La Virgen de la Palma celebrará en 2023 el centenario de la proclamación oficial del patronazgo sobre la localidad de Algeciras. Una efeméride que vendrá acompañada de un Año Jubliar concedido a la Hermandad de Nuestra Señora de la Palma. Así lo ha anunciado el Obispado de Cádiz y Ceuta para trasladar la decisión adoptada por la Santa Sede. 

La petición partió de la mano del obispo diocesano, marcando con su concesión un hito en la historia religiosa algecireña dado que se trata del primer Año Jubilar concedido a una corporación religiosa del municipio. Se trata de un acontecimiento extraordinario que se anunció a la feligresía durante la misa del domingo.

La noticia se ha recibido con gran entusiasmo entre los fieles, que podrán disfrutar de esta efeméride desde el 25 de abril de 2023 hasta el 25 de abril de 2024, días en el que se hará su apertura y clausura en la Iglesia Mayor Parroquial de Santa María de la Palma de Algeciras.

Desde la propia hermandad pretenden que la celebración este Año Jubilar sirva de impulso a la evangelización, así como a proyectos y acciones caritativas y solidarias que fortalezcan la presencia de los católicos de toda la comunidad diocesana y el impulso devocional a la Virgen de la Palma. Los distintos actos y cultos serán presentados en el mes de febrero.

Nuestra Señora de la Palma

La Virgen de la Palma estará de celebración en 2023, no solo por la concesión del Año Jubilar, también por su centenario como patrona de la ciudad de Algeciras, además, de sus 25 años como alcaldesa perpetua, nombramiento que hizo el Ayuntamiento el 27 de marzo de 1997.

La imagen de mármol fue construida en el siglo XVIII y desde los años 60 no salía en procesión, en su lugar lo hacía una réplica. En 2019, La Hermandad de Nuestra Señora de La Palma decidió que la talla original procesionaría la madrugada del 14 de agosto, evento que se ha llevado a cabo de nuevo en 2022 tras el parón por la pandemia.

El Jubileo o Año Santo

El primer Año Santo o Año Jubilar lo convocó el Papa Bonifacio VIII en 1300. Este tiene como objetivo la indulgencia plenaria, es decir, el perdón de los pecados, y se desarrolla en intervalos establecidos por la Iglesia. 

La celebración de estos 365 promueve la fe, la solidaridad y la reconciliación entre los creyentes y fieles.