La Policía Nacional identifica en el CIE al patrón de una patera interceptada en Motril
Está acusado de pertenecer a una red internacional, que cobra 1.200 euros a cada inmigrante
Funcionarios adscritos al Grupo I de la UCRIF de la Policía Nacional de Algeciras, en el marco de la Operación Archi, han procedido a la detención de un individuo de origen subsahariano, encargado de tripular una patera con un total de 24 personas de origen subsahariano a bordo, entre ellos dos menores, a los que pretendía introducir en la península de forma clandestina. Asimismo, se presumía la existencia de una organización criminal, con base en Marruecos y dedicada a la introducción de inmigrantes ilegales vía marítima, compuesta tanto por marroquíes como por subsaharianos.
Los hechos sucedieron a finales de septiembre cuando Salvamento Marítimo de Granada avistó cerca de Motril una embarcación neumática de poco más de cinco metros de eslora con un motor de escasa de potencia, el cual viajaba a la deriva, siendo rescatados y trasladados a tierra firme los inmigrantes que transportaba.
La expedición fue trasladada por orden de un Juzgado de Instrucción de Motril al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Algeciras, teniéndose conocimiento por parte de la Sección de Inteligencia de la UCRIF Central, que uno de los miembros de la organización internacional clandestina y encargado de pilotar la embarcación pudiera estar internado en dicho centro. Los agentes lograron la identificación de la citada persona, quien responde a las iniciales M.M. natural de Benin y de 28 años de edad, siendo avalada tal información por la declaración de un testigo presencial.
Los testigos, sobre su travesía, afirmaron que el estado de la mar fue empeorando a medida que se acercaban a la costa, temiendo incluso por sus vidas, ya que pudieron volcar debido al exceso de ocupantes.
La Policía Nacional destacó el "desprecio absoluto" que muestran estas mafias a la vida de las personas, ya que este tipo de embarcaciones son aptas para un máximo de cuatro o cinco ocupantes, viajando en este caso 24, pagando cada inmigrante 1.200 euros por una plaza; así como la dificultad que entraña estas investigaciones, puesto que los testigos expresan su temor a colaborar al ser amenazados de muerte, tanto ellos como los familiares que se encuentran en los asentamientos cercanos a la localidad marroquí de Nador.
También te puede interesar
Lo último