La cabalgata anunciadora de la Feria Real de Algeciras 2013 concitó ayer un excelente ambiente y una mejor animación a lo largo de todo su recorrido por la Avenida Virgen del Carmen. Una gran cantidad de personas se reunió a última hora de la tarde para contemplar una comitiva que ofreció casi medio centenar de carrozas, bandas de música, charangas y otros grupos que contribuyeron a agitar la fiesta.

Desde el acceso central, la cabalgata se puso en marcha en torno a las ocho y media de la tarde. El espectáculo duraba en torno a una hora desde un lugar fijo, es decir, el tiempo que transcurría desde el paso de las primeras atracciones a la llegada de las dos últimas carrozas, en las que viajaban la corte infantil y la juvenil de la Feria.

La reina infantil era la bella y justo detrás tenía a la bestia. A esta película de Disney estaba dedicado el vehículo, muy logrado con la tetera y los candelabros parlantes. Las crías de las bandas se lo pasaron de lo lindo lanzando caramelos a niños y niñas como ellas.

Detrás, cerrando el desfile, iban la reina y las damas juveniles, en una carroza homenaje a la Rotonda del Pandero y tirada de modo figurado por caballos tallados por el cartón viviente del acontecimiento.

Dicho queda, había transcurrido una hora desde que habían abierto el cortejo festivo los caballistas de la ciudad y unas unidades con la que los niños se lo pasaron pipa: siete naves y vehículos espaciales individuales, una gozada también para los mayorcitos.

Los niños, claro, fueron las estrellas en una de las grandes citas caramelizadas del año. Disfrutaron particularmente cuando veían ante sus ojos a sus personajes de los cuentos y la tele, como Peter Pan y un capitán Garfio protagonista, las muñecas Monster High, Peppa Pig o la cantera de Warner Bros.

El desfile convirtió en locomoción de atracciones a cisnes, bosques, elefantes y barcos. Y al castillo de la espada Excalibur o a un coche en el que iban los jóvenes de la película Grease. Fantasías orientales y tipos vestidos de policías de Nueva York dando música al ambiente.

Los colectivos y peñas de Algeciras que participaron en la cabalgata hicieron guiños a la ciudad, como La novia del sol a los escopeteros de Getares. Y también a otras ciudades. Los buyitas montó todo un tributo a Gaudí y su Parque Güell de Barcelona. Su característico y pequeño dragón, o lagarto según otros, reptaba por una carroza-camión que impresionó por el tamaño, claro.

Y de fuera fuera la cultura boliviana, con bailes y trajes típicos de la región andina, y la representación de rigor, siempre tan popular, de Brasil y, sobre todo, sus gentes, objetivo de fotografías y hasta bailes de los más y las más atrevidos y atrevidas.

A los bordes las personas se agolpaban para ver cuanto más cerca mejor la marcha. El tramo entre la entrada principal del Llano Amarillo y la rotonda del Ave María se copó, como es habitual, por grupos de familias y amigos que instalaron sus improvisados chiringuitos y veladores. Desde primera hora habían echado allí el día, dándole alegría al cuerpo, como atestiguaba una pata de jamón en las últimas. Colas en los quioscos y en las furgonetas de helado. Frescos sabores de colores.

Y el excelente ambiente discurría desde la partida del desfile y acullá, serpenteando con equivalente éxito de convocatoria también en el tramo entre la rotonda del Ave María y la Fuente del Milenio, el lugar, a las faldas de la Feria, donde dejó de anunciarse lo que está próximo a comenzar.