibraltar

La Capilla de Nuestra Señora de Europa en 1930

La Capilla de Nuestra Señora de Europa en 1930 / Antonio Passaporte / Archivo Loty

En las últimas décadas del siglo XVII, algunos personajes destacados de Gibraltar eran dueños de cortijos situados en los terrenos que habían ocupado en el Medievo las antiguas Algeciras y que tenían arrendados a otros vecinos. Entre ellos se documentan los cortijos de la Arrejanosa, que pertenecía al conde de Luque, el de las Algeciras a las monjas del convento de Santa Clara y, dentro de los muros de la arruinada ciudad, el de los Gálvez, también llamado de Varela. Estos núcleos rurales estaban habitados de manera permanente por agricultores y personal de servicio cuyo número se había ido incrementando con el paso de los años.

En 1690 existía en el cortijo de los Gálvez un oratorio particular, dedicado por aquellos años a San Bernardo, patrón de Gibraltar, destinado a cubrir las necesidades religiosas de los habitantes del citado cortijo. Se había erigido, sufragado por los propios vecinos, con autorización del por entonces obispo de Cádiz, Martín de Barcia Zambrano.

Cuando en el año 1704 la escuadra angloholandesa se apoderó de Gibraltar, la mayor parte de sus vecinos, leales al rey Felipe V, abandonó la ciudad y se instaló, pensaban ellos que provisionalmente, en torno a las ermitas de San Roque, de San Isidro ―en Los Barrios―, y de San Bernardo en Algeciras. La imagen de la Virgen que se veneraba en el santuario gibraltareño de Nuestra Señora de Europa fue llevada por los exiliados al oratorio del cortijo de los Gálvez para evitar su profanación por las tropas invasoras. Así fue como el oratorio de San Bernardo se convirtió en capilla o santuario de Nuestra Señora de Europa, como aparece mencionado en algunos documentos de la época.

La imagen de la virgen gibraltareña permaneció en la capilla de Algeciras hasta el año 1864, cuando los católicos de la colonia británica solicitaron su devolución, a lo que accedió el obispo de Cádiz. La imagen que hoy ocupa el camarín de la Capilla algecireña es copia de la original que se venera en la ciudad de Gibraltar. En 1717 el obispo de Cádiz, Lorenzo Armengual de la Mota, estableció sendas parroquias con sus correspondientes curas en la zona para atender a la creciente población del Campo, una de ellas en Los Barrios y la otra en Algeciras, en la iglesia de Nuestra Señora de Europa, que ejerció como primera parroquia de la nueva ciudad entretanto se construía un nuevo templo.

Una vez inaugurada en 1738 la nueva parroquia, dedicada a Nuestra Señora de la Palma, la capilla de Nuestra Señora de Europa se readaptó para la realización de diversas actividades asistenciales como afirma Ana María Aranda en su documentada obra Historia Urbana de Algeciras. Cuando la ciudad logró por fin su independencia de San Roque, en el año 1755, el templo donde se veneraba la imagen gibraltareña se hallaba en un avanzado estado de ruina, lo que hizo que la Hermandad del Rosario de Nuestra Señora de Europa, que tenía su sede en la pequeña iglesia, decidiera edificar una nueva en otro lugar o reconstruir la existente.

Cabecera de la Capilla de Nuestra Señora de Europa, entre los años 1947 y 1954 Cabecera de la Capilla de Nuestra Señora de Europa, entre los años 1947 y 1954

Cabecera de la Capilla de Nuestra Señora de Europa, entre los años 1947 y 1954 / Cedida por Ricardo Silva

En 1769 la vieja capilla se acabó arruinando y se iniciaron las obras para la edificación de un nuevo templo sobre el solar que había ocupado el oratorio de San Bernardo y luego la capilla o iglesia de Nuestra Señora de Europa, que es el edificio que ha llegado hasta nuestros días. En mayo del año 1931 fue saqueada, como sucedió con otros templos de la ciudad, su mobiliario e imágenes destruidas y su campana abatida. En 1936, el Obispado vendió la Capilla a un particular por la cantidad de diez mil pesetas, según refiere Cristóbal Delgado, pero con la condición de que si en diez años se le reintegraba esa cantidad la Capilla retornaría a propiedad de la Iglesia.

En 1943 el Ayuntamiento de Algeciras donó al Obispado las diez mil pesetas necesarias para su recuperación. En 1961, mediante las gestiones realizadas por José Rivera Aguirre, se le colocó la campana de la desaparecida capilla protestante del Hotel Reina Cristina bautizada con el nombre de Salud y José. En 1989 se completó la restauración del edificio con un proyecto redactado por el arquitecto Enrique Salvo Medina. Hasta el año 1954 el templo sólo contaba con una puerta, la que se abría en su fallada principal. En ese año, con el fin de conectar la Plaza Alta con la recién construida Escalinata, se demolió el Café La Taurina, que estaba adosado al muro norte de la Capilla, dando lugar a la calle del Murillo y permitiendo la apertura de una segunda puerta de la iglesia en el citado muro.

Nueve años antes, en 1945, se había fundado en esta iglesia la Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna y María Santísima de las Lágrimas, asumiendo la tradicional y antigua Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Europa, cuyas imágenes titulares fueron talladas, la del Cristo, en 1946 por el artista local José Román y la de vestir de la Virgen, en 1948 en los talleres salesianos de Sevilla.

En cuanto a su descripción, el templo consta de una sola nave con camarín incorporado en la cabecera donde se halla entronizada la imagen de Nuestra Señora de Europa. Se cubre con una bóveda de cañón con lunetos en los que se abren óculos con forma de elipse; los que se localizan cerca de la cabecera muestran elegantes molduras barrocas. La bóveda descansa sobre una cornisa corrida que remata un friso con metopas ciegas y triglifos en la zona del presbiterio. En esta parte de la Capilla el entablamento está sostenido mediante pilastras de moldura. El presbiterio se cubre con una cúpula semiesférica sobre pechinas.

Los doce apóstoles pintados, dentro de óvalos, sobre la cúpula semiesférica y las cuatro pechinas Los doce apóstoles pintados, dentro de óvalos, sobre la cúpula semiesférica y las cuatro pechinas

Los doce apóstoles pintados, dentro de óvalos, sobre la cúpula semiesférica y las cuatro pechinas

La decoración pictórica consiste en la representación de los doce apóstoles sobre la media naranja de la cúpula y las cuatro pechinas, además de elementos decorativos pintados en el techo del camarín. La fachada, realizada con sillares y elementos tallados de piedra arenisca, se organiza en dos cuerpos con una sola calle, a modo de un retablo, rematados por la espadaña. El cuerpo inferior está constituido por dos anchas pilastras de sección polilobulada que descansan sobre un ancho basamento y que enmarcan un vano en el que se localiza la puerta principal del edificio. Las jambas de este vano están reforzadas por gruesos baquetones y el dintel con una original decoración a modo de alas de mariposa.

Sobre la clave de la puerta se sitúa un angelote con las alas inacabadas. Este cuerpo bajo se halla separado del superior por una cornisa muy saliente que reposa sobre un friso similar al existente en el interior de la iglesia. La cornisa y el friso se rompen en el centro para enmarcar una hornacina que, actualmente, contiene una imagen de San Bernardo, patrón del Campo de Gibraltar y de Algeciras. El segundo cuerpo, más sobrio en cuanto a elementos decorativos, está flanqueado por dos columnas a cada lado, las exteriores retranqueadas, que muestran el fuste acanalado en sus dos tercios superiores y que sostienen capiteles de orden jónico. Este cuerpo está rematado por una cornisa menos saliente que la del primero que corona un friso y un arquitrabe clásicos. En el centro de este cuerpo se abre un óculo ciego con moldura. La espadaña es de mampostería con los bordes alabeados presentando un solo vano para la campana. La ejecución de la obra se debe al círculo del maestro Torcuato Cayón, al que se debe también la fachada de la iglesia de San Mateo de Tarifa.

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