Recuperar el color, todo un desafío

Las ganas de broncear la piel en verano provocan masificación en las playas o en centros de bellezal tanorexia La adicción al bronceado es el principal problema de los veraneantes, que se preocupan por recuperar el color

Instantánea de un usuario en un solarium, en una imagen de archivo.
Instantánea de un usuario en un solarium, en una imagen de archivo.
M. G. Sosa / Algeciras

29 de agosto 2012 - 01:00

El sofocante frío que acecha en la bahía durante el invierno despierta las ganas de que los primeros rayos de sol incidan sobre la piel. Ya casi a principios de mayo, las playas de la comarca empiezan a vestirse de bañistas, ansiosos por broncear y dar color a su pálido tono corporal, que se ha mantenido durante meses bajos largas y gruesas prendas de ropa.

No obstante, la obsesión por presumir de un cuerpo dorado ciega la capacidad responsable de los "consumidores del sol", que prefieren poner exponer su cuerpo ante los peligrosos rayos, sin apenas protección solar o sombrillas que los protejan. Muchos bañistas piensan que la protección desacelera este proceso, por lo que prefieren no aplicarse las cremas.

La Feria Real de Algeciras es el principal motivo de la movilización de las masas, que aprovechan sus ratos libres para tomar el sol en playas de la comarca y en las piscinas de los amigos. Sin embargo, los más ocupados asisten a los centros de belleza para garantizar un moreno rápido, aunque "falso".

Los aparatos más demandados son los de rayos uva. Los expertos en estos centros recomiendan no tomar sesiones que superen los 10-15 minutos al día, y aconsejan intercalar estas jornadas "día sí, día no", para que el cuerpo se acostumbre a estos cambios tan drásticos. La adicción al bronceado, o lo que es lo mismo, la tanorexia, es algo que preocupa a los dermatólogos y trabajadores de estos centros, que son testigos de la obsesión que tiene la mayoría de los españoles por estar morenos.

Otra de las técnicas que brinda un bronceado rápido es la "caña de azúcar", un dispositivo que "maquilla" o da pigmentación a la piel a través de una manguera. Resulta más barato que la primera opción, pero menos duradero. "Como máximo unos cuatro días", argumentan en los centros de belleza. Asimismo, este método no funciona mejor en algunas pieles, y aparentando cierta superficialidad en otras.

Por último, las cremas auto bronceadoras también son un buen reclamo para los más impacientes. Sobretodo, "para bodas o citas importantes, comuniones o bautizos, algún cumpleaños" en el que se quiera presumir de un bonito moreno, estas cremas son una buena recomendación, aunque hay que aplicárselas bien para evitar manchas y que parezca natural.

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