Historias de Algeciras

Trienio Liberal (1820-2020): canción elevada a himno y grave amenaza sobre Algeciras

  • Coincidente con el nuevo nombramiento de responsable liberal para nuestra ciudad y Partido, se consigue abortar un acto de insurrección que tenía como destino Algeciras

  • Por aquellos días de reclamación de vales se produce un nuevo brote de fiebre amarilla

Nuevos tributos para el paso de mercancías a Gibraltar.

Nuevos tributos para el paso de mercancías a Gibraltar.

Desgraciadamente y frente al quijotesco pensamiento expuesto anteriormente, imperaba el más antiguo e injusto proceder para el inferior en el cargo "¡Dios qué buen vasallo si tuviese buen señor!". Parece como si a las altas instancias liberales -como antes ocurriera con las absolutistas- molestara que nuestra zona gozara de cierta autonomía. De regreso al constitucional segundo año, se aprueba para mayor gloria de nuestra ciudad: "Decreto de las Cortes declarando marcha nacional de ordenanzas el himno de Riego". Recordemos, como así fue recogido en uno de los primeros capítulos de esta entrega y según la memoria redactada por el Tte. Coronel Evaristo de San Miguel, lo que sigue... "La Columna continuó su marcha tranquila y lentamente. Resonaron por toda ella las voces de viva la Constitución, viva la Patria, como era costumbre, y se entonó la canción patriótica y guerrera que se había compuesto en Algeciras".

Pero como no solo de música vive el pueblo que pretende subirse al carro de la modernidad, el cuestionado Jefe del Partido algecireño se siguió dirigiendo a las altas instancias liberales con la rutinaria normalidad: "El Gefe Político subalterno de Algeciras pregunta si para el examen de maestra de amiga de Dña Gertrudis Quintero y Rodríguez, que está sometido por esta superioridad, podrá valerse de las maestras que encuentre más hábiles aunque no estén examinadas ni sean titulares [...] se acuerda se le conteste por la afirmativa". En el mismo contexto: "Oficio del Gefe Político subalterno que acompaña una instancia de Dña Margarita Rey de Bravo, vecina de Algeciras licitando se comisione a aquel Gefe para el examen que la interesada debe sufrir a fin de establecer una academia de niñas, mediante serle imposible venir á la capital por sus escasos medios y el cuidado de las jóvenes que tiene á su cargo [...] se decide acceder á la solicitud de Dña Margarita y que así se conteste al Gefe Político subalterno".

Y como el destino escribe sobre renglones torcidos, y para demostrar la importancia del comarcal cargo, se envía el siguiente escrito: "Exposición de los Ayuntamientos de Sn Roque, Algeciras y los Barrios que remite el Gefe Político subalterno del Partido solicitando permiso para disponer de los fondos de propios para los gastos judiciales á que se ven obligados para reclamar varios terrenos baldíos que por el tribunal de justicia se han reducido á dominio particular. Con este motivo se tuvo presente una instancia de Dn Rodrigo Rendón, Dn Antonio Pérez y Dn Ildefonso Rodríguez Concha, vecino de Sn Roque, sobre el disfrute de arbolados en los terrenos que son propietarios [...] se acuerda en cuanto á la solicitud de estos interesados no haber lugar por conspirar á que los tres Ayuntamientos queden indefensos, impidiéndoles el ejercicio de sus reclamaciones; y con respecto a la pretensión de los citados tres Ayuntamientos que se les autorice para que de sus fondos Propios por iguales partes, inviertan las cantidades necesarias en gastos de la reclamación que intentan llevando la debida cuenta y razón y dando parte de lo que se adelante en la demanda". Y el cuestionado cargo cumplió su deber de mediador.

Nombramientos aparte de: himnos, exámenes para maestras o pruebas de validez de la existencia de cargo público, el algecireño vivía su realidad inmersa en el diario, como así les aconteció a los vecinos Manuel Chacon y Manuel Cidrón, cuando ambos llegaron al siguiente acuerdo: "El primero entregaba su vivienda, sita en la céntrica calle Ancha compuesta de dos cuerpos al segundo y por la cantidad de 65.000 rv". Aquella importante adquisición por parte del Cidrón le situaba como privilegiado propietario local, teniendo como cercanos vecinos entre otros a Juan Moreno y Juan Morales, compartiendo pared con Antonio Venzal. La importante finca vendida por Chacón fue adquirida ocho años atrás (1814), coincidente con el tan ansiado fin de la Guerra de la Independencia y regreso de Fernando VI, el tristemente Deseado, cuando esta estaba en posesión del también algecireño Felix Herrero.

Por aquellos días, tal vez para calmar el deseo de eliminar el cargo de Subalterno Político, se nombra a un nuevo responsable: "Ocupando el puesto Dn Antonio de Salas, teniendo como secretario a Dn Joaquín Izquierdo". Coincidente con el nuevo nombramiento de responsable liberal para nuestra ciudad y Partido, se consigue abortar un acto de insurrección que tenía como destino Algeciras, cuando: "Un ex teniente del batallón de España, jubilado por sus proezas; y otros como un contrabandista o zapatero despreciado de su oficio se habían convertido en caudillos de 500 hombres para dar principio á la santa obra del saqueo, con hierro en mano se habían de sacar un millón de reales [...] tenía todo preparado para un día de jarana. Su objeto era defender la Patria contra el ministerio; y para ello trataban de marchar hacia Algeciras, con el fin sin duda de libertarse en Gibraltar de su tiranía". Este tipo de actos, ya fuera contra el Estado o contra los particulares, encontraría legal respuesta en la llamada Ley del Código penal, decretada por las Cortes el 8 de junio de 1822; si bien habría de esperar hasta el 1 de enero del 23 para entrar en vigor, según se desprende de la intervención del moderado Argüelles, cuando dirigiéndose a la cámara, dijo: "...Tanto el Tribunal Supremo de Justicia como el Gobierno han dicho que desde el primer día de enero de este año, caen en responsabilidad los magistrados que se separen de lo establecido en el Código penal". Doscientos años después aquel viejo código volvería a enfrentar a los actuales diputados de la España actual, haciendo renacer la España de siempre.

De regreso a la época digna de estudio y a la liberal política y sus efectos directos sobre nuestra ciudad, otro tema de gran interés para el liberal gobierno es la búsqueda de recursos económicos, dando como resultado: "Oficio del Gefe subalterno de Algeciras, que acompaña el expediente de subasta de arbitrio de un real por cada carga que se introduzca en la plaza de Gibraltar; concedido en virtud de la orden de 29 de abril [...] aprobándose el remate del arbitrio por Francisco de Paula Cano por la cantidad de 30.150 reales". Otro tema que preocupa a las autoridades liberales algecireñas es la manutención del Ejército, como lo demuestra lo expresado en el siguiente texto: "Al celo infatigable de nuestro digno general y al patriotismo de los ciudadanos D. Cosme Burlini, D. Mariano Beltrán de Lis y juez de primera instancia de Algeciras, se debe la remisión de seis mil duros á primeros del mes, con cuya cantidad repartió media paga á la fuerza armada, dejando el cuidado de los demás ramos para otra remesa de dinero. El soldado come ya un buen rancho de tocino, fideos y garbanzos porque le dan su haber en dinero y compra lo que le acomoda".

Prosiguiendo en el económico contexto, un tema enfrenta a tres municipios liberales del distrito algecireño: "El Gefe político de Algeciras, manifiesta la oposición del Ayuntamiento de San Roque á entregar al Crédito Público los vales reales que tiene en su poder pertenecientes a sus Propios los de Algeciras y los de Los Barrios, y que reclama el comisionado de aquel establecimiento para su liquidación y expedición de nuevos documentos, según lo previene el decreto de las Cortes de nueve de noviembre de 1820 [...] se acuerda se prevenga al Ayuntamiento de San Roque, haga la entrega de los citados vales conforme á lo convenido por los tres pueblos y dispuesto por el mismo Gefe subalterno en la junta celebrada ante él". Nuevamente el cuestionado cargo hace de árbitro político.

Por aquellos días de reclamación de vales se produce un nuevo brote de fiebre amarilla, recibiendo el jefe subalterno en su algecireño despacho el siguiente escrito: "La Comisión de salud pública presentó su dictamen sobre la memoria dirigida en 25 de Abril último por Dn Alonso de María acerca del carácter No contagioso de la fiebre amarilla; cuyo dictamen es reducido a manifestar que la comisión No encuentra suficientemente demostrativas las razones que se expresan en la memoria sobre la identidad de causas y circunstancias que producen la fiebre en distintos puntos de América y las que obran en las provincias meridionales de la península y costa del Mediterráneo; que se omiten ciertos hechos que convendría tener presente para la resolución de este problema que la cuestión queda sin resolverse y la adopción de las circunstancias que se establecen podría ser peligrosa sino se confirma con más convenientes explicaciones; que no debe mandarse imprimir la memoria para evitar funestos resultados que pudieran producir los principios que se establecen; pero que conteniendo sin embargo ciertos hechos capaces de ilustrar un objeto que tanto se interesa la causa de la humanidad debe considerarse al Sr. María digno de todo aprecio por los sentimientos filantrópicos que le han movido a promover este trabajo".

Al mismo tiempo que la siempre presente fiebre amarilla amenaza a todos los municipios de la provincia, una queja sobre el Ayuntamiento algecireño remitida a las altas instancias liberales gaditanas llega ante la máxima autoridad liberal en el Partido: "Remite al Gefe Político de Algeciras, una instancia de Manuel Álvarez, sargento retirado en aquella ciudad, quejándose de su Ayuntamiento por no haberle puesto en posesión de una suerte de tierra señalada con el número 24 en la dehesa de Las Abiertas". Dejando el descontento del suboficial pendiente de resolución, y de regreso al sanitario asunto del último brote de fiebre amarilla, coincidiendo con la recelosa postura de la Comisión de Salud Pública Provincial, las autoridades locales deciden: "Dar cuenta de un oficio del Gefe del partido de Algeciras, acompañado de otro de aquel Ayuntamiento, manifestando la necesidad urgente de atender a la exacta observancia de los reglamentos y órdenes relativas a sanidad en un punto tan interesante y de la mayor importancia, proponiendo con este objeto un plan interino de arbitrios para mantener el resguardo marítimo de salud pública [...] se acordó dirigir una representación al Gobierno con el objeto de que se cubran las atenciones sanitarias, no solo de Algeciras, sino de todos los pueblos de la provincia [...] lo que se diga al Gefe Político Subalterno para su inteligencia y por contestación".

Prosiguiendo con la realidad sanitaria algecireña, se remite a las autoridades liberales la siguiente solicitud: "Antonio Uceda y Pinel, vecino del Partido de Algeciras, pide con fecha 10 de junio último que los cirujanos latinos (con formación universitaria, no licenciados, se les autorizaba a prescribir medicamentos de usos externo), sean preferidos a los romancistas (sin conocimientos de latín se habían formado mediante contratos de aprendizaje), anulándose por consecuencia el nombramiento que han hecho en uno de esta clase un Ayuntamiento de este Partido para cirujano titular [...] acordando estas autoridades provinciales pasar el expediente al Superior Gefe Político de esta Provincia, manifestándole estima conveniente oír el dictamen de la Sociedad Médica acerca de los puntos facultativos contenidos en dicho expediente; y que en su virtud se sirva dirigirlo a ella y devolverlo con su informe para resolver con los debidos conocimientos". Asignatura pendiente para la causa liberal suponía -y de urgente carácter- la implantación moderna y científica en una desfasada nación, donde predominaban como en tiempos del Quijote los llamados: Barberos del Partido. Expresando la cervantina obra... "Era un lugar tan pequeño que no tenía ni botica ni barbero". Extensión física tan pequeña como la de no pocas poderosas mentes de la época.

(Y con esta última entrega del año me despido de los muchos lectores de Historias de Algeciras hasta el próximo enero. Felices Pascuas y un venturoso 2023).

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