"Podemos será en el futuro lo que la gente quiera que seamos"
Han sido más que una sorpresa en las elecciones europeas, un movimiento político Desde el 25-M están en boca de todo el mundo, para bien o para mal
Han conseguido sacudir el panorama político hasta un punto que resulta complicado encontrar una comparación y, desde luego, les podrán achacar cualquier cosa salvo que provoquen indiferencia; se les adora por ser la quintaesencia de la defensa de los derechos de los ciudadanos, o se les tacha de chavistas recalcitrantes. Media hora en la misma habitación derriba ambos mitos; son personas normales ("nos gusta el fútbol y la cerveza") que creen en lo que hacen, dicen y piensan y que hacen de la sensatez su más poderosa arma para acercarse a una ciudadanía que, desde luego, les ha dado una oportunidad bordada en oro para que cumplan lo que prometieron; que intenten cambiar las cosas. José Luis, Vicente y Ricardo pertenecen al círculo de Podemos en Algeciras y han pasado a la acción; los tres comparten una de las máximas de Pablo Iglesias, aquella de que "si tú no haces la política, alguien la hará por ti". Y la han hecho.
"Votar a Podemos es una frivolidad"; "Podemos quiere acabar con la democracia"; "Quiero exiliarme para ver como Podemos destroza España". Son mensajes recogidos las últimas horas sobre la formación. "Una chica envió un examen de pruebas extraordinarias de Bachillerato en el cual, en la prueba de inglés, era un texto sobre las elecciones del 25-M y la pregunta era convence a una amiga para que no vote a Podemos". Quien lo dice es José Luis Rasgado Grima, un joven de Algeciras integrado en la lista de nombres del equipo para la organización de la asamblea ciudadana que deberá dotar de organización a lo que, de momento, es un proyecto "en construcción". "Mi inclusión en la lista es una consecuencia del trabajo que se ha hecho en nuestro círculo. Hemos estado en la calle, repartiendo miles de octavillas", asegura.
Vicente Cartes, de 29 años es "uno de esos miles de estudiantes que termina su carrera y ve que el dinero de sus padres cae en saco roto. Siempre ha tenido inquietudes políticas, pero no he sido nunca activista político. Llega un punto en el que piensas que 'si no te mueves tú, nadie lo va a hacer' porque la situación pasa de castaño oscuro. Siempre estás en casa escribiendo en el Facebook, quejándote por todo y te pides hacer algo más. Ves como este movimiento crea una amalgama de gente muy variada, muy válida que lucha por lo mismo que tú y te motivas a tomar parte de ello".
Junto a ellos, Ricardo Sánchez, de 47 años, comenzó "hace tiempo con 'Democracia real ya' o el 15-M y te sensibilizas y tomas conciencia ya que conoces gente que está desahuciada, con problemas con las cláusulas suelo, de embargos; vives su angustia, al ver a gente pidiendo comida y buscando en los contenedores de basura; sacan leyes que multan a estas personas que buscan en los contenedores. Además, tengo dos hijas que ya no estamos hablando de derechas o izquierdas, sino de derechos humanos; de personas que piden en la calle y que dependen de la pensión de su padre o de sus suegros. Pasé de la indignación a la acción".
Ricardo, con la psicopedagogía como dedicación, analiza esa campaña de desprestigio, un miedo que, a su juicio se debe a que "es democrático y transparente; los que tienen su dinero en Suiza, los que tienen su chiringuito financiero en las empresas públicas y aquellos que no exponen sus presupuestos de una manera poco transparentes son los que tienen que tener miedo. Si hemos tocado en la llaga, es normal que tengan miedo".
Llevan la bandera de la verdadera renovación en la política, alejada de imágenes de caras nuevas de personas que no han ingresado sueldo alguno fuera de las estructuras del partido al que pertenecen. "No vivimos de la política, ni pretendemos", asegura Vicente. La enseñan que sí enarbolan es la de una corrupción que ven alejada de la extendida pretensión de convertirla en casos anecdóticos. Para José Luis, "está institucionalizada, es la forma de funcionamiento del sistema. Los grandes partidos hacen mucho corporativismo. Cuando la gente percibe eso y te hablan de recortes o en el caso de los indultos, chirría mucho y está muy indignada. Lo que Podemos recoge es esa indignación de mucha gente", y tampoco hay que irse tan lejos, porque "aquí en el Campo de Gibraltar son los mismos que llevan 30 años haciéndose con los contratos de las administraciones públicas".
La última (por ahora) que le ha caído a Pablo Iglesias, es su vinculación con el régimen venezolano a través de la Fundación CEPS (Centro de Estudios Políticos y Sociales) a la que pertenece y de la que dicen ha cobrado del régimen chavista de Maduro; "Son politólogos con muy buen curriculum que han trabajado, no sólo para Venezuela, sino para varios países iberoamericanos, mediante la Fundación CEPS, al igual que gente del PSOE e IU. Esa gente recibe dinero por un trabajo, algo que es normal; no reciben dinero de armas como sí lo han hecho gobiernos del PP y del PSOE". Sin abandonar la, según los críticos perversa influencia que ejerce el país latinoamericano, la presunta pretensión de su líder de convertir España en una continuación de aquel, les parece que "no tiene ningún sentido traer el régimen venezolano aquí, cuando España no está en la misma situación política, social ni geográfica. La otra parte tiene que atacar por algún sitio".
Si la formación huye apresuradamente de ese veneno para la política como es la indiferencia, Pablo Iglesias lo encarna a la perfección. Un mesías, alguien que ha ilusionado a miles de personas, un iluminado mesiánico, acaparador de programas televisivos o, según quienes han tenido la ocasión de tratar con él "un chaval normal, muy coherente. Estuvo aquí con nosotros en Algeciras y pasó que quien no lo conocía sí comprobó que era una persona normal, honesta, racional, que es una cabeza visible del movimiento y que dice que no le gustaría estar ahí pero que lógicamente alguien tiene que estar. En Podemos hay mucho más que Pablo Iglesias", asegura José Luis que ahora integra su equipo para la organización de la asamblea ciudadana.
Esos ataques no les han cogido por sorpresa, ya que, al menos para Vicente lo han hecho "gratamente. La famosa frase de Ghandi: "Al principio se ríen de ti, después te ignoran y luego te insultan, significa que estás ganando". Cuando están todo el día detrás tuya es porque lo que haces tiene repercusión". Ricardo añade que "el juego PP y PSOE siempre ha sido del bueno y del malo. Los recortes de Sanidad se han hecho desde gobiernos del PP y PSOE". Lo que sí parece claro es que los dos partidos (aún) mayoritarios se han puesto de acuerdo en dos cosas: la abdicación del Rey y atacar a Podemos, aunque José Luis añade una tercera: "será un gran pacto en las próximas generales que, si lo hubiéramos dicho hace un año sería absolutamente impensable. Lo que en Algeciras pretendemos es ser abiertos, pretender que la ciudadanía se implique".
Son lemas aparentemente simples que traslucen una realidad mucho más compleja. ¿Porqué no lo llevan los demás? Vicente tiene la respuesta: " Porque no les interesa. No palpan la realidad, no han trabajado fuera de la política, no saben lo que es estar en paro, ni comprobar a qué nivel de ostracismo tienes que llegar para conseguir un puesto de trabajo.
Lo que parece claro es que han sabido como nadie recoger el voto del cabreo, una estrategia que puede parecer de corta vida a poco que mejore la situación económica. Para Vicente "ese cabreo hay que llevarlo a una acción concreta y comprueben que lo que hacemos ayuda a la sociedad. Esto no se para en conseguir el voto del cabreo, cerramos y nos vamos a otro sitio. Esta iniciativa nace de gente cabreada, como es mi caso". Para José Luis hay que tratar de "implicar a la gente; por ejemplo hemos apoyado las movilizaciones contra los recortes sanitarios". ¿Están preparados para perder votos en las próximas elecciones? Una pregunta a futuro con una contundente respuesta a presente: " Por supuesto. Habrá que pararse, reconocer los errores e intentar solucionarlos. Como decimos que es la hora de la gente, seremos lo que decida la gente", apostilla Ricardo.
Donde también quieren marcar distancias es en otro de los sambenitos que les han colgado, como es la defensa de la República como sistema de organizador del Estado. Vicente asegura que "no hemos defendido la República. Lo que decimos es que el pueblo tiene derecho a decidir. En 1978 se dieron una serie de circunstancias que ahora no se dan y lo lógico es que se le pregunte. Si sale monarquía, yo loa acataré. Lo que queremos es que la gente decida" y matiza, aunque es una "opinión personal que "tampoco quiero un cambio a una república de manera radical".
No parecen sentir el vértigo de haber logrado ser protagonistas de proyecciones de escaños en el Congreso de los Diputados que les elevan hasta los 54. La explicación, es que "o que estamos consiguiendo es algo muy lógico; que el sistema sanitario se cae en pedazos; o el educativo, o la justicia que no funciona. Eso no lo está inventando Pablo Iglesias, es algo tangible. A lo mejor es que alguien por primera vez lo ha dicho". Se dice también que si se aplican las recetas que proponen se aplicaran hoy, nos íbamos a la quiebra mañana. Para Ricardo "lo que decimos es que la riqueza que nosotros generamos se va a quedar aquí. Ese es el miedo de la casta, que no está sólo en Madrid, sino también en el Campo de Gibraltar donde hay que preguntarse quién se lleva los beneficios de los concursos, o las empresas privadas y públicas".
"Podemos significa una evolución de una nueva forma de ver la política. PP y PSOE están copiando el modelo Podemos, aunque bienvenido sea si se regeneran". "Pero que cambien realmente, no sólo con primarias y que luego sigan haciendo las mismas políticas que hasta ahora. Muchos votos del PSOE se han ido a parar a Podemos". Son dos reflexiones antes de afrontar una continuación de lo vivido desde el día siguiente a las elecciones europeas. Hasta ese momento, nadie daba un euro por ellos; ahora se han convertido en el caballo de batalla de todas las formaciones políticas; "la mentira tiene las patas muy cortas. Si el pueblo decide que esto no marcha, serán ellos los que lo determinen" .
Se enfrentan a ello con una "sobrexposición en los medios" tal y como les cuelgan sus detractores, una presencia de simple explicación: "van los representantes de Podemos, porque consiguen audiencia, porque la gente ve esos programas. Paolo Vasile (el consejero delegado de telecinco) ha dicho que Pablo Iglesias es la Belén Esteban de La Sexta y razón no le falta".
¿Qué va a pasar dentro de dos años con Podemos? Ese es el gran tema que deberán afrontar tan pronto como hagan firme la constitución de su organización política permanente, tan pronto como las asambleas que se celebrarán de aquí a final de año establezcan sus líneas de actuación. Son diferentes hasta en eso. Vicente asegura que "no estamos para ganar elecciones, sino para cambiar las cosas. Me da igual quien esté arriba, sino que lo haga bien. Si podemos ayudar a que eso cambie, perfecto. Creemos en nuestras ideas y creo que la gente no lo puede rechazar. Quién dice que no quiere una sanidad mejor, una educación mejor, menos corrupción en la política o más transparencia". José Luis, uno de los representantes que ayudarán a elaborar esa futura estrategia elude sus habilidades de futurólogo: "dependerá de cómo reaccione la ciudadanía". Ellos son los que les han puesto y, si así lo quieren, serán los que los descabalguen.
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