El barrio de San Isidro se adelantó este jueves a la llegada de la Semana Santa y comenzó a vivir de una manera muy especial la ilusión desbordante por un nuevo Martes Santo. La Hermandad de Medinaceli presentó, en un esmerado y cuidado acto, la marcha Anclados a la Esperanza, en honor a María Santísima de la Esperanza por su 75 aniversario. La pieza, compuesta por artista y pianista algecireño Diego Valdivia, estuvo interpretada de manera excelsa por la Banda de Música Maestro Infantes de Los Barrios, que acompaña a la corporación con sus sones detrás del verde palio cada Martes Santo.

La emblemática plazoleta, engalanada para la ocasión, acogió con el sol ya puesto un emotivo evento de presentación y un pequeño aperitivo a sólo unos días de la Semana Mayor, con la presencia del alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce; el Delegado de Seguridad Ciudadana, Jacinto Muñoz; el subdelegado comarcal de la Junta de Andalucía, Javier Rodríguez Ros; el presidente del Consejo Local de HH. Y CC., Manuel Delgado; además de un numeroso grupo representantes de las diferentes hermandades y entidades locales.

Diego Valdivia, uno de los mayores talentos musicales de la ciudad pese a su juventud, desveló en una breve ponencia todos los matices y detalles de su fantástica composición musical, la primera de inspiración cofrade, al notable público presente. Tuvo palabras de agradecimiento por la dedicación, predisposición y entrega de la banda barreña en la preparación e interpretación de la marcha; así como para su amigo y también músico José Miñano, colaborador y parte fundamental en la composición y adaptación de la obra. El propio Miñano tuvo el honor de dirigir a los músicos durante la interpretación de la marcha en su estreno. Los aplausos y peticiones de los asistentes ‘obligaron’ a la banda a repetir la pieza.

Diego Valdivia, junto a Francisco José Infantes, José Miñano y los integrantes de la banda de música Maestro Infantes, anoche en Algeciras.

Una marcha muy completa en armonía y con una esencia muy alegre, propia del motivo de su encargo. Destacó su cuidada armonía a lo largo de toda la ejecución y en especial, un bello pasaje que caló pronto entre los presentes, ejecutado por un solo de flautín. El acompañamiento de trompetas y cornetería, dibujaron un lienzo musical que hizo muy fácil trasladarse a cualquier momento íntimo a lo largo del recorrido de la Virgen el Martes Santo por las calles del barrio.

La Banda Maestro Infantes, con Francisco José Infantes en la dirección, amenizó la velada con un pequeño concierto en el que además de la mencionada obra conmemorativa de Anclados a la Esperanza, interpretó también las reconocidas marchas: Esperanza, Reina Esperanza, Mi Esperanza, Sé siempre nuestra Esperanza y Siempre la Esperanza. De manera obvia, el repertorio elegido para la puesta de largo contó con tintes y obras inspiradas en la advocación de la Virgen de la Esperanza.

Una larga lista de agradecimientos y entrega de cuadros y recuerdos conmemorativos de la efeméride cerraron el acto que permitió poner la vista en la inevitable cuenta atrás para la llegada de un nuevo Martes Santo al barrio de San Isidro. Es más que lógico que esta pieza de nuevo cuño protagonizará los primeros sones del palio de María Santísima de la Esperanza nada más acariciar los primeros adoquines del barrio de San Isidro durante la procesión.

El autor, en un bello gesto, quiso hacer entrega también, para el recuerdo y archivo histórico de la corporación, de las partituras originales y adaptación de Anclados a la Esperanza a Raúl Ocaña, hermano mayor de la Hermandad de Medinaceli. Una prueba más de que Algeciras ya sueña con esa cuenta atrás para una nueva Semana de Pasión Especial.