Lo bueno se hace esperar. Una pandemia mundial hizo retrasar dos años una de las noches más mágicas de los niños de Algeciras y, cuando terminaba este octubre y por fin iba a celebrarse, se abrió el cielo y la lluvia volvió a aplazarla una semana. Pero llegó, este primer sábado de noviembre. Se escondió el sol y miles de pequeños se lanzaron a las calles de la ciudad en busca de sus chuches preferidas, de la bolsa de frutos secos en los puestos abiertos con nocturnidad y alevosía en la querida plaza de abastos donde hace años ya las buscaron sus padres y sus abuelos. 

Ni la bajada de las temperaturas consiguió dejarlos en casa. La noche de Tosantos es sagrada en esta ciudad que rinde culto al cañadú y a las nueces cuando se produce el cambio de estación y se festeja desde hace casi tres siglos la llegada del otoño. 

En la Plaza Alta ya se vivía un ambiente especial, un trasiego de niños de un lado para otro bajo la banda sonora de las bombitas, desde media tarde. Eso fue un rato antes de que comenzara el pasacalles que partió desde la Plaza de Andalucía hasta llegar al Mercado Ingeniero Torroja, pasando por las calles Blas Infante, Sevilla, San Antonio, Ancha (Regino Martínez), Plaza Alta y Rafael de Muro.

En el anillo central del Mercado se instaló un photocall alusivo a este día para que quien así lo deseara pudiese hacerse una fotografía y compartirla en sus redes sociales.

También tuvo lugar una actuación infantil que dió paso, alrededor de las 21:00 horas, a la entrega de premios del Concurso de Dibujo de este año, cuya ganadora ha sido Alejandra Company, del CEIP Pelayo. Tras la entrega de premios fue el turno del baile flamenco, como acto previo a la actuación final del grupo tributo a El Último de la Fila, Los hombres rana, que comenzó su espectáculo cuando más ambiente había. 

El alcalde, José Ignacio Landaluce, acompañado miembros del equipo de gobierno y del presidente de la Asociación de Comercio Tradicional Casco Antiguo, Francisco Soto, acudió a los actos y celebró que por fin la ciudad pudiera cumplir con su cita anual. “Volvemos a recuperar la tradición de la noche de Tosantos después de que el pasado año se tuviera que aplazar por la pandemia”, explicó el regidor, que resaltó la “noche especial que se ha vivido con muchas familias y vecinos disfrutando de los puestos y de las actividades programadas, garantizando en todo momento las medidas de seguridad que hoy por hoy siguen vigentes por el Covid-19”.

El delegado de Mercados, Sergio Pelayo, destacó el "trabajo serio y riguroso" realizado  con los comerciantes "para conseguir que esta noche sea perfecta", y celebró que, aunque se tuvo que aplazar una semana por las condiciones climatológicas "el resultado ha sido muy satisfactorio”.