El Ayuntamiento de Algeciras corrige su plan contra el acoso a instancias de la Inspección de Trabajo y tras años de incumplimiento

El nuevo protocolo incorpora el chantaje sexual, la violencia física y el acoso digital, además de una comisión paritaria de seis empleados para supervisar su aplicación

La Inspección de Trabajo fuerza al Ayuntamiento de Algeciras a aprobar el protocolo de acoso laboral y sexual

La fachada del Ayuntamiento de Algeciras.
La fachada del Ayuntamiento de Algeciras. / Erasmo Fenoy

El Ayuntamiento de Algeciras ha aprobado este mes de septiembre las modificaciones de su protocolo de prevención y actuación ante posibles situaciones de acoso laboral, sexual, por razón de sexo o cualquier otra discriminación en el ámbito municipal. La medida llega de nuevo a instancias de la Inspección de Trabajo, que en febrero ya forzó al Consistorio a estrenar este instrumento con más de 18 años de retraso respecto a la normativa.

El acuerdo se ha ratificado en el Comité de Seguridad y Salud, celebrado el pasado 11 de septiembre en la Casa Consistorial, donde se ha dado luz verde a un texto revisado que refuerza los mecanismos de protección de los trabajadores municipales. Entre las principales novedades figura la incorporación de la figura del acoso quid pro quo, un chantaje de carácter sexual en el que la víctima se ve obligada a elegir entre ceder a las exigencias del acosador o perder beneficios laborales.

El protocolo también amplía el catálogo de conductas constitutivas de acoso. Se suman ahora los ataques a la vida privada, el aislamiento social forzado, la violencia digital (difusión de mensajes ofensivos, memes humillantes o grabaciones degradantes en redes sociales), así como supuestos de violencia física. También se detallan con mayor precisión las conductas de acoso sexual y por razón de sexo, desde bromas obscenas hasta marginación profesional.

Entre las principales novedades figura la incorporación de la figura del acoso ‘quid pro quo’, un chantaje sexual en el que la víctima se ve obligada a elegir entre ceder a las exigencias del acosador o perder beneficios laborales

Canal de denuncias

La aplicación del protocolo se tramitará preferentemente a través del canal de denuncias disponible en la sede electrónica del Ayuntamiento, con el fin de garantizar la confidencialidad. Además, se crea una Comisión de atención al acoso laboral compuesta por seis empleados municipales designados por el alcalde a propuesta del Comité de Seguridad y Salud. Este órgano debe tener carácter paritario y un mandato de cuatro años.

El documento contra el acoso tendrá vigencia indefinida, aunque será objeto de revisión cada vez que se produzca un cambio normativo relevante. Su seguimiento y aplicación correrán a cargo del Comité de Seguridad y Salud.

La aprobación definitiva de este protocolo responde a una asignatura pendiente que salió a la luz en febrero tras una denuncia sindical de la CGT. Hasta entonces, el Ayuntamiento de Algeciras carecía de un protocolo refrendado oficialmente, a pesar de que la Ley de Igualdad de 2007 y el Estatuto de los Trabajadores lo establecen como obligatorio. La Inspección de Trabajo exigió entonces su aprobación inmediata y ahora vuelve a supervisar su actualización.

El quiosco del patio del Ayuntamiento Algeciras, bajo el lucernario.
El quiosco del patio del Ayuntamiento Algeciras, bajo el lucernario. / Vanessa Pérez

Principios y garantías del protocolo

El Ayuntamiento subraya que este protocolo no solo busca sancionar conductas de acoso ya producidas, sino sobre todo prevenirlas y evitarlas. Para ello, se compromete a promover campañas de información, formación y sensibilización entre todo el personal municipal, recordando que la violencia psicológica, el acoso sexual o la discriminación no solo dañan a la víctima, sino que también deterioran el servicio público que se presta a la ciudadanía.

La norma garantiza la confidencialidad de las denuncias y la protección frente a represalias para quienes se atrevan a dar el paso de comunicar una situación de acoso. Además, prevé sanciones para las conductas probadas de hostigamiento, pero también para aquellos casos en los que se detecten fraudes o denuncias falsas.

El documento reconoce expresamente el papel de las secciones sindicales y de los delegados de prevención en su elaboración, y contempla medidas disciplinarias contra toda conducta que se acredite como acoso, ya sea laboral, sexual, por razón de sexo o discriminatorio. En este sentido, el Ayuntamiento insiste en que no tolerará ningún tipo de violencia en sus centros de trabajo y que actuará con objetividad, rapidez y respeto a la dignidad de todas las personas implicadas.

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