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Torremocha desvela la vida del Oppenheimer algecireño que ideó la primera bomba hiperbárica

Antonio Torremocha durante la presentación de su libro, en la UNED

Antonio Torremocha durante la presentación de su libro, en la UNED / Andrés Carrasco

La historia del Oppenherimer español. al descubierto. El doctor en Historia Medieval y colaborador de Europa Sur Antonio Torremocha ha presentado este miércoles 17 en el salón de actos de la UNED de Algeciras su última novela, editada por Almuzara y titulada Antonio Meulener: el Oppenherimer español.

Antonio Torremocha ha desgranado la vida de este visionario algecireño, que pudo haber cambiado la historia de Europa y del mundo, pues sus investigaciones a punto estuvieron de darle a España un arma de destrucción masiva. En el año 1912 creó una bomba, que denominó Tóspiro, que cuando la probó en los montes de Toledo produjo tan devastadores efectos que, aquella misma noche, aterrado por la destrucción causada por el arma que había inventado, quemó los planos y destruyó la fórmula del explosivo que había utilizado después de muchos años de investigación.

Según la biografía escrita por Torremocha, Antonio Meulener Verdeguer nació en Algeciras el 16 de abril del año 1861, muy probablemente en la calle Sol (hoy calle Teniente Coronel Ceballos). Tras finalizar sus estudios de Secundaria, Meleuner ingresó en la Academia de Infantería de Toledo, que ofrecía una formación básica y una esmerada especialización técnica a los futuros oficiales y suboficiales del arma de Infantería. En 1880 obtuvo el grado y el empleo de alférez.

Torremocha ha explicado ante el público que ocupaba el salón de actos de la UNED que la verdadera vocación de Meulener era la investigación en temas de balística, armamentística y nuevos explosivos, así como en topografía y sistemas criptográficos. Por eso, fue cambiando de destinos y empleos hasta que fue ascendido en el año 1893 a capitán "porque buscaba un lugar donde poder desarrollar su labor investigadora".

Hasta que no fue destinado, el 10 de marzo del año 1883, al Batallón de Depósito y Reserva de Algeciras y, unos meses más tarde, al Regimiento de Infantería Extremadura nº 15, con sede en el algecireño Cuartel de Infantería de El Calvario, no pudo ponerse con su investigación que tuvo que interrumpir en varias ocasiones.

Meleuner fue destinado finalmente a la Fábrica de Armas de Toledo, donde pudo culminar sus investigación sobre el novedoso cohete de guerra, que la prensa denominó el “torpedo Meulener”. En este, por primera vez en la historia, el militar algecireño utilizó, para corregir la deriva del cohete, aletas direccionales, que después utilizó Wernher von Braun, en el año 1942, en las bombas V-2 alemanas.

Portada de la novela y el público durante la presentación. Portada de la novela y el público durante la presentación.

Portada de la novela y el público durante la presentación. / Andrés Carrasco

Explicó el colaborador de Europa Sur que la bomba Tóspiro podría tratarse, según los especialistas de la época, de un precursor de las modernas bombas termobáricas, también conocidas como la "bomba atómica de los pobres"

En la prueba realizada en Toledo, la enorme deflagración volatilizó todo ser viviente, incluyendo una piara de cabras, las ovejas y los mulos colocados en el lugar de la explosión para comprobar sus efectos.

Torremocha resaltó el espíritu humanista del militar algecireño que destruyó la investigación de gran parte de su vida para evitar que su invento arrasase ciudades enteras.

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