40 años del 28-F

El algecireño Alejandro Tobalina piropea a Andalucía en el teatro de la Maestranza

  • El hijo del fallecido redactor jefe de 'Europa Sur' José Luis Tobalina lee un texto poético con el acompañamiento a la guitarra de David de Arahal

Alejandro Tobalina, junto a David de Arahal en el teatro de la Maestranza.

Alejandro Tobalina, junto a David de Arahal en el teatro de la Maestranza. / J.A.

El Campo de Gibraltar ha tenido una representación inesperada en el tradicional acto de entrega de los títulos de Hijos Predilectos y Medallas de Andalucía con motivo del día de la Comunidad Autónoma, que se ha celebrado en el teatro de la Maestranza de Sevilla. A falta de distinciones para la comarca, el periodista algecireño Alejandro Tobalina, hijo del fallecido redactor jefe de Europa Sur José Luis Tobalina, ha protagonizado uno de los momentos más bellos del acto con la lectura de un texto poético para el que se ha hecho acompañar a la guitarra por el compositor flamenco David de Arahal. 

El escrito del algecireño se titula Tierra querida, Andalucía y dice así: "Jamás hubo tierra más deseada. Aquí, la pureza se observa, se toca, se respira, se oye, se saborea… Los pájaros cantan arte, hace musha caló, estamos apollardaos, tenemos mucha bulla, nos vamos de cervecitas si encarta… Nos engollipamos con la comida. Pedimos una mihilla de pan… Nuestras abuelas nos encargan hacer un mandaíllo, algunos tenemos malafollá, otros somos unos papafritas, unos jartibles o unos agonías… Nos damos el pego y tenemos bajío. Vamos a jierro, y si no, no vamos… Y si llegamos tarde, vamos follaicovivos.

Nuestra sangre no es roja, es verdiblanca. Tierra de lucha, de costumbres, de pasión, de talento, de poesía. El patriotismo de Blas Infante, el amor a su tierra de Lorca, el sufrimiento de Machado, la pasión y dulzura de Bècquer, la alegría de Alberti, la inteligencia de María Zambrano, el arte de Lola Flores, la soledad de Juan Ramón Jiménez, la más grande Rocío Jurado, la magia de Paco de Lucía, la osadía de Carmen de Burgos, el trazado de Velázquez y Picasso, los sonetos de Góngora, la música de Manuel de Falla, el coraje de García Caparrós un 4 de diciembre de 1977.

La Alhambra, el Albaicín, la Giralda, el Alcázar, la Mezquita, las cuevas de Nerja, la Alcazaba, la Catedral de la Santa Cruz, las marismas del Odiel, la playa de la Barrosa, Sierra Nevada… 

La felicidad se palpa, se siente en cada una de las esquinas de nuestra tierra querida. El mejor refugio para los que emigramos, un privilegio para los que allí echan raíces. Y, ay, del pobre ignorante que nos critica. Sentimos pena por él, nos compadecemos, y si algún día decide conocernos y visitarnos, le tendemos el brazo y disfrutamos de las maravillas que tenemos. Porque nos gustan nuestras maravillas, pero nos encanta compartirlas. Ese pueblo generoso y atento.

Andalucía es mía, es tuya, es de él… y también es de ella. Porque como dijo el poeta… “Quien reniega de su tierra, debería ser castigado. Mi orgullo es ser andaluz, por los cuatro costados. El amor de mis amores, lo que más quiero en la vida, y ésta es mi tierra señores, y se llama ANDALUCÍA”.

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