La actriz portuguesa se enfrenta a 30 meses de cárcel por narcotráfico

Cerca de tres horas permaneció ayer Sara Norte, la actriz portuguesa acusada de narcotráfico, en el interior del Palacio de Justicia de Algeciras. Un periodo de tiempo que terminó con la condena de la joven a 16 meses de prisión por un delito contra la salud pública. Según confirmaron fuentes judiciales a este periódico, la defensa alcanzó finalmente un acuerdo con la Fiscalía. La chica se declaró culpable y reconoció los hechos ante el Juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad. Tras ello, el magistrado efectuó un juicio rápido y dictó sentencia de conformidad. Ahora le corresponde al Penal ejecutar el dictamen.

De esta forma, la Justicia consideró a la joven culpable de intentar introducir en la península un total de 780 gramos de hachís el primer fin de semana de febrero, cuando agentes de la Guardia Civil la interceptaron en el puerto de Algeciras. La mujer regresaba de un viaje a Marruecos. A pesar de que dicha pena resultó inferior a dos años y un día, la actriz deberá ingresar en prisión; ya que cuenta con antecedentes penales.

A este respecto, la agencia Efe y fuentes del procedimiento judicial indicaron ayer que Sara Norte ya fue sentenciada a 14 meses de cárcel por otro delito de narcotráfico. Las fuerzas de seguridad la detuvieron entonces cuando intentaba acceder a territorio nacional con 745 gramos de hachís. En ese momento, como la portuguesa carecía de antecedentes, el tribunal suspendió la condena, con la condición de que no cometiera otro delito en un periodo de dos años.

Pero ahora, tras quebrantar ese punto, la joven deberá cumplir ambas condenas: un total de 30 meses de cárcel. Evidentemente, la defensa podrá solicitar durante ese tiempo los beneficios penitenciarios que considere oportunos. Además, el magistrado también le impuso una multa de 800 euros, sustituible por cuatro días de arresto domiciliario.

Sara Norte arribó al Palacio de Justicia a las 10:30 horas, para declarar ante el juez de Instrucción número 2. La chica llegó en un vehículo policial directamente desde Botafuegos, donde permanecía recluida desde su arresto. La joven accedió al edificio por la puerta trasera, bajo la atenta mirada de su madre, Carla Lupi, también actriz. La progenitora aprovechó la entrada de la imputada para, a base de gritos, transmitirle ánimos a su hija.

Una vez que la acusada accedió a la sede judicial, la madre se dirigió a los periodistas españoles y portugueses presentes en el lugar. Lupi subrayó que Sara se encontraba bien. Unas palabras que pronunció, según explicaron los reporteros lusos, porque en Portugal se comentaba que la chica había adelgazado mucho, que presentaba un aspecto demacrado e, incluso, que tenía problemas con las drogas.

El miembro del Consulado General de Portugal en Sevilla, el canciller Paulo Mesquita, también insistió después en la misma idea: "Sara ha sido bien tratada y está contenta". El delegado luso se trasladó ayer hasta Algeciras para ejercer como representante institucional de su país.

Justo después de que Mesquita valorara levemente el dictamen judicial, Carla Lupi se encargaba de precisar el contenido del mismo. La madre de la interpreté comunicó a los medios de comunicación el resultado del juicio rápido celebrado ayer. "Sara fue juzgada y ya ha salido la sentencia. Fue condenada a 16 meses", dijo la progenitora a la salida del Juzgado de Instrucción número 2 de Algeciras, sobre las 13:25 horas. Lupi se encontraba muy afectada por lo ocurrido y rompió a llorar tras conocer el fallo del magistrado y antes de su comparecencia pública.

Norte había abandonado el Palacio de Justicia tan sólo unos minutos antes. La chica salió de nuevo por la parte trasera del edificio y accedió a otro vehículo de la Policía Nacional, estacionado en el patio exterior del inmueble -un espacio al que está prohibido acceder, pero que puede observarse desde la vía pública-. Entonces, los agentes trasladaron a la actriz hasta la cárcel algecireña, donde ingresó ya en régimen de penada.

La Guardia Civil detuvo a Sara Norte el primer fin de semana de febrero, cuando llegó a la ciudad acompañada por otros dos jóvenes. Uno de ellos, según publicó Europa Sur entonces, es menor de edad. La joven de 26 años -famosa, entre otros motivos, por participar en la versión lusa de Médico de Familia- ingresó entonces en Botafuegos y se negó a firmar un documento tras ser detenida por el hecho de ser extranjera, posiblemente por miedo a que la noticia saltara a la luz pública.

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