Solidaridad y reciclaje
Los nuevos contenedores textiles de la ciudad pertenecen a Proyecto Abraham, una asociación murciana que ofrece dedicación integral a las personas desfavorecidas
Un nuevo contenedor forma parte del paisaje urbano de Algeciras desde hace poco tiempo. Es grande y beis e invita a depositar en su interior ropa, zapatos y juguetes. Una segunda vida para un vestido pasado de moda, unos náuticos que se han quedado pequeños y un peluche que ha perdido color espera al otro lado. Los kilos de material que se recojan llevan el sello del reciclaje, pero también moverán la solidaridad.
Proyecto Abraham es una asociación radicada en la comunidad de Murcia que se dedica a la atención integral a inmigrantes, menores y personas en situación de riesgo y/o exclusión. Esos contenedores grandes y beis que salpican desde hace poco la ciudad son de esta organización. La gestión de las prendas que logra recoger permite a la entidad obtener la financiación necesaria para alcanzar sus objetivos sociales.
El Ayuntamiento de Algeciras y Proyecto Abraham firmaron un convenio de colaboración el pasado mes de mayo. A resultas, ahora en las calles del municipio ya hay un centenar de contenedores de la asociación y de aquí a dos años -periodo de vigencia del acuerdo- serán el doble. Hasta el mes de abril estos depósitos convivirán en la vía pública con otros también dedicados a la recogida de textiles, de dos tonos de verde, que sonarán más porque llevan más tiempo en las calles algecireñas. Pertenecen a la empresa granadina East-West y en ese caso el fin es exclusivamente el del reciclaje. A partir de abril sólo estarán los de Proyecto Abraham, confirma Bernabé Ramírez, concejal de Limpieza.
El convenio entre el Consistorio y la asociación murciana, declarada de utilidad pública, contempla la creación de puestos de trabajo para vecinos de Algeciras y la apertura de un centro de atención social en la localidad como los que Proyecto Abraham tiene ahora en Murcia, Cieza y Caravaca. La entidad indica que los empleos que se pondrán en marcha serán entre cuatro y seis. Ahora por el momento son dos las personas que trabajan en la ciudad para la asociación, un chófer y un peón.
"Es un beneficio para la sociedad y para el medio ambiente". Es lo que se escucha en un vídeo que forma parte de las campañas de sensibilización que en breve Proyecto Abraham tiene previsto desarrollar en Algeciras. Es la primera ciudad andaluza en la que coloca sus contenedores.
Según las estimaciones, una persona genera al año entre ocho y diez kilos de residuos textiles. Toneladas de ropa, en consecuencia, pueden ser desaprovechadas o reutilizadas. Reutilizadas para aquellos que no tienen con lo que abrigarse o para conformar un ciclo de materia prima que, en el caso de la nueva fabricación, provoca la emisión de dióxido de carbono.
Proyecto Abraham transporta la ropa de los contenedores a sus almacenes. En ellos se separa, se clasifica y se recupera la reutilizable. Se valora el estado de las prendas y, las que sirven, se dividen según para qué temporada son y si corresponden a mujer, hombre, niño u hogar. Se dobla, se amontona, se prensa y se embala.
Los vestidos, trajes, zapatos y juguetes que se han conseguido tienen dos destinos. Proyecto Abraham los reparte directamente entre la gente necesitada o bien acaban en mercados de segunda mano, para la venta en tiendas rastro. La ropa recogida que no se ha podido usar es la que terminará reciclada, por medio de empresas especializadas.
El proceso de reciclaje textil también posee sus fases. Hay que agrupar por tipo de fibra y clasificar por tejido. En función de la composición se podrán realizar unos productos u otros. La ropa se cortará y triturará y acabara siendo borra, una suerte de nube de algodón que se transformará en hilo. Y a partir de él, claro, de nuevo en cualquier prenda o una alfombra. El reciclado puede enfocarse al hilo, pero también a la producción del denominado geotextil. Este camino lleva a nuevos productos, inesperados cuando alguien cogió del altillo de su ropero la camisa que iba a tirar. Con el geotextil se fabrican plantillas, alfombrillas de coche, guantes sanitarios, rellenos de saco de dormir, redes de pesca o trajes de buzo. La lista es extensa.
Los contenedores ayudan a Proyecto Abraham a funcionar. La entidad ofrece programas de atención socio-laboral, de vivienda, de formación, de ocio y tiempo libre, de concienciación, de cooperación al desarrollo y de voluntariado. Esa camiseta vale más de lo que piensa.
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