TRANS-fondo, una ventana a la visibilidad

Bienvenidos a TRANS-fondo. A la historia de cinco pequeños que rompen estereotipos y prejuicios asociados al género femenino y masculino atravesando pequeñas ventanas que les ayudan a entender que nada puede darse por sentado. Es un cuento que invita a la reflexión, tanto a niños como a mayores, para visibilizar que hay menores transexuales y concienciar sobre la diversidad de una manera lúdica y sencilla.

Detrás de este proyecto están las algecireñas Cris L. Vargas y Celia López, la primera es ya una conocida ilustradora -obra suya es el mural a Lorca del parque María Cristina- y la segunda es experta psicóloga en transgénero infantil.

Para que este proyecto se haga realidad es necesario conocer los detalles en http://vkm.is/transfondo, entrar en su perfil de Facebook o en www.trans-fondo.com. Y es que las características especiales del libro requieren de unos altos costes de producción, por lo que las algecireñas se han lanzado al crowdfunding para financiarlo.

El objetivo que se plantea es alcanzar los 6.500 euros en 40 días. Pero cuanto antes se llegue a esa meta antes se podrá publicar. Cuando un mecenas hace su aportación compra el cuento por adelantado para que el proyecto salga adelante, pero obviamente sólo se cobrará si se llega al objetivo. Verkami es una plataforma habitual y de prestigio usada por artistas para financiar proyectos.

López reconoce que fue "la falta de recursos educativos para explicar de forma sencilla y veraz la existencia de niñas con pene y niños con vulva" lo que le movió. Cris L. Vargas se embarcó sin dudarlo por la gran utilidad social .

La psicóloga señala que cada vez son más precoces los tránsitos -vivir acorde con su sexo real- que realizan los menores. "No sólo en el Campo de Gibraltar, sino que estamos viendo en los medios como casi todas las semanas hay casos de visibilización y el motor de esos tránsitos suele ser la familia que los apoya, que luchan porque se respeten sus derechos". Igual pasa con el profesorado, cada vez más involucrado y pidiendo formación, poniendo en marcha el protocolo de actuación de identidad de género establecido por la Junta de Andalucía y "actuando ante actos transfóbicos dentro del centro educativo".

En TRANS-fondo hay cinco protagonistas, todos hermanos y cada uno muy diferente al otro. Además de visibilizar la idea se trata de "romper estereotipos asociados al género". Como ejemplo Asle es una niña con vulva que sueña con ser piloto de coches.

Como prejuicios a los pequeños transgénero advierte López las típicas frases que como orientadora educativa ha tenido que oír: "Son muy pequeños para saber qué son", "¿cómo puede decir este 'niño' que es una niña si le gusta jugar al fútbol", "eso será cosa de los padres que son muy modernos".

Pese al esfuerzo que aún queda por hacer para visibilizar, la psicóloga dice que "cada vez, por suerte, estamos encontrando más trabajos divulgativos y eso es importante, sobretodo porque hay que desarrollar mucha campaña de formación sobre este tema en la sociedad, que durante años ha preferido ignorar a este colectivo, marginarlo y mirar a otro lado".

Las seis ilustraciones del libro juegan un papel fundamental. "Es algo muy directo y conciso. No queríamos desviar la atención en una historia compleja, sino ir directamente a lo didáctico", señala Vargas. La idea creativa del libro a través de ventanas que se abren ha sido determinante en el coste de producción. La ilustradora, licenciada en Bellas Artes, descubrió que era casi "misión imposible" localizar una imprenta que realizase este tipo de trabajos editoriales. Recibieron presupuestos "desorbitados", lo que les llevó a lanzarse, sin más remedio, al crowdfunding.

El objetivo del cuento es que sea una herramienta educativa, que aunque en principio se elaboró para niños de edades muy tempranas, "es muy funcional para cualquier edad", detalla López. El lector, a través de las distintas ventanas de cada personaje, descubrirá características fisiológicas que para nada determinan quiénes son, reflexionando así sobre el hecho de que "somos lo que nos dicta el corazón".

La artista elaboró los dibujos a partir de pautas y textos de la psicóloga. "Imaginé personajes muy simpáticos y de rostros agradables, para dulcificar lo máximo posible, puesto que al fin y al cabo va dirigido especialmente a niños". Cris L. Vargas destaca el esfuerzo y sensibilización: "Creo que nadie se puede escandalizar por lo que vea en el cuento, ya que se ha tratado con mucha delicadeza y cariño".