Torraspapel ofrece a la plantilla prejubilaciones y recolocaciones

La compañía Torraspapel ha ofrecido a los trabajadores que quedarán afectados por el cierre de sus fábricas, si finalmente se lleva a cabo, la posibilidad de ser recolocados en otros puntos o acogerse a un plan de prejubilaciones. La plantilla ha rechazado cualquier tipo de medida si implica el cierre de las instalaciones.

El comité de empresa recibió el miércoles de manos de la compañía un extenso informe técnico en el que se recoge el planteamiento de la compañía para el anuncio del cierre y fundamenta sus pretensiones. Es lo que ahora analizan los representantes de los trabajadores. Incluye un plan social a nivel nacional para las plantillas afectadas y establece una reestructuración que contempla prejubilaciones y recolocaciones que implicarían una movilidad geográfica. No habla en ningún momento de indemnizaciones.

Fue el planteamiento que trasladó el comité al grueso de la plantilla en una asamblea que tuvo lugar ayer. La respuesta fue unánime: todo lo que implique la clausura será rechazado. Es por eso que los trabajadores encuentran que no tiene sentido la movilidad debido a que no es necesario si la producción algecireña continúa, sí se muestran receptivos a las prejubilaciones siempre y cuando las condiciones sean beneficiosas y cuyo fin sea el rejuvenecimiento de los empleados. "Estamos dispuestos a llegar a un acuerdo, pero ninguno que pase por el cierre", insiste el portavoz del comité de empresa, Francisco Díaz. Se muestran seguros por el respaldo que han recibido de las administraciones. Creen que si en las próximas semanas no se logra alcanzar un consenso irremediablemente tendrá que decidir la autoridad laboral, en este caso, el Ministerio de Trabajo, que es el que recibirá el expediente de regulación. Y es ahí donde se sienten seguros. "Confiamos en el ministro", matiza Díaz. Los representantes se trasladarán el próximo martes a Madrid para continuar con el periodo de negociaciones que se abrió el miércoles. Allí estarán los comités de los otros centros afectados.

Los empleados algecireños siguen convencidos de que la empresa no puede argumentar que cesa la actividad por razones de conveniencia económica porque les consta que el negocio sigue siendo rentable. La producción continúa en la factoría como viene siendo habitual.